(Minghui.org) Comencé a cultivarme en Falun Dafa en agosto de 1998. Antes de eso, sufría de una salud muy pobre, incluyendo dolores de cabeza, reumatismo, úlceras estomacales y otras dolencias. Después de que comencé a cultivar Dafa me recuperé de todas mis enfermedades. Me sentí verdaderamente ligera porque estaba libre de enfermedades. Sentí que Dafa era maravilloso, y quería estudiar el Fa y hacer los ejercicios.

En aquel entonces, estudiar el Fa era bastante difícil, ya que no todo el mundo tenía acceso a los libros de Dafa. Cuando algunos practicantes leían Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, los demás nos limitábamos a escuchar. De esta manera transcurrieron algunos meses, y todavía no entendíamos bien lo que Shifu decía en Zhuan Falun. Sólo sabíamos que Shifu decía que, para cultivarse, uno tenía que ser una buena persona, lo que significaba seguir los principios de Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Tan pronto como obtuve los libros de Dafa, comencé a leerlos seriamente. En aquel tiempo, éramos seis en el grupo de estudio del Fa. Poco a poco llegué a entender algunos principios del Fa.

Soy una mujer casi analfabeta que creció en un entorno rural. Por eso me era difícil estudiar el Fa sola, pues no reconocía muchos de los caracteres de los libros de Falun Dafa. Sin embargo, seguí estudiando el Fa y haciendo los ejercicios todos los días. Comprendí a través del estudio del Fa que Shifu nos enseñaba a ser buenas personas, y así pude recuperarme de mis enfermedades.

Shifu abrió mi sabiduría, así que, con la ayuda de los demás, gradualmente llegué a ser capaz de leer Zhuan Falun por mi cuenta. También aprendí a leer otros artículos de Dafa y estudiaba el Fa todos los días. Siempre que tenía tiempo, estudiaba el Fa y recitaba Lunyun. Con eso, mejoré rápidamente.

Dando un paso adelante para validar Dafa

Jiang Zemin inició la persecución contra Falun Dafa (también llamado Falun Gong) el 20 de julio de 1999. La mala propaganda incitó el odio de la gente hacia la práctica de cultivación de Falun Dafa Se agotaron todos los medios para perseguir a Falun Dafa, incluida la difamación de nuestro Shifu (fundador de Falun Dafa) y de Dafa. El Partido Comunista Chino (PCCh) inventó mentiras, que fueron repetidas en las noticias. Era como si los cielos estuvieran a punto de derrumbarse. ¿Podríamos dejar de practicar una cultivación tan maravillosa? Por supuesto que no. Algunos de nosotros habíamos decidido ser practicantes hasta el final.

Nuestros practicantes locales comprendieron más tarde que Shifu quería que los practicantes salieran para ayudarle a rectificar el Fa. Después de comprender esto, el Sr. Jia y yo empezamos a colgar pancartas, colocar notas de aclaración de la verdad y repartir material informativo. Fuimos de casa en casa y pusimos los materiales informativos de Dafa en las puertas de entrada. Cada vez que terminábamos de repartir un ejemplar, recitábamos en el fondo: "Hemos venido a salvaros, por favor, leed lo que hemos dejado". A veces no llovía cuando salíamos, pero enseguida empezaba a diluviar. En verano, la lluvia podía ser muy fuerte. Cuando no encontrábamos un lugar donde refugiarnos, nuestras ropas quedaban completamente empapadas.

Recuerdo un día de noviembre que hacía mucho frío. Poco después de que el Sr. Jia y yo empezáramos a distribuir materiales, me di cuenta de que enfrente había paredes en las que podía poner notas adhesivas. Pero justo cuando me disponía a cruzar la calle y di el primer paso, caí en una zanja maloliente. Aunque estaba empapada en gran medida, los materiales informativos que llevaba conmigo no sufrieron ningún daño. Fue realmente asombroso. En ese momento, el Sr. Jia sugirió que volviéramos a casa. Le dije que quería quedarme un poco más, ya que llevábamos poco tiempo fuera. Unas dos horas más tarde nos dirigimos a casa después de distribuir todos nuestros materiales de Dafa.

Tenía las manos y los pies muy fríos y entumecidos. Tenía frío y olía mal por haberme caído en la zanja. En cuanto llegué a casa, me duché y me cambié de ropa. Era invierno, así que acabé quitándome mucha ropa. Por miedo a que mi nuera viera la ropa maloliente, decidí lavarla antes de irme a la cama. Cuando terminé, casi había amanecido. Sin embargo, en el fondo me sentía feliz y no me importaba esta penuria.

