(Minghui.org) Falun Dafa se ha extendido por todo el mundo durante 30 años. Innumerables personas han emprendido el camino de la cultivación, volviendo a su verdadero yo. Me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación. Estoy muy agradecida por la compasión de Shifu.

Abandonar el apego a la fama, el interés personal y el sentimentalismo

Yo era una funcionaria de nivel medio y tenía un entorno de trabajo relativamente cómodo. A menudo bajaba al nivel de base para inspeccionar y guiar su trabajo. Antes de empezar a practicar Falun Dafa, era muy sensible y me preocupaba mucho por mi reputación y por lo que los demás pensaran de mí. En los primeros años de la persecución a Falun Dafa por parte del Partido Comunista Chino (PCCh), me vi obligada a dejar mi casa y trabajar como niñera o empleada doméstica durante mucho tiempo. La primera vez que oí que alguien me llamaba niñera, me sentí incómoda. Sin embargo, con el paso del tiempo, me fui deshaciendo poco a poco de esos apegos.

Fui empleada doméstica de una pareja. La mujer estaba a menudo de mal humor porque su marido tenía una aventura, y me trataba mal. Ella y su marido se peleaban a menudo, y a veces su marido incluso le pegaba. Cada vez que ocurría, no decía ni una palabra y me limitaba a recordar las enseñanzas de Shifu:

"Les digo a todos, cuando aparece un conflicto entre uno y otro o cuando alguno le pega una patada o un puñetazo a otro, es probable que esa persona le debiera algo al otro desde antes y que ambos estén saldando la cuenta. Si intervienes, ellos no pueden saldarla completamente y tienen que volver a hacerlo en la próxima vuelta" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Por graves que fueran sus peleas, no había vidas en peligro, y no dije ni una palabra. Me concentré en hacer bien mi trabajo, aunque la esposa me regañaba terriblemente. Como practicante, sabía que Shifu la estaba utilizando para ayudarme a mejorar mi carácter. No discutía con ella y, en cambio, me esforzaba por hacer las cosas cada vez mejor.

La mujer a veces sospechaba que yo le robaba sus cosas cuando no las encontraba. Una mañana, cuando acababa de terminar de limpiar, me dijo que faltaba su reloj nuevo de la mesa y me preguntó si lo había visto. Su hijo, en edad escolar, también estaba allí y me miró con desdén.

Le pedí que no se preocupara y que pensara dónde había estado desde que se levantó para ver si recordaba dónde había puesto el reloj. Al cabo de un rato, me dijo que lo había encontrado en el bolsillo del pijama. Incidentes similares ocurrieron varias veces, pero nunca les di importancia. Con el tiempo, dejó de sospechar de mí. Una vez me dijo: "Eres muy buena. Cuando te dije que faltaban cosas, siempre mantuviste la calma".

Como empleada doméstica, necesitaba salir a comprar alimentos. Llevaba un registro meticuloso de cada compra, y eso hizo que la mujer confiara aún más en mí. Me dejaba ocuparme de muchas cosas y tomar decisiones por mi cuenta. Incluso me pidió que la ayudara a asistir a las reuniones de padres y profesores de su hijo. Aproveché estas oportunidades para aclarar la verdad a la gente que conocí. La ciudad en la que me alojé era pequeña, y pude aclarar la verdad por toda la ciudad.

En otra ocasión, cuidé de una anciana parcialmente paralítica. Se le ensuciaban los pantalones y era difícil limpiarlos en casa, así que los llevé a lavar al río cercano. Hacía mucho frío en invierno, con vientos helados, y la ropa que sacaba del agua se congelaba. Tenía las manos rojas y doloridas por el frío. Ponerme en una situación así me resultaba inimaginable.

Trabajar como asistenta o niñera me ayudó a eliminar muchos de mis apegos, como el miedo a las penurias, el trabajo duro, la suciedad y la falta de voluntad para servir a los demás. Pero pasar penurias no era mi objetivo, sino mejorar mi xinxing.

Mi patrón me ayudó a difundir la verdad

Trabajaba como empleada doméstica para el dueño de un salón de baile. Al principio, él no entendía por qué había dejado a mi familia y mi trabajo por Falun Dafa, y se oponía firmemente a mi práctica. Cuando intenté decirle la verdad, no quiso escucharme, así que dejé de hablar de Dafa. Me limité a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en mi trabajo diario. Quería demostrar que los practicantes de Dafa eran buenas personas.

Debido a la escasez de electricidad en la ciudad, en verano se cortaba cada dos días en distintas zonas. Dio la casualidad de que la familia de sus suegros no tenía electricidad mientras que su casa sí la tenía, así que el día en que se cortó la electricidad a sus suegros, llegaron a cenar a su casa. A veces sus suegros traían amigos y jugaban a las cartas, y a veces los artistas del salón de baile llegaban a comer. Tenía que cocinar muchos platos para mucha gente, lo que requería mucho tiempo y energía.

