(Minghui.org) Empecé a sentirme mal en diciembre de 2022. Mi falta de apetito me llevó a una importante pérdida de peso, y estaba tan débil que intentaba evitar chocar con la gente al caminar, pues imaginaba que el impacto me destrozaría el cuerpo. No hay palabras para describir el malestar que sufría.

Tratando de soportar el dolor, quise pedirle a mi familia, que también son practicantes de Falun Dafa, que invitaran a otros practicantes a nuestra casa y me ayudaran a enviar pensamientos rectos para eliminar esta tribulación. Pero, inmediatamente me contuve y pensé "No, sólo necesito a Shifu. Sólo necesito a Shifu". Este pensamiento era tan fuerte que parecía atravesar el universo. Inmediatamente, mi cuerpo se sintió diferente -no puedo describir la sensación- y el dolor disminuyó.

Unos días más tarde, me eché una siesta después de comer. En sueños, oí que alguien me susurraba al oído: "Ahora mismo no estás siguiendo el ritmo (dando a entender que yo no seguía el ritmo de cultivación de los practicantes más diligentes)". Me incorporé y vi seis cuerdas que ataban mi cuerpo y que se rompieron. Me di cuenta de que había sido atada por la maldad en otra dimensión. Envié fuertes pensamientos rectos: "Tus palabras no cuentan, ¿quién ha hecho esto? Te eliminaré". Durante dos días, continué eliminando los elementos malignos pensando: "Fo Fa no tiene límites, mi Shifu puede hacer cualquier cosa".

Un par de días después, Shifu limpió mi cuerpo mientras dormía. El Fashen de Shifu me dijo que mis órganos estaban fallando. Un líquido oscuro rezumaba de mi cuerpo mientras me limpiaba. Después, mi cuerpo brilló con una luz blanca cegadora.

Pasaron otros dos días. Entonces, fui incapaz de tragar, como si mi garganta estuviera fuera de mi control. No acepté lo que estaba pasando y dije: "Quieren perseguirme, pero llegan demasiado tarde. Shifu ya ha limpiado mi cuerpo... tragaré". Entonces pude comer y tragar con normalidad. Después de la siguiente comida, vomité lo que había comido. Sabía que eso no estaba bien, así que comí algo más. Desde entonces, sigo comiendo con normalidad.

Lo que pasé fue simple. Sé que superé esta prueba porque tenía plena fe en Shifu:

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,

el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”

(Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II))

Los discípulos de Dafa deben creer plenamente en Shifu cuando se enfrentan a una tribulación. El pensamiento tiene que ser honesto, sin temor y puro. No debemos pensar en la enfermedad en absoluto. Además, debemos negar totalmente la persecución, y actuar en contra de los deseos de la maldad. El estudio intenso del Fa fortalecerá los pensamientos rectos.

Shifu nos dijo claramente:

“Si eres verdaderamente un cultivador, nuestro Falun te protege. Mis raíces están todas atadas al universo, y quien pueda tocarte a ti, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, él ya puede tocar a este universo” (Primera Lección, Zhuan Falun).

A mi entender no es que solo puedas resolver cualquier problema con solo leer el Fa, lo que cuenta es la fe que hay en lo más profundo de nosotros. Sólo entonces podremos negar con calma este tipo de persecución.

La cultivación es algo serio. Tenía que encontrar mi brecha. Buscando en mi interior, descubrí que era egoísta y tenía un ego fuerte. También descubrí sentimentalismo hacia mis dos hijas. Me enfadaba cuando no estudiaban el Fa y en su lugar jugaban con el móvil. Pensaba en ellas todo el día. Las pasaba a buscar todos los días después del colegio. Ahora son adultas, pero sigo yendo a buscarlas al salir del trabajo.

Su lugar de trabajo no está lejos de nuestra casa, pero aun así me preocupo por ellas. Son practicantes de Dafa desde la infancia y están protegidas por Shifu. Sabiendo esto, todavía no me sentía tranquila. ¿Cómo puedo cultivarme al actuar y sentirme así?

Por lo tanto, dediqué más tiempo a estudiar el Fa y eliminé ese apego. Ahora dedico más tiempo a hacer las tres cosas y mis hijas van y vienen solas del trabajo.

Escribí este artículo para recordarme que debo ser diligente y compartir mis experiencias con otros practicantes.