(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en enero de 1999. Guiada por los principios de Dafa y salvaguardada por Shifu, he llegado hasta aquí. Realmente aprecio a Shifu por su compasión. Me gustaría compartir algunas de mis experiencias sobre entendimientos y cultivación que he tenido durante los últimos 20 años.

Afortunada de cultivarme en Dafa: Recuperación de una enfermedad incurable

Había desarrollado migrañas neurológicas. Cada vez que tenía una recaída, tenía que envolverme fuertemente la cabeza con una tira de tela. Además, no podía soportar la más mínima luz o sonido. Tampoco podía exponerme al viento después de lavarme el pelo; de lo contrario, sufría un dolor extremo. En aquella época, mi familia me acompañó a recorrer por todos lados para intentar encontrar una cura, pero todo fue en vano. Así, vivía con un dolor interminable todos los días. A menudo me preguntaba: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Tendré que vivir así el resto de mi vida?

En septiembre de 1999, mi empresa repartió una prima. No todo el mundo la recibía. Pero resultó que yo era una de las que tenía derecho a recibirla, y mi jefe me pidió que no lo comente a nadie. Una compañera que no había recibido la prima lo oyó y fue a discutir con mi jefe. Mi jefe pensó que yo se lo había revelado. Inmediatamente vino a buscarme para decirme algo desagradable.

¿Cómo iba a soportar que descargara su ira contra mí? En ese momento, me zumbó la cabeza. Luego, sentí que el cielo me daba vueltas. Toda mi cara se puso rígida y azul de ira. Me tambaleé hasta casa. Lo que mi jefe dijo de mí no dejaba de repetirse en mi mente. Mi ira se había disparado. Se me llenaron los ojos de lágrimas de dolor y agravio. El dolor físico estaba a punto de abrumarme, y entonces sentí realmente que vivía con demasiado dolor.

En ese momento en que no veía esperanza ni salida, me topé con una amiga. Era de alterarse con facilidad, igual que yo. Me contó emocionada que sus vecinos practicaban Falun Dafa, y después de practicar con ellos durante unos días, su temperamento había mejorado. Dijo que podía controlarse y no se enfadaba fácilmente, y me pidió que lo probara. Yo pensaba: ¿Cómo puede haber algo tan bueno? No estaba lejos de mí, así que decidí ir a comprobarlo.

Tuve la suerte de escuchar las conferencias de Shifu y comprendí que las cosas desagradables de la vida son atribuibles al yeli acumulado vida tras vida. En ese instante, se resolvieron mis dudas y confusiones en la vida.

Cuando aprendí el segundo ejercicio, al final estaba empapada de sudor. Antes, aunque hacía mucho calor, rara vez transpiraba así. Cuando trabajaba en el equipo de producción y todo el mundo sudaba a mares, yo no sudaba nada. Por eso, el jefe de mi equipo me criticó y me dijo que no me esforzaba lo suficiente.

Antes de terminar los ejercicios, me desmayé. Vagamente, oí a la gente a mi alrededor decir: Ella tiene una gran relación predestinada, Shifu ayudó a limpiar su cuerpo. Antes de eso, yo era muy tímida. Ni siquiera me atrevía a ir al baño por la noche. Desde entonces, fui más valiente. Todas las noches iba puntualmente a estudiar el Fa. Antes del amanecer, también iba a los ejercicios grupales de la mañana.

Tres meses después, me había recuperado de todas mis enfermedades, consideradas incurables por la ciencia médica. Mi hermano y mi cuñada eran jefes de neurología. Incluso ellos habían dicho que no había cura. Mis pensamientos iniciales de aprender la práctica fueron para evitar enojarme. Inesperadamente, incluso me recuperé de todas mis enfermedades.

Realmente llegué a experimentar lo que dijo Shifu sobre sentirse ligero por estar libre de enfermedades. Esa sensación de relajación y felicidad es indescriptible. Desde entonces, me siento ligera al caminar. En mis sueños, vuelo como un pájaro. Mi cuerpo, mi mente y mis valores morales se han purificado y elevado. Me siento agradecida por la inmensa compasión de Shifu y por haber podido encontrar el camino a casa.

