(Minghui.org) En el Estado de Chu, durante la Dinastía Zhou Oriental, en el año 559 a. C., un alto funcionario, Wu She, fue ejecutado por el rey Ping de Chu, tras ser incriminado por un traidor del país. El rey también convocó a los dos hijos de Wu a la capital, con la intención de matarlos a ambos. El hijo mayor, Wu Shang, fue y fue ejecutado; el hijo menor, Wu Zixu, huyó al Estado de Wu para poder vengarse algún día del rey.
En su camino hacia el Estado de Wu, Wu Zixu fue detenido por un gran río. Justo cuando estaba perdido, vio un bote con un pescador, que lo llevó al otro lado del río. Cuando Wu le ofreció su espada, el único objeto de valor que llevaba consigo, como muestra de agradecimiento, el pescador se negó a aceptarla, diciendo: "El rey de Chu ofrece una recompensa de 50.000 piezas de maíz por atraparte. Si fuera una persona codiciosa, sin duda te habría denunciado".
Al leer la historia, el accionar del pescador me conmovió profundamente. Me recordó a otra persona, que arriesgó su vida para proteger a un practicante de Falun Dafa en plena persecución.
Esa persona era Wei Ren (alias), el hijo de una amiga mía. Era director de Recursos Humanos de una gran empresa. Mientras la visitaba en 2010, me contó una historia.
"Había un practicante de Falun Dafa que fue despedido por mi empresa por ir a Beijing a hacer una apelación a favor de Falun Dafa. Era una persona muy agradable y trabajadora. Hace unos días, su mujer vino a verme y me dijo que estaba buscando trabajo fuera de la ciudad, para lo que necesitaba una carta de la oficina de trabajo local (para demostrar que trabajaba en nuestra ciudad) y una carta de referencia nuestra".
"Lloró mucho, contándome lo difícil que era para su marido encontrar trabajo después de que lo despidieran, ya que la mayoría de los empleadores no se atrevían a contratarlo por su práctica de Falun Dafa. Ella venía del campo y tampoco tenía trabajo. La familia vivió una vida muy difícil en los últimos años, a menudo luchando para llegar a fin de mes".
Wei continuó: "Me entristeció escuchar su historia y sentí una gran simpatía por ellos. No deberían sufrir tantas penurias solo por su fe espiritual. Sucedió que nuestro departamento de RRHH estaba preparando los trámites de jubilación de varios empleados. Así que le pedí a una persona de mi equipo que preparara un documento de jubilación para ese practicante, para que pudiera empezar a cobrar una pensión a partir de ahora. Le dije que yo me responsabilizaría de él y que si alguien preguntaba por él, podía dirigirse a mí".
Me conmovió mucho lo que me dijo Wei. Lo tomé de las manos con fuerza y le dije: "Has hecho algo tan grande. Serás bendecido por ello".
Poco después, Wei fue ascendido a director general de la empresa. Su padre, octogenario y ciego desde hacía muchos años a causa de la diabetes, fue operado en Beijing. Aunque el médico no esperaba que la operación ayudara al anciano a recuperar la vista debido a su avanzada edad y frágil salud, ¡pudo volver a ver poco después de la operación! Toda su familia se sintió bendecida por la bondad de Wei.
Durante el periodo más oscuro de la persecución contra Falun Dafa, muchas personas tomaron parte en ella para sumar puntos políticos, mientras que otras hicieron la vista gorda para protegerse de ser implicados. Pero fue realmente valiente por parte de Wei echar una mano al practicante de Falun Dafa cuando más lo necesitaba.
Además de Wei, también he conocido a muchas personas de buen corazón, como miembros del comité residencial, gerentes de empresas y algunos agentes de policía, que ayudaron y protegieron discretamente a los practicantes de Falun Dafa, sin buscar nada a cambio. Esto realmente trae esperanza a la sociedad china. Cuando cese la persecución y se haga justicia a Falun Dafa, sus acciones rectas serán conocidas y respetadas por más gente.
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