(Minghui.org) Soy una señora de 64 años de Chengdu. Empecé a practicar Falun Dafa en 2016. Los años de cultivación mejoraron mi entendimiento de Falun Dafa, curaron mis enfermedades crónicas y me permitieron mantener una gran salud física.

Testigo de un milagro

El 6 de abril de 2016 me encontré por casualidad con una vieja amiga con la que había perdido el contacto durante casi 10 años. Para entonces, mi amiga tenía cerca de 66 años. Sin embargo, su figura sana y bien proporcionada, sus ojos brillantes, su piel sin arrugas y su tez sonrosada me sorprendieron.

No pude evitar preguntarle: "Sigues teniendo un aspecto tan joven y bello. ¿Qué tratamiento de autocuidado sigues?". Respondió: "Nada especial, solo practico Falun Dafa todos los días". A continuación, explicó la verdad sobre la persecución a Falun Dafa, también conocido como Falun Gong. Explicó cómo Falun Dafa enseña a sus practicantes a ser buenas personas y su capacidad para curar enfermedades y ayudar a mantenerse en buena forma física.

Después de escucharla, consideré mi mal estado de salud y expresé mi interés por aprender Falun Dafa. Mi amiga accedió a visitarme en casa y enseñarme las cinco series de ejercicios de Falun Dafa. Me concentré mucho en aprender los ejercicios, y a los pocos días pude practicar sola en casa. Más tarde, mi amiga me dio Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, grabaciones de audio de Shifu enseñando el Fa en Jinan, y la música de los ejercicios.

Mi infancia transcurrió en un pueblo agrícola. Como mi padre padecía una enfermedad pulmonar y no podía realizar trabajos manuales, tuve que ayudar a mi madre en el campo cultivando la tierra. Como consecuencia, abandoné la escuela tras cursar solo el primer grado de primaria. Analfabeta e incapaz de leer más que unas pocas palabras, me resultaba difícil leer el libro Zhuan Falun. Así que centré mis esfuerzos en escuchar las conferencias de audio de Shifu.

Tenía un pequeño puesto junto a la carretera. Durante el día, me ponía auriculares y escuchaba las grabaciones de las conferencias de Shifu mientras hacía mis negocios. Todas las noches, después de terminar las tareas domésticas, seguía escuchando. A través de las enseñanzas de Shifu, me di cuenta de que Falun Dafa es una práctica tanto del cuerpo como de la mente, que guía la cultivación de los practicantes de acuerdo con los principios universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Como verdadero practicante, uno puede obtener la ayuda del Falun y de Shifu para limpiar su cuerpo.

Entender estos principios del Fa fortaleció aún más mi confianza en la práctica de Falun Dafa. La cultivación se convirtió en mi prioridad. Aproveché al máximo mi tiempo disponible, escuchando las conferencias de Shifu y haciendo los ejercicios de Dafa cada día.

Un día, de repente, sentí una sensación de calor en el bajo vientre. Cuando continué experimentando esta sensación durante los días siguientes, supe que el Fashen de Shifu estaba limpiando mi cuerpo y me había dado un Falun. Cuando me di cuenta de que mis enfermedades estaban siendo eliminadas y mi salud se restablecía gradualmente, mi felicidad no tuvo límites.

Practicando Falun Dafa abiertamente en casa

Había experimentado de primera mano los asombrosos poderes de Falun Dafa, tras solo unos días de práctica de cultivación. Al mismo tiempo, me di cuenta de que la persecución y la propaganda difundidas por el Partido Comunista Chino (PCCh) contra Falun Dafa eran rumores infundados y calumnias. Quería contarle a mi esposo los increíbles beneficios que había obtenido.

Sin embargo, en cuanto le dije que había empezado a practicar Falun Dafa, mi esposo perdió los estribos y gritó: "¿Ya no quieres vivir? Practicar Falun Dafa es ilegal. Te arrestarán y te enviarán a la cárcel". Me apresuré a explicarle: "Falun Dafa ha sido incriminado. Nuestra Constitución establece que las personas tienen derecho a la libertad de expresión y creencia. La ley de nuestro país no dice en ninguna parte que prohíbe a la gente practicar Falun Dafa. Además, Falun Dafa enseña a la gente a ser buena y tiene un gran efecto en la curación y la salud".

Profundamente engañado por la propaganda del PCCh, mi esposo se negó a escucharme y amenazó enfadado: "Tu puerta ha estado cerrada estos días. Entonces, ¡estabas practicando Falun Dafa en secreto! Si sigues practicando, llamaré a la policía. Haré que te detengan y encarcelen a ti y a tu amiga".

Sabía que las amenazas de mi esposo provenían de su miedo a que me persiguieran por practicar Falun Dafa. Él había visto sufrir a practicantes de Falun Dafa en su antiguo lugar de trabajo, cuando el gobierno se negó a pagarles el sueldo y a dar a sus hijos cualquier oportunidad de escolarización o empleo. Me enfrenté sin miedo a sus amenazas y le contesté con valentía: "Me niego a renunciar a Falun Dafa. Aunque me detengan y me envíen a prisión, seguiré practicando Falun Dafa".

