(Minghui.org) Tengo unos 50 años y trabajo en el sistema educativo. Desde que empecé a practicar Falun Dafa hace años, mi salud ha mejorado. Muchos de mis compañeros me preguntaban a menudo cómo me mantenía tan joven y radiante.

Falun Dafa también mejoró mi corazón y me convirtió en una persona amable y considerada. Un año después de que mi esposo se divorciara (tras haber tenido una aventura), mi exsuegra enfermó. Como mi exesposo trabajaba fuera de la ciudad y no podía volver para cuidar de su madre, yo iba a menudo a visitarla y le llevaba comida, aunque ya no tenía ninguna obligación de hacerlo. Hablé a mis exsuegros de Dafa y de cómo Dafa cambiaba el corazón de la gente. Se interesaron y compartí con ellos las conferencias en audio de Shifu.

Poco a poco, la salud de mi suegra mejoró. Su mal humor también cambió y ya no se peleaba con su esposo. Su rostro resplandecía con una tez sonrosada. Cuando la visitaba, me contaba conmovedoras historias de cultivación sobre otros practicantes de Dafa.

Las vidas de otros practicantes que conozco también se han transformado gracias a Falun Dafa.

La practicante, la Sra. Ailian había tenido problemas de salud en el pasado. Tenía la cara cetrina y era muy sensible al frío. Incluso su propia familia la evitaba. Cuando empezó a practicar Dafa, recuperó la salud y se hizo cargo de muchas tareas domésticas que antes no podía hacer.

La practicante, la Sra. Fengyi, de 74 años, tenía una grave dolencia en los pies. Estaba demacrada y le costaba caminar. Su familia no podía pagarle un tratamiento médico, así que tenía que soportar el dolor. Ahora que es cultivadora, está ágil y llena de energía. Incluso ayuda a sus hijas a cosechar maíz o sube a la montaña a cortar leña. El vecino de la Sra. Fengyi, impresionado por estos cambios, comenzó a practicar Dafa y su joroba se enderezó.