Con la elevación del xinxing, se manifiesta en mí la extraordinaria naturaleza de Dafa

Como mi suegra no me ayudaba a cuidar a mi hija, pensaba que, cuando se hiciera mayor, tampoco yo cuidaría de ella. A veces mis cuñadas eran tacañas cuando trataban conmigo. Después de empezar a practicar Falun Dafa y guiarme por sus principios, comprendí los principios de ser una buena persona. También comprendí que los problemas que tenía se debían al yeli que había creado vida tras vida. Por lo tanto, dejé de estar resentida con mi suegra. Además, las relaciones entre mis cuñadas y yo también mejoraron.

Me atuve en todo momento a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y traté de poner a los demás en primer lugar en todo lo que hacía. A menudo, hacía que mis hijos fueran a ayudar a mi suegra a limpiar la casa y a hacer las tareas domésticas. Durante las fiestas, iba a su casa muy temprano para hacer albóndigas y prepararle otros platos.

Mi familia vio la belleza de Dafa a través de mí. Comenzaron a reconocer Dafa. También recibieron bendiciones de Dafa.

Un primo vino a pedirnos dinero prestado para construir una casa. Dio la casualidad de que estábamos haciendo lo mismo para mi familia y andábamos escasos de dinero. Sin embargo, desde que vino, al ver que estaba muy preocupado, fui a pedir dinero prestado a mis vecinos y se lo di. Después, tampoco lo presioné para que me devolviera el dinero.

Su padre era muy mayor y vivíamos muy cerca. Un día me dijo que echaba de menos a su nieto y que quería verlo. Así que lo ayudé y compre algo para que le lleve y, de camino, pensaba dejarlo en casa de su hijo. Pero la mujer de mi primo pensó que había ido a su casa a recuperar el dinero; se enfadó y empezó a insultarme. Rápidamente le dije que esa no era mi intención. Pero, a pesar de lo que le dije, me ignoró y siguió insultándome. No fue hasta que mi primo volvió a casa, con su padre explicándoselo aparte, que dejó de hacerlo. Mi corazón seguía sin conmoverse. Entonces volvimos a estar en paz. Si no me estuviera cultivando en Dafa, nunca la habría tratado así.

Alrededor de 20 días después de obtener el Fa, estaba andando en bicicleta. De repente, fui atropellada por un triciclo eléctrico que iba a alta velocidad. Con eso, oí un estruendo. Aunque la colisión sonó muy fuerte, extrañamente, solo sentí que me empujaron ligeramente. Cuando me di vuelta, vi que era un triciclo el que me había golpeado. El conductor estaba tan petrificado que no paraba de pedirme disculpas. Pensé: Soy una practicante; nada de lo que me encuentro es accidental. No debería aprovecharme. Cuando me miré, estaba intacta: Mis pies seguían sobre los pedales de la bicicleta y esta se había mantenido en pie por sí sola, en lugar de tumbarse a un lado. Gracias, compasivo Shifu por ayudarme en esa tribulación.

Aclarando la verdad con pensamientos rectos para despertar a la gente

Entonces, más de seis meses después de que empecé a cultivarme antes de que pudiera entender los significados internos de la cultivación, el Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin (exlíder del PCCh), y su régimen canalla empezaron su persecución brutal a Falun Dafa. Comprendí que Dafa realmente enseñaba a la gente a buscar la bondad y a ser buenas personas. Me preguntaba cómo podía ser difamado de esa manera.

En 2004, una practicante y yo decidimos ir a una obra de construcción para repartir materiales de esclarecimiento de la verdad. Cuando llegamos al lugar acordado, nos dimos cuenta de que no llevábamos ningún material. Ella se enfadó un poco por ello y dijo: "No volveré a ir contigo".

Pensé: Es un asunto tan trivial, ¿por qué montaste un escándalo por eso? Me sentí muy disgustada. Luego fui a casa a por el material. Traje una caja de materiales, incluidos los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, y fui a una zona muy concurrida de la obra para repartirlos.