A partir de entonces, cambié mi hábito original y empecé a estudiar el Fa y a hacer los ejercicios con la puerta de mi habitación abierta de par en par, haciendo caso omiso de las objeciones de mi esposo. Incluso empecé a mostrar mis libros de Falun Dafa abiertamente en nuestro espacio común en casa.

Un día, mientras me veía practicar Falun Dafa, mi esposo perdió los estribos y habló mal de la práctica. Al cabo de unos minutos, empezó a dolerle un diente. Al aumentar el dolor, empezó a gemir y a cubrirse la cara con las manos. Le dije que esto era una retribución por sus pecados contra Dafa, y que admitiera rápidamente su error ante la imagen de Shifu. Mi esposo ofreció sus disculpas ante Shifu, y su dolor de muelas desapareció instantáneamente. Desde entonces, mi esposo no calumnió más a Falun Dafa.

Gastritis erosiva curada

Cuando era adolescente, viajé sola a Chengdu para encontrar trabajo y ganar lo suficiente para mantener a mi familia. Mi exposición a las dificultades desde una edad temprana me hizo desarrollar problemas estomacales. Al principio, sufría frecuentes molestias estomacales, incapaz de tolerar la comida fría, el hambre prolongado o incluso demasiada comida, ya que la indigestión me provocaba dolores de estómago. Tenía unos 20 años cuando el hospital me diagnosticó gastritis erosiva.

Durante los 30 años siguientes, mis problemas estomacales siguieron recrudeciéndose cada vez que me descuidaba y comía algo que no me sentaba bien, como alimentos fríos, duros, picantes o agrios. Cada vez sufría terriblemente entre 10 días y medio mes, con fuertes hinchazones y dolores. La medicación no aliviaba los síntomas de mi enfermedad ni mi interminable ciclo de sufrimiento.

El 18 de agosto de 2016, el dolor de estómago empezó a agudizarse y a intensificarse a medida que avanzaba la noche. A medianoche, apenas podía soportar la agonía y pasé la noche revolcándome en la cama. A las 5 de la mañana, mi esposo vio mi estado y llamó rápidamente a mi yerno para que me llevara al hospital.

En cuanto llegamos a la entrada del hospital, mi mente nublada se aclaró de repente y recordé las enseñanzas de Shifu. Un cultivador no se enferma. Este dolor de estómago era el resultado de que Shifu eliminara mi yeli y limpiara mi cuerpo. Como practicantes de Falun Dafa, debemos poner nuestra confianza en Shifu y el Fa.

Inmediatamente, le dije a mi esposo que regresara a casa. Mi esposo se sorprendió. "Una persona enferma debe ir al hospital para recibir tratamiento. ¿Cómo puedes irte a casa?". Le contesté: "No es una enfermedad, es la eliminación de yeli. Shifu cuidará de mí, así que no hay problema". Incapaces de hacerme cambiar de opinión, mi esposo y mi yerno no tuvieron más remedio que llevarme de vuelta a casa.

Después de volver a casa, soporté el dolor y empecé a hacer la meditación. A medida que sonaba la música de práctica, mi dolor empezó a disminuir, devolviendo el bienestar a mi cuerpo. Después de practicar durante más de una hora, mis síntomas habían desaparecido y todo había vuelto a la normalidad. Han pasado siete u ocho años desde entonces, y mi dolor de estómago no ha vuelto a aparecer.

Curación de una hernia discal lumbar

Tras haber realizado trabajos manuales pesados desde la infancia, sufría dolores lumbares. A los 20 años, la escalada de dolor me llevó a buscar ayuda. Un examen hospitalario determinó que sufría una hernia discal lumbar intervertebral, con lesiones de diversa gravedad en las vértebras primera a quinta. Llegó un momento en que apenas podía mantenerme en pie, enderezar la espalda o incluso caminar. Tuve que guardar reposo en cama y tardé dos semanas en notar una mejoría gradual.

En junio de 2016, el dolor de espalda se intensificó de repente y me caí al suelo sentada, incapaz de valerme por mí misma. Mi esposo y mi hija me ayudaron a subir a la cama y me dijeron que me llevarían al hospital para recibir tratamiento. Me negué rotundamente y les expliqué: "Esto no es una enfermedad. Shifu está eliminando mi yeli de enfermedad por mí".

Descansé un rato en la cama antes de darme cuenta de que tenía que hacer mi parte estudiando el Fa y haciendo los ejercicios, para ayudar a Shifu a limpiar mi cuerpo. Aguantando el dolor, terminé los ejercicios antes de quedarme dormida de cansancio. Al despertar, me había recuperado del dolor de espalda. Pasaron ocho años desde entonces y mis dolores de espalda no volvieron a aparecer.

A pesar de la oposición de mi familia y de la amenaza inminente de la persecución del PCCh, seguí practicando Falun Dafa. La práctica se convirtió en una parte importante de mi vida, y Dafa ha curado muchas otras dolencias que también había sufrido, como cálculos en el conducto biliar, hipertensión, nefritis y nódulos en las cuerdas vocales.

Mi esposo cambió de opinión después de verme cultivando y los efectos positivos en mi salud y estado físico. Ahora, mi esposo apoya mi cultivación en Falun Dafa, quemando incienso en ocasiones ante la imagen de Shifu, o comprando frutas para dárselas como ofrendas a Shifu. Le debo a Falun Dafa mi felicidad y deseo agradecer a Shifu su compasión.