El Sr. Jia y yo salimos una vez de la ciudad para repartir folletos. Cuando entramos en un recinto, dejamos información en la puerta de cada casa. Al llegar al final, volvimos por donde habíamos venido. Antes de salir del recinto, una persona se dirigió hacia nosotros y me preguntó qué estaba haciendo. No respondí y me alejé. Como el Sr. Jia iba detrás de mí, la persona le cerró el paso.

Eran más de las 2 de la madrugada. De repente, aparecieron una decena de hombres y mujeres y rodearon al Sr. Jia. Le preguntaron qué hacía allí y si intentaba robar algo. Jia les dijo que practicaba Falun Dafa. Era 2003, una época en la que la persecución era rampante. Al oírlo, dijeron que lo denunciarían a la policía de inmediato. El Sr. Jia intentó razonar con ellos largo y tendido. Yo me había escondido en el campo. Pasó casi una hora, y aunque enviaba pensamientos rectos, la situación no cambiaba. Estaba muy preocupada. Cuando oí que llamarían a la policía, me preocupé aún más.

En ese momento, pensé: "Debo ayudar al Sr. Jia a escapar. No deben llevarlo a la comisaría". Con este pensamiento, Shifu me infundió valor y me dio fuerzas. Salté fuera del campo y me adentré rápidamente entre la multitud. Un joven que sostenía un palo de un metro de largo me preguntó: "¿Quién eres?". No dije nada. Me acerqué rápidamente al Sr. Jia y lo sujeté del brazo para que me acompañara. Le dije: "Hoy nos hemos equivocado de sitio".

Cuando me di la vuelta, vi que la multitud de gente no se había movido de allí. Sólo cuando hablé dejé de preocuparme, aunque mi corazón seguía latiendo con fuerza. De repente recordé lo que dijo Shifu:

“Si tienes miedo, te capturan

Al rectificar los pensamientos, los perversos se derrumban”

(Por qué temer, Hong Yin II)

Entonces me tranquilicé. Seguimos repartiendo material informativo, colgando pancartas y poniendo notas adhesivas, hasta que terminamos. Volvimos a casa sanos y salvos.

El Sr. Jia estuvo muy callado de camino a casa. Al día siguiente, me dijo que la noche anterior pensó que yo me había marchado. No esperaba que le ayudara a escapar de semejante peligro y le salvara de ser perseguido.

Maldad asfixiante

En noviembre de 2004 me recluyeron ilegalmente en el centro de detención local. Después de que me pusieran en libertad, el secretario del comité del PCCh del pueblo y la líder del equipo empezaron a vigilarme. La líder del equipo llevaba varios años vigilándome. Ella observaba adónde iba cuando salía de casa. También me seguía de cerca. Sin embargo, siempre fallaba, porque yo seguía haciendo lo que se suponía que tenía que hacer. Por ejemplo, todos los sábados tenía que ir a buscar materiales a casa de un practicante que estaba ocho kilómetros de distancia.

Un día, la lider del equipo me pidió que la llevara a cierto sitio a comprar carne, y era el lugar donde yo había ido a buscar los materiales de Falun Dafa. Cuando llegamos allí, me dijo que me dejaría hacer lo mío. Le dije que no tenía nada que hacer allí.

Al poco tiempo, me pidió que la acompañara otra vez al mismo sitio a comprar salchichas. Le dije que de acuerdo. Cuando estábamos en el cruce de la carretera principal, vi al líder del pueblo esperando allí. Le dije que esa persona me estaba siguiendo. Ella me dijo que no era cierto. Aunque le dije que había visto su automóvil, seguí con ella. Cuando llegamos me dijo que hiciera lo mío, ya que ella tardaría un rato en cargar las salchichas. Le respondí lo mismo. Así, en ambas ocasiones, no obtuvieron los resultados que esperaban. Ellos querían sabotear nuestro centro de producción de materiales, pero no consiguieron atraparnos.

Un día, cuando más arreciaba la malvada persecución, tres personas acudieron al restaurante de mi hijo cuando yo también estaba allí. Les pedí que miraran el menú y me dijeran qué querían pedir. No dijeron nada. Eran dos hombres y una mujer que dijeron ser practicantes de Falun Dafa y me pidieron material de Dafa. Les pregunté de dónde eran. Uno de los hombres dijo que era de la zona y de tal o cual grupo. Pero cuando le hice algunas preguntas más, no supo responderlas. La mujer estaba sentada frente a mí y vi que me miraba como si sintiera un poco de pánico. Me di cuenta de que habían venido a buscar algo que pudieran tener en mi contra, pero, una vez más, no lo consiguieron.

