(Minghui.org) Practico Falun Dafa desde hace 24 años y he seguido el progreso de la rectificación del Fa de Shifu hasta hoy, esforzándome por hacer bien las tres cosas. Sin embargo, tenía un fuerte apego a la sospecha y resentimiento hacia mi marido.

Resentimiento hacia mi marido

Mi esposo tuvo una aventura con una mujer cuando estaba haciendo negocios fuera de la ciudad. Estaba muy resentida con él y, aunque han pasado muchos años, nos hizo mucho daño a mí y a nuestro hijo.

El resentimiento que albergaba hacia mi marido se acumuló en mi campo dimensional a lo largo de los años, provocando que pensara cosas muy desagradables sobre él. Mis pensamientos desagradables eran tan fuertes que a veces no podía cambiar mi mala actitud. Cuando hacía las tareas domésticas o estudiaba el Fa, a menudo pensaba en lo que él había hecho. Me aferraba a los pensamientos desagradables, pensando que más tarde me pelearía con él. Otras veces me enfadaba con él o me sentía agraviada, y esperaba que fuera castigado, para poder desahogar el resentimiento de mi corazón.

A veces, cuando lo llamaba, lo interrogaba con tono airado, preguntándole dónde estaba, con quién había salido, qué estaba haciendo, etcétera. Hablaba con dureza, y mis malos pensamientos y nociones se amontonaban como una montaña, creando yeli.

Me sentía amargada y cansada, no pude desprenderme de mi resentimiento durante años, y sentí que mi cultivación estaba decayendo. No podía seguir el ritmo de mi estudio y cultivación del Fa, sabía que algo andaba mal.

Cuando se trataba del estudio del Fa, me preocupaba más cuántas páginas leía cada día. En el estudio del Fa en grupo, a menudo me concentraba en leer las palabras correctamente, o en señalar los errores cuando otros estaban leyendo. Sin embargo, no prestaba mucha atención a leer con tranquilidad. En otras palabras, el estudio del Fa para mí era a menudo una mera formalidad, y en realidad no obtenía el Fa.

En los últimos uno o dos años, tuve que vivir en otra ciudad para cuidar de mi anciana madre. Después de separarme de mi marido, mi desconfianza se hizo más fuerte, sospechando de su mal comportamiento y guardándole rencor por haberme fallado.

Memorizar el Fa ayuda a cambiar mis nociones y a discernir el falso yo

Shifu dijo:

"La Fa-rectificación de los cuerpos celestes ha terminado, y actualmente se está en la transición hacia la Fa-rectificación del mundo humano. Una gran parte de los Dafa dizi va a seguir a Shifu a la Fa-rectificación del mundo humano"(Despierten).

Me pregunté: "En mi estado actual, ¿puedo seguir a Shifu hasta el momento de la rectificación del mundo humano por el Fa? ¿Puedo ser considerada una practicante de Dafa?". Me dije: "Ya no puedo seguir así, tendré que cambiar completamente mi actitud actual, estudiar el Fa en tranquilidad y hacer los ejercicios diligentemente". Me decidí a memorizar el Fa otra vez, y recité Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, de principio a fin durante los cuatro meses siguientes. Al mismo tiempo, estudié las conferencias recientes de Shifu. Sentí que mejoré la calidad de mi estudio del Fa, y mejoré mi xinxing.

Cuando memorizaba el Fa, lo recitaba palabra por palabra y comprobaba si yo cumplía con los requisitos del Fa, miraba en mi interior y me mejoraba basándome en el Fa. Por ejemplo, después de estudiar y recitar " La transformación del yeli" en la Cuarta Lección, me deshice de mis nociones obstinadas y creí firmemente que era el yeli que había creado en mis vidas anteriores lo que había causado los conflictos y el resentimiento entre mi marido y yo.

Después de recitar "La conciencia principal debe ser fuerte" en la Sexta Lección, comprendí que debo dejar que mi conciencia principal sea fuerte, en vez del yeli y las nociones, y debo eliminar estas substancias corruptas con el Fa. El Fa me cambió y me purificó cuando memoricé el Fa en tranquilidad.

Supe por el contenido del Fa que mi tribulación fue causada por mi karma, y no debo guardar más rencor a mi marido. En la superficie, él estaba obsesionado con el mundo humano, con el cerebro lavado por la teoría evolucionista atea, persiguiendo fama y fortuna, y siguiendo la degeneración de la sociedad. Pero, en realidad, era que yo tenía que pagar mis deudas para eliminar mi karma y desprenderme de mis apegos. Todas las tribulaciones me servían para cultivarme.

Dejé de pensar en las malas acciones de mi marido. En lugar de eso, miré hacia dentro y me di cuenta de que todas mis tribulaciones estaban causadas por el karma que había acumulado en mis vidas anteriores. Debía tratarme como una verdadera cultivadora y eliminar el karma a través de los conflictos y el dolor. Debía mejorar mis pensamientos, soportar las dificultades, ser tolerante y cultivarme con diligencia.

Cuando surgía un mal pensamiento, me decía que no era mi verdadero yo, sino el karma del pensamiento, la materia degenerada, que me imponían las viejas fuerzas. No seguiría ese pensamiento para pensar y actuar. Mientras tanto, lo rechazaría, lo limpiaría y lo eliminaría. Le pedía a Shifu que me ayudara y, al mismo tiempo, enviaba más pensamientos rectos para eliminarlo, y el mal pensamiento se iba debilitando poco a poco.

