(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en julio de 1997. Desde entonces, pasé de ser una persona de mediana edad a una persona mayor. Mi xinxing se templó en la cultivación, y con el tiempo me convertí en una mejor persona. Durante el proceso de hacer las tres cosas que un practicante debe hacer, gradualmente dejé ir mi egoísmo y ego, y me moví hacia el estado altruista que Shifu requiere que alcancemos.

Estudio eficaz del Fa: aprender a cultivar

Empecé a leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, tan pronto como obtuve el Fa. Desde hace más de 20 años, no he visto a Shifu en persona. En cuanto a cómo andar bien cada paso en mi camino de cultivación, sólo podía descifrarlo y actuarlo siguiendo el Fa de Shifu.

Tuve que enfrentar tribulaciones cuando fui perseguida por el depravado Partido Comunista Chino (PCCh) en un centro de detención, centro de lavado de cerebro y prisión. Durante los momentos más dolorosos, no me derrumbé, sino que logré recomponerme para caminar cada paso perfectamente. Sólo porque pensé en Dafa, en las enseñanzas de Shifu, pude aferrarme a mi fe y atravesar mis tribulaciones. Así, traté el estudio del Fa como la cosa más importante en mi vida diaria.

No seguí ningún formato en el estudio del Fa. Tanto si participaba en un grupo de estudio del Fa como si estudiaba sola, intentaba calmar mi mente y mantenerme concentrada. No me aferré a ninguna búsqueda al estudiar el Fa. Comprendí que Shifu ha puesto su poder ilimitado y su sabiduría infinita en sus enseñanzas. Siempre y cuando asimilara cada palabra en mi corazón, el Fa podría ayudarme a eliminar mi yeli (karma) de pensamiento que no habría encontrado de otra manera. Cuando podía llenar mis pensamientos con el Fa, podía calmarme cuando se trataba de enviar pensamientos rectos y hacer los ejercicios. Así, aclarar la verdad de Falun Dafa y ayudar a la gente a abandonar el PCCh se hizo más fácil.

Durante la mayor parte del año pasado, no traté las cosas con las que me encontré como antes. En el pasado, me atascaba y no podía salir de ello cuando me enfrentaba a conflictos familiares. Pero ahora, utilizaba los principios de Dafa para pensar por qué se producía el conflicto. ¿Había algún apego que tenía que soltar?

Por ejemplo, un día un familiar habló repetidamente de otras personas delante de mí. Entonces pensé: "¿Por qué siempre es así? ¿Tiene algo que ver con que no cultivo mi forma de hablar?". Cuando empecé a mirar hacia dentro, efectivamente encontré algo: tenía quejas sobre un familiar. Cada vez que mi marido mencionaba a ese pariente, yo le daba la razón y hablaba mal de él a sus espaldas.

A veces había planeado hacer algo, pero de repente tenía que ir con mi marido a ocuparme de otra cosa. A diferencia de antes, cuando pensaba que era una interferencia a mi estudio del Fa o al hacer los ejercicios, ahora pienso que todo con lo que se topa un practicante no es accidental. Así que me fui con él. Luego, durante el proceso, me topé con personas con relaciones predestinadas, y les aclaré la verdad sobre Dafa.

En mi vida cotidiana, desde que miré hacia dentro y me cultivé, me sentía muy realizada cada día y siempre estaba de buen humor. Cuando me encontraba con algo que no era bueno, podía tratarlo con una mente pacífica.

Shifu dijo:

“Todos saben que después de alcanzar ese nivel de luohan, al encontrarse con cualquier suceso no se lo guarda en el corazón, no se guarda, en absoluto, ningún asunto de la gente común en el corazón se está siempre alegre y sonriente, y por más que se salga perdiendo ampliamente, igual se está alegre y sin darle importancia” (Novena lección, Zhuan Falun).

Al cambiar mi mentalidad, mi aspecto también se transformó. Antes, siempre tenía un aspecto serio, como si no fuera feliz. A los demás tampoco les gustaba hablar conmigo. Ahora, siempre tengo una sonrisa pacífica en la cara. Cuando la gente me ve, no puede evitar sonreír también. Esto además facilita la comunicación con los seres conscientes.

