(Minghui.org) En El objetivo final del comunismo, dice: "La esencia del comunismo es un espíritu maligno, compuesto de odio y todo tipo de cosas podridas en las dimensiones inferiores. Por odio, ha masacrado a más de 100 millones de personas y destruido miles de años de una espléndida civilización. Por odio, ha corrompido sin escrúpulos la moral humana, ha alejado a la gente de Dios y ha traicionado a Dios para lograr su objetivo final de destruir a la humanidad".

El odio y el resentimiento aparecen frecuentemente como sustancias en mi campo dimensional. Una vez, cuando estaba concentrado en eliminarlos, descubrí que en otra dimensión mis apegos y deseos generaban odio. También descubrí que hay un demonio que aviva las llamas, sembrando la discordia y creando sensación de injusticia. Utiliza las malas nociones que formé, al igual que los apegos y deseos que aún no he eliminado, para generar una sustancia de odio, y me la impone. Suele manifestarse como sentimientos de envidia y resentimiento. Debido a que mi nivel de cultivación es limitado, por lo general no puedo ver claramente esta sustancia y rechazarla.

Eliminando la envidia

La envidia ha sido un apego muy persistente en mí. La envidia puede conducir fácilmente al resentimiento. Durante mis dos años y medio de cultivación, me he enfocado en deshacerme de esto. Por ejemplo, con frecuencia hablo de eso cuando comparto mis experiencias de cultivación con otros practicantes. También hablo con practicantes occidentales, ya que ellos han vivido en una sociedad normal sin la cultura del Partido Comunista Chino (PCCh). Cuando intento cultivarme activamente y eliminar mi envidia, Shifu me ilumina.

Mi incapacidad para ver mi propio mal comportamiento y el querer justificar siempre las cosas son dos fuentes principales de mi envidia. Se manifiestan principalmente cuando no soporto los malos hábitos de algunas personas, como presumir, ser astuto, adular, aprovecharse de los demás, etcétera. Especialmente cuando afectan mis propios intereses, no puedo tolerarlo. Etiqueto a esas personas y creo un prejuicio contra ellos: "Esta persona es egoísta y no me gusta": "Esta persona es egoísta y no merece cosas buenas". Mi fuerte mentalidad competitiva es otra manifestación de mi envidia. Especialmente hacia aquellos cuya conducta me parece mala, o cuando alguien consigue cosas buenas sin esforzarse mucho, siento que la situación es injusta y siento envidia.

Tengo una idea equivocada: Siempre he pensado que la capacidad, el esfuerzo y el carácter moral de una persona deberían determinar qué tan bien le va. Si una persona no es muy capaz, no se esfuerza, su carácter no es bueno, o es egoísta, oportunista o astuta, creo que no debería irle bien.

“Pero no importa cuán inteligente o astuta sea una persona, al final todo termina igual. Tomemos el caso de alguien muy tonto. Puedes encontrar una persona estúpida e ingenua, mientras que otra es muy astuta. Pero no importa cómo vivas tu vida, el resultado es el mismo. Definitivamente no va a cambiar nada sólo porque una persona sea astuta, ni va a cambiar porque una persona sea ingenua. Todo lo que ser astuto puede hacer es convertirte en una peor persona, y mientras creas yeli te deslizas hacia abajo. Como tu entorno y tú mismo se vuelven tensos y tirantes, las mentes de los que te rodean a su vez se volverán más complicadas, y luego a su vez sus pensamientos complicados causarán que te vuelvas aún peor”. (Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. VIII)

El Fa de Shifu abrió el nudo de mi corazón y descubrí que tengo un fuerte apego: un sentimiento de injusticia oculto en mi envidia. Por ejemplo, cuando otras personas son astutas y oportunistas pero siempre parecen tener éxito, me parece injusto y me siento intranquilo cuando les va bien, pero los principios del universo siempre son justos. Cuando pienso que algo no es justo, me considero una persona común y corriente, porque en apariencia, las cosas en el mundo común son injustas. Cuando pienso que las cosas no son justas, es una manifestación de no creer en Shifu y el Fa.

Esto también demuestra que todavía tengo mucho apego a la fama y las ganancias, porque siempre juzgo lo bueno y lo malo con base en lo bien que lo hace una persona. Un cultivador no debe preocuparse por las ganancias y pérdidas en el mundo humano. Cuando veo los defectos de los demás, tengo pensamientos negativos hacia ellos. Me cuesta olvidarlo si pienso que alguien es egoísta y astuto. Como practicante, debería mirar hacia dentro. Sin embargo, como no soy tolerante, a menudo me obsesiono con los apegos de los demás y no logro salir de ese estancamiento.

Otra cosa que despierta mi envidia es no querer quedarme atrás y el pensamiento de que no debo marchar detrás de los demás. Esta mentalidad viene del adoctrinamiento del PCCh de luchar y ser competitivo.

Aunque no tengo un buen concepto de mí mismo, a veces me siento desanimado por mi falta de capacidad. En la vida cotidiana, parece que he logrado cosas a través de trabajo duro. Estas experiencias me han ido arrastrando poco a poco a una trampa: me siento feliz cuando me va mejor que a los demás, y cuando a los demás les va mejor que a mí, estalla mi mentalidad competitiva. No puedo aceptar que soy inferior. Siento angustia al no poder entender que hay muchas cosas que no puedo lograr.