Una vez, mientras estudiaba el Fa, un mal pensamiento golpeó mi mente. Si hubiera sucedido en el pasado, habría seguido ese pensamiento, me habría enfadado y habría perdido los estribos como una persona ordinaria. Pero, esta vez no permití que ese pensamiento me dominara, aunque fue bastante difícil. Pensé que debía cultivarme, no admitir que ese pensamiento era yo y no dejarlo pasar. Tengo que eliminarlo y desintegrarlo. También pedí ayuda a Shifu. Cuando Shifu vio que tenía pensamientos rectos y que realmente quería cultivarme bien, me ayudó a eliminar las cosas malas. Después de eliminar las sustancias malas, pude desprenderme del resentimiento, por lo que estoy agradecida a Shifu.

Cuidar de mi marido y mejorar mi comportamiento

Antes despreciaba a mi marido y lo molestaba, pensando que era sucio. Me gustaba organizar su vida según mis deseos y le imponía mis ideas. Ahora, sigo los requisitos de Shifu, lo tolero, no le encuentro defectos, no lo critico, sino que lo comprendo y me preocupo por él.

Después de cambiar, encontré muchas cosas buenas en mi marido: es diligente y frugal, no gasta el dinero a la ligera, le gusta hacer las tareas domésticas, está dispuesto a soportar las dificultades, y mucho más. También es habilidoso; se ocupa de las cosas domésticas en casa. Por eso, ahora lo elogio y lo felicito siempre que tengo ocasión.

Cuido mucho de mi marido. Este año ha perdido algunos dientes. Como no podía comer alimentos duros, yo le preparaba comidas blandas, le hacía zumos de fruta y le cocinaba lo que le gustaba comer. Vi en sus ojos que su actitud hacia mí había cambiado mucho. Cuida de nuestra familia y se preocupa por mí, y se le ve una sonrisa de felicidad en la cara. Me siento relajada y en paz después de haber dejado atrás mi resentimiento.

Antes le reprochaba cosas a mi marido y me aseguraba de que entendiera mi disgusto. A menudo lo criticaba y me quejaba de él siempre que tenía ocasión. Se convirtió en algo habitual y natural. Un día, durante una charla con él, me pareció que lo que decía era bastante normal y no dije nada que lo irritara. Pero me gritó furioso. Me quedé confusa y me pregunté qué le pasaba, y me pregunté: "¿Qué he dicho para haberle enfadado?".

Me dije que este conflicto no era accidental. Inmediatamente dejé de hablar y miré hacia dentro. Me pregunté: "¿Qué acabo de decir para que se haya enfadado tanto? ¿Cómo era mi tono hace un momento? ¿Lo he criticado y me he quejado de lo que no me gustaba de él?". Después de mirar en mi interior con detenimiento, descubrí que en realidad la culpa era mía. Hablé con arrogancia, egoísmo, desprecio hacia él y también con el tono de darle una lección. Por eso no le gustó lo que dije. Sabía que los hábitos y nociones a largo plazo eran muy difíciles de cambiar.

Me di cuenta de que a veces un conflicto no estaba causado por un solo apego, sino que un apego estaba conectado a otro, y un apego llevaba a otro. Seguí mirando hacia dentro y descubrí que, además de resentimiento, recelo y desprecio hacia mi marido, también tenía un fuerte deseo de competir, apego a la lujuria, celos, egoísmo, pensamientos negativos, nociones humanas y un deseo de imponerle mis ideas que procedían de la cultura del PCCh [Partido Comunista Chino]. Me resultaba imposible hablar con amabilidad cuando tenía tantos apegos. Decidí que en el futuro no debía decir lo que me diera la gana, no debía decir nada que pudiera herirle y debía decir cosas positivas, cultivar cada uno de mis pensamientos y no flojear.

Cuando se trataba de conflictos familiares, toleraba el comportamiento de mi marido, vigilaba todo lo que hacía, me alineaba con el Fa, miraba en mi interior e intentaba encontrar y deshacerme de mis apegos. Si no lo hacía bien, me esforzaba por hacerlo mejor la próxima vez. Poco a poco, mis nociones y apegos se fueron debilitando, mis pensamientos negativos disminuyeron y mi familia se volvió más armoniosa. A veces todavía tenía algunos malos pensamientos, pero eran muy débiles, y podía controlarme y sabía cómo cultivarme.

Después de pasar las tribulaciones familiares, me di cuenta de que mi familia era uno de los entornos para mi cultivación. Si mi marido no hubiera creado conflictos, no podría haberme dado cuenta de que aún tenía tantas nociones y apegos. Y no habría podido desprenderme de mis apegos y mejorarme a mí misma. Después de resolver mis problemas, agradecí de todo corazón a mi marido que me hubiera ayudado a mejorar. Al mismo tiempo, comprendí la enseñanza de Shifu de que mirar hacia adentro era la herramienta mágica, y el principio del Fa de haber "Así que ya ganas por cuatro" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Añadir pensamientos rectos para mi marido

Mientras limpiaba mi campo dimensional, también eliminé los factores malvados, los espíritus malvados del comunismo, los fantasmas podridos y la lujuria detrás de mi marido. Mientras tanto, añadía pensamientos rectos hacia él y ponía "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" en su corazón. Era una vida valiosa que podía salvarse. Shifu dijo muchas veces que la mayoría de la gente en el mundo eran seres superiores reencarnados, que vinieron a obtener el Fa en nombre de todos los seres en su cosmos, para transformar sus cuerpos y volver a sus reinos celestiales. Pensé que si ni siquiera podía salvar a mi marido, ¿cómo iba a cumplir mi voto? Tenía que hacer todo lo posible por salvarlo.

Me alineé con el Fa, refrené mis palabras y actos, cultivé cada pensamiento y no aflojé. Al ver los cambios en mí, mi marido dijo feliz: "Es estupendo que sigas el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia". Le dije: "Falun Dafa me ha cambiado".