(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1997. Sin embargo, debido a que no leí las enseñanzas en profundidad y no fui diligente en mi cultivación, fui perseguida por el Partido Comunista Chino (PCCh) cuando fui a Beijing para hablar a favor de Dafa después de que comenzara la persecución el 20 de julio de 1999. Después de 2001, dejé gradualmente de practicar. En 2009 reanudé la práctica y supe que necesitaba compensar las oportunidades de cultivación que había perdido.

Superar las tribulaciones

Cada semana, me unía a dos grupos de estudio del Fa para compensar los años perdidos. Al leer las enseñanzas, me di cuenta de que en el pasado solo entendía los significados superficiales del Fa. Estaba obstruida por mi apego al miedo, pero no me daba cuenta de ello. A finales de 2010, puse en marcha un sitio de producción de materiales familiar. En 2012, una practicante local fue perseguida por aclarar la verdad sobre la persecución. Nadie estaba dispuesto a ocupar su lugar. El coordinador me preguntó si podía intervenir. En 2014, otro practicante fue perseguido y el coordinador volvió a ponerse en contacto conmigo. Pensé que había intervenido la última vez, pero no lo hice bien. Esta vez pensé que debía preguntar a otros practicantes más capaces. Sin embargo, me dijo: "Tú conoces la situación. Es mejor que lo hagas tú". Le dije que lo pensaría. Como mi documento de identidad y mis datos personales ya habían sido expuestos durante la anterior ronda de persecución, el miedo se apoderó de mí. Me sentía reticente.

Los elementos negativos pudieron verlo todo con claridad en otro reino y mi cuerpo fue perseguido. Tuve los síntomas de un derrame cerebral (trombosis cerebral). Aunque los síntomas desaparecieron al cabo de unos diez días, no pude leer los libros de Falun Dafa. Cada vez que intentaba leer, tenía visión doble. Le pedí a mi hija que me ayudara señalándome los errores mientras leía. Ella empezó a practicar cuando era joven, pero dejó de hacerlo después de que el PCCh empezara a perseguir Falun Dafa el 20 de julio de 1999.

Pensé que esto no era malo, ya que en el proceso ella también estaría leyendo el Fa. Sin embargo, al cabo de unos días, ya no quiso ayudarme. Otra practicante me pidió que fuera a su casa para estudiar el Fa y fui. Pero algunos practicantes se quejaron de que leía demasiado despacio, así que esa practicante me pidió que dejara de ir.

Pasé a escuchar las grabaciones de las conferencias de Shifu.

Ocupada con la familia

En 2015 nació mi nieta y empecé a cuidarla. Salía de casa a las 5 de la mañana y encendía el MP3 para escuchar las conferencias de Shifu mientras hacía las tareas domésticas. Desayunaba a las 8 de la mañana y volvía a casa después de terminar todas las tareas domésticas. Por la mañana, salía a hablar con la gente sobre Falun Dafa. Por la tarde cuidaba a la niña y escuchábamos el Fa. En 2018, mi hija volvió a quedar embarazada accidentalmente, pero todos la persuadieron de que renunciara al bebé. Pensé que nuestra familia no tenía las condiciones financieras para criar a otro niño, pero los practicantes no matan a los seres vivos, ya que todos están aquí para obtener el Fa. Después de pensarlo bien, decidimos quedarnos con el bebé y así tuve un segundo nieto.

Después de que naciera el niño, estuve aún más atareada. Todos los días me ocupaba de los niños. Como había perdido tantos años y no sabía leer el Fa, me sentía angustiada, pero no me daba cuenta de cuál era el problema. Después de algún tiempo, dejé de intentar averiguar por qué pasaba esto, ya que cuanto más lo intentaba, más me apegaba al asunto.

