(Minghui.org) En este 24 aniversario de la fundación del sitio web Minghui.org, me gustaría expresar mi más sincera felicitación y gratitud a todos los que trabajan en él. Minghui ha formado parte de mi vida durante 22 años. Desde una recién graduada de la universidad hasta una profesional de mediana edad, Minghui siempre me ha proporcionado compañía y ayuda en mi viaje de cultivación de Falun Dafa.

Era abril de 2002 cuando accedí por primera vez a Minghui. Trabajaba en Beijing. Mi supervisor en el trabajo recibió una carta de un practicante de Dafa, que contenía información sobre cómo acceder a Minghui. Le pedí la carta a mi supervisor. Después de que todos mis compañeros salieran del trabajo, seguí las instrucciones de la carta y probé suerte.

Por aquel entonces, utilizábamos teléfonos con cable para conectarnos a Internet, y la tecnología era aún primitiva. Pasé dos horas probando diferentes servidores proxy que encontré en Internet, y finalmente me conecté a Minghui. Me emocioné muchísimo cuando vi la portada de Minghui. Me quedé hasta muy tarde leyendo el sitio web y no lo cerré hasta que el último autobús estaba a punto de salir.

Durante esos días en Beijing, el aire estaba lleno de terror. Día y noche, oía a los coches de policía circulando con las sirenas encendidas, probablemente deteniendo a practicantes. Todos los días, cuando salía de la oficina después de leer los artículos de Minghui, aunque no hiciera frío, siempre temblaba y me castañeteaban los dientes.

Leía Minghui con el ordenador del trabajo todas las tardes, incluidos los fines de semana. Al cabo de unos meses, me compré mi propio ordenador y aprendí cómo hacer los DVD informativos e imprimir los materiales. Como muchos otros practicantes, empecé a distribuir los materiales por las tardes en varios barrios de Beijing.

Leer las noticias de Minghui se convirtió en una rutina diaria para mí. Por las noticias, supe que los practicantes de China no luchábamos solos. Por muy malvada que fuera la persecución o por muchas dificultades a las que nos enfrentáramos, seguía habiendo muchos practicantes fuera de China que hablaban en nuestro favor y trataban de ayudarnos. Siguen haciendo todo lo que pueden para reducir la persecución. También es reconfortante ver que varios gobiernos hablan en nuestro favor y exigen al régimen comunista que ponga fin a la persecución. Mientras tanto, hay más practicantes que siguen generando conciencia sobre Dafa y la persecución dentro de China, a pesar del peligro al que se enfrentan.

Una vez leí un artículo en Minghui en el que se pedía ayuda para cuidar de la familia de un matrimonio, ambos detenidos por practicar Dafa. Me di cuenta de que la familia vivía muy cerca de mí, así que escribí a Minghui y dije que podía ayudarles. Pronto recibí una respuesta del editor de Minghui, que mostró gran simpatía y cuidado por mí y me pidió que también prestara atención a la seguridad.

En aquel entonces me cultivaba sola. Cuando empezó la persecución, sólo llevaba tres o cuatro meses cultivándome, y no tenía un conocimiento profundo del Fa. Al mismo tiempo, estaba pasando por muchas transiciones en mi vida, como casarme, escribir una tesis, graduarme en la universidad y encontrar un trabajo. Me detuvieron por ir a Beijing para apelar en favor de Dafa, me despidieron del trabajo y me divorcié. Me trasladé de un lugar a otro para encontrar trabajo. Mi vida era muy inestable y no conocía a ningún practicante a mi alrededor.

Cuando recibí la respuesta del editor de Minghui, no podría describir la sensación de felicidad y de sentirme apoyada. Aprecié cada palabra que me dijeron. Quizá por motivos de seguridad, el editor de Minghui no me pidió que atendiera a la familia mencionada. Pero a partir de ese momento, me mantuve en contacto con los editores de Minghui, a lo largo de todos estos años, sin importar las dificultades a las que me enfrentaba en mi vida.

Leer los artículos de Minghui me infunde valor y fuerza, sobre todo por las historias de cómo los practicantes perseveraron mediante pensamientos y acciones rectas frente a un mal sin precedentes. Los milagros que ellos experimentaron hicieron añicos el ateísmo que había en mí y reforzaron mi creencia en lo divino.

Inspirada por los artículos compartidos, comencé a recitar Zhuan Falun y otros libros de Dafa en 2003 y he persistido en ello durante más de 20 años.

Minghui publica de vez en cuando nuevos métodos para conectarse a Internet [sin censura], así como técnicas para grabar DVD o imprimir material informativo. Poco a poco fui adquiriendo destreza para romper el bloqueo de Internet. Cuando se desarrollaron FreeGate y Ultrasurf, empecé a utilizarlos también. En los últimos 22 años, siempre pude usar un ordenador y tuve conexión a Internet, nunca dejé de navegar por Minghui, por muy frenética que fuera la censura del PCCh.

Como otros practicantes, también envío a Minghui mi experiencia de cultivación y noticias sobre la persecución, para compartirlas con los practicantes de todo el mundo y exponer la persecución a la comunidad internacional.

Estoy profundamente agradecida por todo lo que Shifu ha hecho por nosotros. Recordar el pasado me ayuda a apreciar aún más lo que tengo hoy. Espero que todos podamos cultivarnos con diligencia y terminar de recorrer el camino arreglado por Shifu.