Su nuera dio a luz y contrataron a una niñera. El acuerdo era que la niñera solo se ocuparía del bebé y no haría ninguna tarea doméstica. Al cabo de dos meses, la sustituyeron por otra niñera que tenía el mismo acuerdo. Como resultado, tuve que lavar la ropa del bebé y la ropa de cama de la niñera. Para ahorrar dinero, la pareja trajo la ropa de cama, las fundas de los edredones y los trajes de los artistas del salón de baile, que debían lavarse fuera, y me pidieron que los lavara yo.

Para no retrasar las tareas domésticas, tuve que empezar a lavar a las 4.30. Antes trabajaba en una oficina y nunca había hecho un trabajo físico pesado como este. Mi salario era más bajo que el de la mayoría de las empleadas domésticas, pero no me quejaba por mucho que trabajara o por muy cansada que me sintiera. Mientras trabajaba, recitaba a menudo Hong Yin con la mente en calma y terminaba mi trabajo a tiempo. A veces encontraba dinero y pendientes debajo de las camas mientras limpiaba, y siempre se los entregaba a la esposa.

Pronto me gané el reconocimiento de toda la familia del patrón. El marido me elogiaba por mi buen carácter y mi elevada moral. Cuando volvía a aclararles la verdad, me escuchaban. A veces el marido me buscaba para que le dijera la verdad. Más tarde, toda la familia renunció al PCCh. También aclaré la verdad a la niñera y ella también renunció al Partido.

Cuando el bebé cumplió seis meses, le pidieron a la niñera que se ocupara de las tareas domésticas y ya no me necesitaban como asistenta. El marido tuvo en cuenta mi seguridad e hizo que trabajara para otra familia. Antes de irme, escribió varios poemas elogiándome y describiendo la escena en que termina la persecución y todos se alegran.

De la incomprensión a la empatía, y luego al elogio, también compartió mi experiencia con sus parientes y amigos, ayudándoles a comprender la maldad de la persecución a Falun Dafa por el PCCh.

Perdida en la calle, Shifu hizo que un coche me llevara

Durante esos días difíciles, nunca olvidé que era una cultivadora. Aunque me cultivaba sola, estudiaba el Fa todos los días sin holgazanear. Aun cuando estaba agotada y cansada, todavía sacaba tiempo para estudiar el Fa. Recordé mi misión de aclarar la verdad, y trabajé duro para hacer bien las tres cosas. No importaba en qué ambiente me encontrara, me exigía seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y demostrar la conducta de un practicante de Dafa en cada situación.

Durante mi tiempo como empleada doméstica, no tenía miedo de las dificultades, la fatiga o la suciedad, y estaba dispuesta a hacer cualquier tarea. Como resultado, obtuve el reconocimiento de todas las familias de mis empleadores. Por eso, cuando me encontraba en peligro, estaban dispuestos a ayudarme y protegerme.

La policía me tomó una foto y fue a interrogar a una familia a la que yo había cuidado de su hijo. Ocurrió dos semanas después de que me fuera de su casa. Cuando la policía se fue, el padre del niño me llamó inmediatamente para informarme del incidente. A pesar de saber que me buscaba la policía, el padre ayudó, con gran riesgo para sí mismo, a llevarme a otra ciudad. Y con la ayuda de su amigo, encontré otro trabajo como empleada doméstica y tuve un lugar donde quedarme.

Cuando la pareja en la que trabajaba estuvo de viaje de negocios, me quedé sola en su casa. Decidí ir a un parque cercano a un lugar turístico para aclarar la verdad. Pero, cuando llegué allí, descubrí que el precio de la entrada era bastante alto, así que desistí. Decidí ir a los alrededores de la ciudad para aclarar la verdad y me familiaricé con el entorno.

No llevé mucho dinero cuando salí. Después de comprar algunos artículos de primera necesidad, solo me quedaban siete yuanes, lo justo para un billete de autobús de larga distancia. Al bajar del autobús, no me quedaba dinero para tomar un autobús local y tuve que volver a casa caminando. Sin embargo, no conocía bien la zona y me perdí. Estaba oscureciendo y me angustiaba.

En ese momento, vi un coche aparcado al otro lado de la calle. Me acerqué y pregunté a los dos jóvenes que había dentro cómo llegar. Uno de ellos me dijo: "¿Quieres ir hasta allí? Está bastante lejos y tardarás mucho en llegar caminando. Deja que te llevemos".

Durante el trayecto, les conté la verdad sobre Falun Dafa, y se alegraron de escucharme. Sabía que nuestro gran Shifu había dispuesto que me llevaran hasta la puerta de la casa de mi patrón.

Siento profundamente que Shifu está siempre a nuestro lado. Mientras tengamos fe en Shifu y en el Fa, y mantengamos pensamientos y acciones rectas, Shifu nos protegerá y guiará. Como practicante de Falun Dafa, no tengo manera de pagar la inmensa bondad de Shifu, ¡sólo ser más diligente, y caminar bien el camino de la cultivación en el futuro!