El secretario del comité del PCCh del pueblo le dijo una vez a mi hijo que me pagarían 50 yuanes al día si iba al centro de lavado de cerebro dirigido por el malvado PCCh. Mi hijo pensó que hablaban en serio y me dijo: "Deberías ir, te pagarán 50 yuanes al día". Le dije que no iría y que no quería dinero del malvado PCCh.

Unos días después, el secretario vino a hablar conmigo y me pidió que fuera allí a "estudiar". Le pregunté que era lo que tenía que estudiar. ¿No es bueno para mí estudiar Verdad-Benevolencia-Tolerancia? Le dije que me estaba pidiendo que estudiara algo que era falso, malo, y que quería que luchara y fuera una mala persona, y yo no lo haría. Entonces dijo que me obligaría a ir. Le dije que si lo hacía, tendría que desenmascararlo añadiéndolo a la lista de personas malvadas del sitio web de Minghui. Al oír eso, se marchó.

Al día siguiente, el secretario detuvo su vehículo delante de mí. Esta vez, su mujer asomó la cabeza y dijo: "Hermana, deberías irte, es por tu bien". Le dije: "Esos altos cargos del PCCh tuvieron que dimitir y acabaron encarcelados, y no digamos de ti, un secretario del PCCh de pueblo". El secretario se marchó. Después de eso, nunca volvió a acosarme ni a vigilarme.

Antes de que eso ocurriera, la gente venía a menudo a acosarme, y mi casa fue saqueada tres veces. Pero cada vez que vinieron yo no estaba en casa, y mi hijo escondió los libros de Falun Dafa y las fotos de Shifu. Por lo tanto, no encontraron nada más que unas cuantas revistas Minghui y DVD de aclaración de la verdad.

Dafa muestra sus milagros

He experimentado los milagros de Dafa desde que comencé a cultivarme. Vivo en una zona rural y necesito encender fuego para quemar leña. Una vez até cuatro pilas de ramas de árbol y las puse bajo el tejado en una habitación de la vieja escuela. Por aquel entonces, un granjero utilizaba el viejo solar para criar cerdos. Colocó una gran caja eléctrica bajo el tejado de una habitación y yo puse las pilas de leña justo al lado. La madera de las pilas se secó y empezó a arder espontáneamente. Pero después de quemar una pila, el fuego se apagó de repente. Fue un verdadero milagro... ¿Por qué dejó de arder? Además, delante del edificio había una acera muy transitada y los transeúntes podrían haber resultado heridos por el fuego.

No estaba en casa cuando se produjo el incendio. Cuando llegué a casa, alguien me dijo: "Por favor, rápido, llévate las pilas de leña a casa, estaban ardiendo". Así que fui rápidamente a comprobar la situación. Me di cuenta de que habría sido terrible que ardiera toda la leña. Las doce habitaciones de la vieja escuela eran de madera. No habría podido salvar mi casa, que estaba al lado del edificio. Las pérdidas habrían sido enormes. Todavía tengo recuerdos de aquella situación. Cuando aquella pila estaba ardiendo, sin echarle agua ni que nadie apagara el fuego, se apagó sola. ¿No fue milagroso? No dejaba de dar las gracias a Shifu. Shifu protegió a su discípula e impidió que ocurriera una catástrofe.

He practicado Falun Dafa durante más de 20 años y he estado haciendo las tres cosas que Shifu nos pidió que hiciéramos. Estudio dos lecciones de Zhuan Falun cada día. Cuando tengo tiempo, también leo los nuevos artículos de Shifu. A veces copio otros libros como Escrituras esenciales para mayor avance y Hong Yin.

Hago los ejercicios todas las mañanas y envío pensamientos rectos varias veces al día. Sin embargo, el mejoramiento de mi xinxing ha sido bastante lento. Me siento incómoda cuando las cosas no salen como yo quiero. Cuando miro hacia dentro, me doy cuenta de que se debe a mi egoísmo, envidia, a que no cultivo el habla y a la mentalidad de presumir. Tengo que esforzarme más por eliminar mis apegos a la fama, el interés personal y el sentimentalismo, y seguir mirando hacia dentro en busca de otros apegos. Seguiré los requisitos de Shifu para hacer las cosas, a fin de no defraudar su compasión.