(Minghui.org) Siempre me he considerado optimista y positiva, sin albergar ningún pensamiento negativo, pero en los últimos días, mi esposo me ha señalado repetidamente que "siempre veo primero el lado negativo de las cosas". Creo que Shifu estaba utilizando a mi esposo para señalar mi problema, que los pensamientos negativos se estaban convirtiendo en parte de mi vida, y yo ni siquiera lo notaba.

Estos pensamientos negativos se manifestaban en cosas muy pequeñas. Por ejemplo, mi esposo y yo estábamos en la sala un fin de semana. Miré por la ventana, donde el sol de la mañana iluminaba los árboles del patio trasero. Dije de repente: "Estas ramas se están volviendo muy tupidas y hay que podarlas o ocuparán demasiado espacio". Mi esposo me dijo: "¿Por qué siempre ves primero lo malo?".

Le contesté: "No es 'algo malo'. Solo estoy haciendo una afirmación". Me ignoró y siguió leyendo.

Un día de la semana pasada, planté plantitas de melón y tomate en el huerto. El lunes por la mañana, mientras mi esposo desherbaba el huerto, me acerqué a revisar los plantones. Al ver que había protegido un plantón con una cubierta de plástico tipo embudo, me salieron las siguientes palabras: "Uf, hasta este se lo comieron los bichos".

No esperaba que me respondiera: "¿Por qué siempre señalas primero lo malo?". Me explicó: "Tu primera reacción es ver lo negativo, en lugar de pensar que tu esposo hizo lo correcto al proteger las plantitas". Esto me cayó como un golpe en la cabeza.

Le contesté: "Hmm, tienes razón, ni siquiera lo noté. Debería corregirlo". Es cierto que lo primero que vi fue la cubierta protectora verde, pero las palabras que se reflejaron en mi mente fueron que las hojas se las habían comido los bichos.

Mi esposo continuó: "Ya está el resultado, así que ¿qué sentido tiene que hables de eso? Queda por ver cómo vas a resolver el problema. Mira, sembraste las plantitas, pero ni siquiera te molestas en cuidarlas".

Quise refutarle diciendo: ""Fui yo quien trabajó muy duro para sembrar todos los plantones, ¿y me echas la culpa a mí?". Pero me mordí la lengua. Me di cuenta que tenía razón y que, en parte, era mi culpa.

Luego tomé un momento para reflexionar sobre mí misma y me di cuenta que, sin querer, había dejado que mis pensamientos negativos se apoderaran de mí. Siempre criticaba a mi esposo: "Compraste tantas cosas y las pusiste por todas partes, dejándonos cada vez menos espacio vital". Aunque en apariencia era tolerante, en el fondo me quejaba.

Me di cuenta que actuaba de la misma manera en mi trabajo y en los proyectos de Dafa. Cada vez que me encontraba con un problema o una dificultad, lo primero que me venía a la mente era el resultado negativo, y el pensamiento de "¿qué me va a pasar?". Para decirlo sin rodeos, es egoísta preocuparse por la propia ganancia y pérdida, sin medirlo con el Fa, ser tolerante con los demás y considerar las cosas desde la perspectiva de los demás en cuanto a por qué las cosas no se hicieron bien.

La formación para el desarrollo profesional en la sociedad occidental hace hincapié en cómo gestionar la comunicación personal. Cuando uno se encuentra con un cliente disgustado o con preguntas difíciles, hay que calmarlo desde distintos ángulos positivos y dejar que la otra parte sienta la actitud positiva y el entusiasmo de uno, sea como sea, de principio a fin, lo cual es clave para el éxito de una negociación, venta o comercio.

Estos dos pequeños incidentes me ayudaron a darme cuenta que, como practicante de Dafa que tiene la tarea de asistir a Shifu en la Fa-rectificación, debo tener siempre una mentalidad y actitud positivas, y seguir eliminando los pensamientos negativos a los que me he acostumbrado.