Eliminando los elementos venenosos del adoctrinamiento del PCCh y volviéndome altruista

En la escuela me habían lavado el cerebro con el adoctrinamiento del PCCh desde la infancia. En el trabajo, lo que yo decía y hacía también podía interpretarse como procedente del adoctrinamiento al que me sometía cuando observaba el régimen del PCCh.

Durante mucho tiempo, cada vez que compañeros practicantes me hablaban de las tribulaciones en su cultivación, siempre me inclinaba a sugerirles mi propio enfoque, pensando que era para su beneficio. Más tarde, cuando descubría que no adoptaron mis sugerencias, me irritaba un poco. En casa, cuando las cosas no salían como yo quería, siempre acababa discutiendo con los demás. Cuando hablaba con mis hijos, me gustaba imponerles mi opinión. Si estaban en contra, yo tampoco estaba contenta. Cuando hablaba con otra persona, mi tono era muy agresivo y tenía prisa por expresar mis propias opiniones. A menudo me colaba en la conversación e interrumpía a los demás cada vez que decían algo.

Aunque leí dos veces los "Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista" y "Desmantelando la Cultura del Partido", me preguntaba por qué seguía sin poder cambiar mis malos hábitos relacionados con el adoctrinamiento del Partido. Estaba muy preocupada.

Un día hablé de este tema con otra practicante. Ella me descargó una serie de vídeos de la página web de Minghui sobre cómo dejar atrás el adoctrinamiento que yo había sufrido. Cuando llegué a casa, dediqué un rato a verlo. También leí atentamente la versión electrónica de Desmantelando la cultura del partido. Entonces lo entendí. Resultó que estaba impaciente cuando leí por primera vez este libro electrónico. Seleccioné sólo algunos de sus contenidos y me salté otros. Como resultado, había muchos de los elementos venenosos del PCCh que no encontré. No es de extrañar que no pudiera eliminar mi mentalidad competitiva y fanfarrona.

Mirando cuidadosamente hacia dentro, me di cuenta de que estaba envenenada por el adoctrinamiento del PCCh. Tenía una fuerte mentalidad de pensar demasiado en mí misma. Hiciera lo que hiciera, el primer pensamiento era siempre sobre mí misma. Después de descubrir este apego, cada vez que surgía este tipo de pensamiento, inmediatamente lo negaba en lo más profundo. Cuando me encontraba con un conflicto difícil de resolver, recurría a lo que exigen los principios de Dafa: poner a los demás en primer lugar y ponerme en el lugar de la otra parte. Entonces, el conflicto se resolvía más fácilmente.

Durante este Año Nuevo Chino, mi suegra, que tiene unos 90 años, contrajo el COVID. Apenas pudo levantarse de la cama. Así que algunos de sus hijos y suegros se turnaron para cuidarla. Vivía en el campo. Cuando nos tocó a nosotros, mi marido estaba liado con el trabajo, fui yo sola a cuidarla.

Mi suegra era una mujer fuerte. Cuando necesitaba algo, sólo hablaba con sus hijas, no con sus parientes políticos, por miedo a molestar a los demás. Pero cuando no estaba contenta, me daba un trato frio. Cuando lo hacía, calmaba mi mente e intentaba averiguar por qué no estaba contenta. Miré hacia dentro y me di cuenta de que había cosas que yo no hacía bien. Por ejemplo, cuando de vez en cuando se levantaba de la cama y se sentaba en el sofá, yo no la ayudaba a ordenarla. Y durante unos días no se duchó, y yo no tuve la consideración de darle un baño de esponja en su lugar. También pasé por alto el hecho de que se cambiara la ropa interior ella sola, sin echarle una mano.

A la mañana siguiente hacía sol y calor. Mi suegra se levantó para dar un paseo. Aproveché para sacar sus dos edredones y ponerlos al sol. Al verlo, se le dibujó una sonrisa en la cara. A mediodía, encendí el aire acondicionado y tomé una palangana con agua caliente para darle un baño de esponja. Todas las noches tomaba la iniciativa de ayudarla a lavarse y masajearse los pies. También le preparaba comidas a su gusto. Las frutas le parecían frías y difíciles de masticar, así que no las comía. Pero al ver que llevaba dos días sin defecar, me preocupé mucho. Así que corté una manzana en rodajas, las cociné hasta que estuvieron blandas y se las di para que se las comiera. Durante el día, cuando estaba en la cama y no dormía, iba de vez en cuando a charlar con ella para que no se sintiera sola.

