(Minghui.org) Recientemente tuve algunas fricciones con mi madre cuando trabajamos juntas para producir volantes de Falun Dafa. Noté que ella no doblaba los volantes correctamente y que los bordes no estaban parejos. Empecé a "supervisarla" y a controlar su trabajo. Mi madre se enfadó y me dijo: "Si no confías en mi trabajo, ¿por qué no lo haces tú?".

Yo pensaba que estaba siendo responsable y haciendo lo correcto, pero mi madre no lo entendía, por lo que me sentí agraviada.

En realidad, la que estaba equivocada era yo, ya que fue provocado mi apego a los celos. Al principio no me di cuenta, pero luego me vinieron a la mente las palabras de Shifu. Yo era como Shen Gongbao, y mi madre era como Jiang Ziya.

Mi madre anda en los 60 años y parece joven, pero yo la veía como una anciana y pensaba que era lenta y desorganizada. Yo me sentía muy capaz y conocedora, por lo que la menospreciaba (de hecho, mis capacidades y sabiduría me fueron dadas por Shifu y Dafa).

Solía pensar que tener envidia de los que eran más capaces que yo era un signo de celos. Con el tiempo reconocí que ser quisquillosa, señalar con el dedo y corregir a mi madre también eran manifestaciones de celos.

Volví a cometer el mismo error durante el estudio del Fa en grupo al señalar que ella leía el Fa con una entonación incorrecta. Yo era engreída y pensaba que se lo decía por su propio bien. Mi madre respondió: "Pues léelo tú". Se levantó y se fue a otra habitación.

Mi madre empezó a practicar antes de la persecución, y se ha cultivado mejor que yo. A pesar de la persecución, no ha dejado de practicar ni ha renunciado a su fe en Shifu y en Dafa. Ella ha estado haciendo materiales informativos de Dafa en casa todos estos años, mientras que yo empecé a practicar hace dos años. Debido a que tenía la mentalidad de la cultura del Partido Comunista Chino (PCCh), a menudo me enfocaba en los defectos de mi madre y no usaba el estándar del Fa para examinar mi comportamiento. Estoy muy por detrás de mi madre en lo que se refiere a la cultivación.

Estoy agradecida de que Shifu señalara mi apego a los celos en medio de las fricciones con mi madre. Esto me ayudó a mejorar. Siento haber herido a mi madre con mis palabras poco amables y mi trato injusto.

Como practicante, volver a la naturaleza verdadera de uno es la meta de la cultivación; por lo tanto, debo deshacerme de los celos.