Un día de abril de 2021, mi exesposo vino a mi casa y le pidió a mi yerno que lo acompañara a ver al médico. Recordé que Shifu dijo:

"Al mismo tiempo, en el curso de la transmisión del Fa también expusimos los principios para ser un humano y asimismo esperamos que ustedes, después de salir de las clases, si no pueden realizar el xiulian de acuerdo con Dafa, puedan al menos ser buenas personas; de esta manera es beneficioso para nuestra sociedad" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Mi exesposo estaba hospitalizado y yo lo ayudé. Seguí aclarándole la verdad. Cuando lo entendió, escuchó las conferencias de Shifu. El médico me dijo que tenía un cáncer terminal y que solo viviría tres meses. Me preguntó por mi relación con él para ver qué debía hacer a continuación. Le dije que yo era su exesposa, pero que él tenía un hermano y una hermana. El médico me pidió que hablara de la situación con ellos, ya que la cirugía no le ayudaría. Después volvimos a casa.

Nuestra casa es pequeña, pero la vivienda de enfrente estaba vacía. Su hermana la alquiló y él se quedó allí. Cuando mi hija tenía tres años, mi exesposo dejó de cumplir sus obligaciones como padre. Nos dejó cuando ella tenía siete años. Por ello, mi hija tenía una opinión negativa de su padre. La convencí y ella intentó ayudarle. Sin embargo, pronto discutieron y no tuve más remedio que ocuparme yo de él. Me ocupé de él hasta que falleció. Como había estado escuchando las conferencias, mi exesposo no sufrió mucho dolor. Su hermana me dijo: "¿Cómo debo agradecértelo?". Le dije: "No hace falta que me des las gracias. Si quieres agradecérselo a alguien, puedes agradecérselo a mi Shifu. Si no practicara Falun Dafa, no podría haber superado el divorcio y ayudarlo". Su hermana dijo: "En ese caso, le doy las gracias al Shifu de Falun Dafa".

Un milagro

China experimentó un aumento masivo de COVID a finales de 2022. Desarrollé fiebre, pero no la medí. Los síntomas desaparecieron pronto. Los miembros de mi familia también tuvieron fiebre y sus temperaturas eran ligeramente superiores a 37 grados centígrados. Sus fiebres también desaparecieron al cabo de uno o dos días. Más tarde, reconocí inconscientemente los síntomas de COVID. Me sentía muy incómoda y me costaba girar la cabeza. Tenía la sensación de que la habitación daba vueltas. Lo que empeoraba las cosas es que, cuando estaba mareada, me desorientaba y no sabía lo que pasaba a mi alrededor. Sin embargo, sabía que estos síntomas no eran reales.

Una tarde, de repente sonó la alarma del coche que estaba delante de mi ventana. Como mi balcón es alto, tengo que subirme a un pequeño taburete si quiero ver lo que ocurre fuera. Justo en ese momento, mi nieto entró corriendo y se subió al taburete y yo quedé apoyada con un solo pie. Cuando vio que intentaba acomodarme, saltó del taburete. Debido al desequilibrio de peso, el taburete se volcó y me caí. Mi cabeza se estampó contra la puerta metálica. Empecé a sangrar por un corte triangular de tres centímetros en la cabeza.

Fui al lavabo a buscar pañuelos de papel para presionar la herida, que sangraba profusamente. Los dos niños se sentaron en posición de loto completo y enviaron pensamientos rectos. Yo también me senté en la postura del loto y envié pensamientos rectos. Al cabo de una hora, la hemorragia se detuvo.

Es realmente como lo que dijo Shifu: "...lo que encuentres –sea bueno o malo– es una cosa buena..." (Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005). Después de esta caída, mi visión doble desapareció y ya no me sentía mareada.

Todos estos años, Shifu vio que yo no entendía los principios del Fa. Sé que a través de esta experiencia Shifu me ayudó a pagar mi yeli. Inmediatamente dije: "Gracias, Shifu".

Mientras escribía esto, mis lágrimas seguían fluyendo. Ahora, puedo leer el Fa. ¡Definitivamente estudiaré bien el Fa, salvaré a más personas y no defraudaré la salvación benevolente de Shifu!