Al comer más cada día, también estaba de mejor humor. Comenzó a recitar las frases: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" por la mañana y por la noche. Después de cuatro días de cuidarla, se volvió más enérgica y dejó de vomitar sangre. Además, se levantaba de la cama y se sentaba a la mesa para comer. Para ella, a esa edad y que llevaba más de un mes vomitando sangre de forma intermitente, fue milagroso que se recuperara en pocos días. Fue una verdadera bendición que recibió de Dafa.

Cuando llegó el momento de que mi cuñado y mi cuñada se ocuparan de ella, les lavé la funda de la cama y los edredones para darles la bienvenida. Mi cuñada solía opinar mal que yo ayudara a la gente a abandonar el PCCh, y no era amistosa. Esta vez, cuando vieron lo que hice por ellos, se puso muy contenta. También tomó la iniciativa de ayudarme a lavar los platos después de comer, para que yo pudiera tener tiempo de enviar pensamientos rectos. Me di cuenta de que cuando tenía la mentalidad competitiva y fanfarrona que se adopta debido al adoctrinamiento del PCCh, y mi apego a mi ego, no solía pensar nunca en ser considerada con los demás. Cuando hice las cosas sin ninguna noción, dejé de lado mi propio ego y pensé más en los demás, hubo menos conflictos con los demás y las cosas funcionaron mejor.

Salvar a los seres conscientes con racionalidad

Influido por el adoctrinamiento del Partido, que enseña a mostrar un gran éxito y a hacer cosas superficiales, estaba muy apegada al resultado de mi esclarecimiento de la verdad y a salvar a los seres conscientes. A veces causé malentendidos a otras personas, hasta el punto de ser irrespetuosa con Dafa.

A una pariente le diagnosticaron cáncer. Anteriormente ayudé tanto a ella como a su marido a abandonar el PCCh y sus organizaciones juveniles. Pero esta vez pensaba aconsejarle que recitara las frases para salvar su vida. Así que llevé material informativo y Zhuan Falun conmigo cuando fui a verla. Su hijo, que acababa de regresar de un viaje al extranjero, estaba en cuarentena. Por lo tanto, no me dejaron entrar. Sin su consentimiento, le dejé Zhuan Falun y el material informativo a su marido para que se lo diera. Probablemente por cortesía, su marido no los rechazó en mi cara. Más tarde supe que, poco después de irme, los tiró todos al cubo de la basura. Así, ella no llegó a ver ninguno de ellos.

Esto me dolió mucho. No presté suficiente atención a cómo salvaba a la gente. No sólo no las salvé, sino que las alejé, tanto como para que cometieran un nuevo pecado hacia Dafa sin darse cuenta.

Ahora, cuando hablo con la gente sobre Dafa, lo hago sobre la base de estudiar el Fa y emitir bien los pensamientos rectos. Presto atención a articular bien las cosas y hacerme entender. Independientemente de si la otra persona era alguien que yo conocía o no, seguí el tema de interés de la otra persona, escuché cómo se expresaba, y luego encontré la oportunidad de sacar a relucir la aclaración de la verdad. Luego les ayudé a abandonar el PCCh para garantizar su seguridad. Así, cuando ponía mi corazón en lo que hacía, aunque no acabara ayudando a mucha gente a dejar el PCCh, quienquiera a quien ayudara oiría la verdad.

A veces no tenía tiempo para ayudarles a abandonar el PCCh, así que les decía sinceramente las frases de Dafa que debían recitar, para que escaparan de la calamidad. Luego les decía que Falun Dafa había sido incriminado por el PCCh, y que nunca había que escuchar la propaganda fabricada en la televisión, sino que había que tratar amablemente a los practicantes de Dafa. Cuando tuve pensamientos verdaderamente amables de salvar compasivamente a la gente, lo que dije fue bien recibido por la gente. Lo reconocían apreciando lo que hacía.