Creo que no hay nada malo en esforzarse y sentir que se ha logrado algo. Mi problema es que mi cerebro crea la ilusión de que mi felicidad es el resultado de ser mejor que los demás. Ahora que lo he reconocido, tengo que cambiar gradualmente mi forma de pensar.

Cuando empiezo a sentirme angustiado, competitivo y con ganas de esforzarme más, entonces estoy siguiendo la falsa idea de que todas las personas van en la misma dirección y van por el mismo camino. Pero, en realidad, cada uno tiene un camino muy diferente, aunque no lo parezca en la superficie. Cuando siento que estoy siendo competitivo, tengo que calmarme y pensar si me he desviado de mi camino.

Me di cuenta que en mi nivel actual si hay algo, mientras más pienso en eso, siento más presión y me enredo más, entonces debo estar pensando con las nociones de la gente común. Cuando un cultivador piensa en un asunto desde la perspectiva del Fa, siempre hay un sentimiento de que el camino hacia adelante se hace más y más ancho.

Tuve la oportunidad de trabajar con otro practicante para aclarar la verdad a la gente de China. No nos conocíamos y él no hablaba muy bien el chino. Me sorprendió que fuera capaz de mostrarse abierto conmigo rápidamente y compartir conmigo. Me dijo que sentía que la gente en China siempre tenía malas actitudes hacia él, y que sentía envidia de mí porque me iba mejor. Le dije que no me iba tan bien como él pensaba, y que lo que veía podía ser una falsa apariencia, porque la envidia puede hacer que la gente vea falsas apariencias. Me sorprendió que dijera esto. Sentí que era Shifu quien me daba la oportunidad de examinar el problema de la envidia desde otro ángulo y me indicaba este principio. También me sirvió de inspiración: Abrirse y compartir más puede resolver y eliminar eficazmente las barreras, y estas barreras y sospechas son el terreno para el crecimiento de la envidia.

Seguiré cultivando este aspecto y estoy decidido a deshacerme de la envidia.

Eliminando el resentimiento

Tengo expectativas sobre los resultados de todo. Cuando la realidad no cumple mis expectativas, me siento infeliz y resentido. Miro hacia fuera, culpo a los demás y me siento resentido y envidioso: "El resultado no debería ser así. Todo es culpa tuya".

Me dejo llevar por las emociones y con frecuencia reacciono a las cosas con base en cómo me siento física o emocionalmente. Me siento feliz cuando encuentro cosas buenas y resentido cuando las cosas no salen como yo quiero. El demonio en mi campo dimensional que se especializa en avivar las llamas utiliza mis emociones para crear la sustancia del odio y el resentimiento.

Poco a poco me di cuenta que me dejo llevar fácilmente por los sentimientos y las emociones. Cuando mis emociones fluctúan, intento calmarme y pensar por qué me siento exultante o tengo resentimiento, ansiedad o miedo. Me di cuenta que era porque no miraba la situación como un cultivador.

Recientemente tuve dos experiencias de deshacerme del resentimiento. Una fue después de terminar un proyecto, y un jefe de equipo me acusó indirecta pero duramente. La otra fue cuando mi xinxing no era adecuado, y me insultaban continuamente en China cuando llamaba por teléfono. Aunque los incidentes no me parecieron muy importantes después, cuando ocurrieron sentía como si me estuvieran golpeando, y la sustancia del resentimiento realmente quería que odiara a la otra parte.

Hacía todo lo posible por recordar los principios del Fa, contener mi ira y no sentir resentimiento hacia los demás. Sentía que mi yeli (karma) de pensamiento crecía como la mala hierba y trataba de impedirme estudiar el Fa. Agradezco a los otros practicantes que me animaron a seguir leyendo el Fa. Cuando leía el Fa no podía concentrarme. Entonces, de repente noté algunas frases en el libro que no había notado antes y gradualmente percibí claramente esta sustancia demoníaca. La rechacé firmemente. Mientras continuaba leyendo el Fa, mi corazón se abrió de repente, y esta sustancia desapareció completamente. Sentí mucha alegría en ese momento, pero aún así no pude contener las lágrimas. Sentí que mi lado que sabe comprendía que Shifu me estaba ayudando a eliminar esta sustancia demoníaca.

Recientemente experimenté una situación positiva. Me di cuenta que estaba a punto de escuchar unas palabras desagradables, y ese demonio estaba a punto de actuar de nuevo. Me di cuenta a tiempo porque quiero cultivarme. Ahora espero con impaciencia que los demás me señalen los defectos que aún no he encontrado. Creo que esto será muy útil para mi cultivación.

Encontrando respuestas en el Fa

Estoy muy agradecido por la compasión de Shifu. Cada vez que no me siento bien en la cultivación, siempre encuentro la respuesta en el Fa, o encuentro pistas en cosas o personas a mi alrededor. Sé que, como practicante, no puedo dejarme llevar por mis emociones. Debo apreciar a las personas y las cosas que exponen mis emociones. Debo tomar estas situaciones como oportunidades para mejorar, negar los arreglos de las viejas fuerzas, abrir mi corazón, respetar a otros, y caminar el camino de asistir a Shifu en la rectificación Fa.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!