Cuando solo nos quedaban dos ejemplares, fuimos acusados falsamente por alguien envenenado por las mentiras inventadas del PCCh. Por la tarde, nos detuvo la policía. Después de que su familia pagó la multa, ella fue puesta en libertad; mientras que yo estuve detenida ilegalmente en un campo de trabajos forzados durante tres años. Cuando volvió a casa, sintió mucho miedo. Impulsada por el miedo, fue dejando de cultivarse. El mal se aprovechó de ella y, como consecuencia, tuvo graves síntomas de enfermedad y falleció.

Fue como ella dijo, realmente nunca estuvimos juntas después de eso. Fue verdaderamente lamentable. Sentí que es necesario señalar estas cosas para advertir a los compañeros practicantes: Como cultivador, uno tiene que cultivar su habla y nunca decir cosas extremas.

Cuando salí con la señora Ding (alias) para aclarar los hechos a la gente, la policía nos detuvo y nos llevó a la comisaría en 2012. La Sra. Ding tenía un formulario para hacer llamadas de aclaración de la verdad, en el que figuraban bastantes números de teléfono. Temía que los policías lo vieran, así que se lo metió rápidamente en la boca y se lo tragó. Para tratar de conseguir ese papel, los policías le golpearon muy fuerte la boca hasta hinchársela. Dije con rectitud que no podían perseguir a la gente buena. Mientras enviaba pensamientos rectos, no dejé de hablarles.

Esa misma tarde, nos llevaron a la división de seguridad nacional, donde estuvimos detenidas ilegalmente durante 10 días. Al ver que a un oficial de policía le moqueaba la nariz, le susurré: "Por favor, recita sinceramente: "¡Falun Dafa es bueno!" "¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Te pondrás mejor muy pronto". Al ver que no me respondía, volví a decirle con una sonrisa: "Inténtalo. Si eres sincero, funcionará". Más tarde vino a verme y me susurró que ya estaba bien.

Durante los últimos más de 10 años, concerté una cita con otro practicante para salir todos los días a la misma hora y aclarar los hechos a la gente cara a cara. Llevaba un pequeño negocio con mi marido y a veces temía llegar tarde. Así que pensé: Por favor, Shifu, ayúdame a utilizar la velocidad de un dios para terminar rápidamente este trabajo, de modo que no me retrase en salvar a la gente. Así, pude terminar milagrosamente lo que debía hacer con una hora de antelación cada día. Luego salimos juntos a aclarar los hechos a la gente. Aunque solo disponía de una hora de tiempo libre, siempre atesoraba este precioso momento, en el que podía ayudar desde unas pocas hasta una docena de personas a renunciar al Partido y a sus organizaciones juveniles.

Me encontré con un hombre de mediana edad y aspecto militar en un supermercado en 2020. Parecía muy en forma. Me acerqué a él y lo elogié por su salud. Después de hablar un rato, empecé a contarle la verdad sobre Dafa. No me refutó, ni aceptó renunciar al PCCh. Aunque sentí un poco de lástima por él, utilicé mis pensamientos rectos para pedir ayuda a Shifu y darle otra oportunidad. Esta vez sentaba las bases para que más tarde conociera la verdad.

Una semana después, volví a encontrármelo en el mismo supermercado. Esta vez me hizo varias preguntas y se las contesté todas. Pero seguía sin querer renunciar al PCCh. Al cabo de un tiempo, un día pensé en ir a ese supermercado. Inesperadamente, volví a encontrarme con él. Le dije: "Nuestra relación predestinada hizo que nos encontráramos tres veces en el mismo lugar. Siento que estoy destinada a salvarte". Esta vez, le aclaré los hechos más a fondo, le conté que el Presidente del Hospital de Wuhan no pudo recuperarse tras infectarse con el virus del COVID, y al final murió. La vida de uno es tan frágil que uno no puede tener el control sobre ella.

Deseé desde lo más profundo que pudiera salvarse. Al final, bajo el poder de Shifu, el hielo de su corazón se derritió. Así, decidió renunciar al Partido y elegir un buen futuro para sí mismo. Después de eso, seguí yendo de vez en cuando a ese supermercado, pero no le he vuelto a ver desde entonces.