A finales del año pasado, cuando el COVID volvió a aumentar, me di cuenta de que la mayoría de los que aprendieron la verdad y abandonaron el PCCh pasaron el invierno sanos y salvos. Aunque algunos de ellos estaban infectados, sus síntomas eran muy leves y se recuperaron rápidamente. Durante este período caótico, tratar a Dafa amablemente y elegir dejar el PCCh para asegurar la seguridad de uno es seguir la voluntad del Cielo.

Eliminando la lujuria y sufriendo una tribulación física de eliminación de yeli

La primavera pasada, me creció un pequeño lunar negro en la cara, y me picaba de vez en cuando. Varias veces envié pensamientos rectos sobre él, pero no funcionó. Me preocupé mucho y siempre pensaba en ello. Me di cuenta de que era un apego. Entonces fui al servicio de dermatología para que me lo extirparan mediante una pequeña intervención quirúrgica. Después, la biopsia del hospital demostró que era un carcinoma basocelular, también conocido como cáncer de piel.

Después de mirar repetidamente el resultado de esta prueba, me quedé en estado de shock. Lloré de camino a casa. ¿Cómo podía desarrollar células cancerosas? Consideraba que me estaba cultivando bien, así que ¿por qué obtuve este resultado? Por supuesto, no podía verlo como un cáncer. He cultivado durante tantos años, y Shifu ha purificado constantemente mi cuerpo, ¿cómo podía aparecer tal yeli de enfermedad? En primer lugar, pensé que probablemente tenía lagunas en mi creencia en Shifu y en Dafa, que fueron aprovechadas por las viejas fuerzas malignas de otras dimensiones y, en consecuencia, causaron esta ilusión de yeli de enfermedad.

Después de salir del hospital, no revelé los resultados a mi familia, sino que fui directamente a ver a una compañera practicante y hablé con ella. Estuvo de acuerdo con mis pensamientos y me sugirió que volviera a casa para mirar hacia dentro. Cuando llegué a casa, examiné cuidadosamente cada uno de mis pensamientos. Entonces me di cuenta de que tenía dudas sobre este pasaje del Fa:

Shifu dijo:

"Por decir una broma, las mujeres jóvenes siempre quieren hacerse tratamientos de belleza para tener un cutis más claro y mejor. Yo digo que si refinas genuinamente el método de gong de la cultivación dual de naturaleza y vida, llegas naturalmente a este paso; está garantizado que no necesitas hacerte tratamientos de belleza" (Quinta lección, Zhuan Falun). 

Como no creía de verdad lo que Shifu decía, se reflejaba en mi comportamiento. Siempre me maquillaba ligeramente antes de salir. También inventaba excusas para justificarlo: Todavía no me había cultivado hasta ese punto, así que me maquillaba para dar una buena imagen a la gente. No quería defraudar a Dafa. Así, en mi vida cotidiana, no me apetecía salir sin maquillarme. Por eso, a menudo acababa comprando en Internet cosméticos de marca.

Al profundizar en mi interior, me di cuenta de que se trataba del apego a la lujuria. A menudo compraba ropa por Internet, lo que me hacía perder un tiempo precioso y recursos de Dafa. Me gustaba que los demás me elogiaran. Cuando aparecía en un lugar público, me gustaba tener buen aspecto. Esto se debía a que mi mentalidad competitiva, mi mentalidad de fanfarrona, mi búsqueda de fama y mis celos eran muy fuertes. Tenía una comprensión unilateral de los principios del Fa que decía Shifu sobre la necesidad de arreglar a las mujeres, y los utilizaba para proteger mis apegos lujuriosos. Antes de la operación menor, mientras me aplicaba crema blanqueadora, siempre sentía la piel tirante, y tenía que lavarme la cara en cuanto llegaba a casa de fuera.

El resultado de la prueba del hospital fue en realidad una llamada de atención de Shifu. Lo guardé y se le prometí a Shifu en el fondo: eliminaré mi lujuria y dejaré de maquillarme. Seré más sincera.

Pronto me acostumbré a salir sin maquillarme. Cada día, me aseguraba de hacer bien las cinco series de ejercicios. Entonces mi cutis se volvió más claro y brillante. Dafa universal es omnipotente; mientras tenga una fe fuerte en Shifu y en Dafa, y haga las cosas siguiendo las normas del Fa, entonces cualquier milagro puede ocurrir.

¡¡Gracias, Shifu!!