(Minghui.org) Tengo 70 años y práctico Falun Dafa desde hace más de 20 años. El tío de mi nuera vino a visitarla durante el festival de mediados de otoño de 1998. Me habló de la práctica de Falun Dafa al ver que tenía problemas para caminar. Me dijo que los ejercicios de Dafa hacen maravillas para mejorar la salud. También me explicó que Dafa enseña a la gente a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. En cuanto supe de ella, quise aprenderla.

Los libros de Dafa escaseaban en aquella época, pero me prestaron un ejemplar de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Terminé de leerlo en dos días y me pareció precioso y diferente a cualquier otro libro que hubiera leído.

Me quedaba el último frasco de medicina que me habían dado en el hospital para las inyecciones, pero no era capaz de inyectármelo. Lo intenté tres veces, pero la aguja no penetró en la piel aquella tarde. Sabía que esto significaba que Shifu estaba cuidando de mí, así que me uní a la cultivación de Dafa y dejé de ponerme inyecciones y tomar medicamentos. Mi esposo y mis hijos me han apoyado mucho en mi cultivación. Siempre que podía, salía con otros practicantes para aclarar la verdad sobre Falun Dafa.

El Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Dafa el 20 de julio de 1999. Mi intención era decir a la gente la verdad sobre Dafa. Distribuí folletos, colgué pancartas y puse carteles por la noche, a pesar de que en el pasado me daba miedo la oscuridad. Hablé a la gente de Dafa por teléfono móvil y cara a cara. Hice lo que Shifu nos pidió que hiciéramos.

El jefe de la División de Seguridad Nacional se entera de los hechos

Me detuvieron y me llevaron a la División de Seguridad Nacional. Les dije que era practicante de Falun Dafa, pero me negué a dar mi nombre y dirección. El jefe de la división se enfadó y me golpeó, pateó y golpeó la cara. Yo no me inmuté y le envié pensamientos rectos. Estaba muy cansado de pegarme y molesto porque no cooperaba. Yo, en cambio, no sentí dolor, pues Shifu lo soportó por mí.

Le dije que me había recuperado de todas mis dolencias desde que empecé a cultivarme en Dafa. "Si no fuera por Dafa, estaría en una silla de ruedas. Falun Dafa es el Fa de Buda de alto nivel. No hay nada malo en difundir un camino de cultivación tan bueno. Por favor, elige el camino correcto para ti y tu familia". Pareció entender y me liberó más tarde ese mismo día.

Ayudar a la gente durante la pandemia

COVID golpeó, y los funcionarios comenzaron a poner en cuarentena a todo el pueblo el día del Año Nuevo Chino de 2020. Al no poder salir, me quedé en mi pueblo para informar a la gente sobre Falun Dafa. Antes distribuía material informativo sobre Dafa, pero ya no podía ir a las casas de la gente y había poca gente en la calle. Paseaba por el pueblo y saludaba a todo el que encontraba.

Un día vi a cinco personas disfrutando del sol. Me acerqué a ellos y les dije: "Qué bien que hay sol".

"La pandemia es grave", dijeron frustrados. "¡No podemos ir a ninguna parte!".

Les respondí: "Por muy grave que sea la pandemia, está dirigida a la gente mala. Los antiguos decían que el mal no puede perturbarte si tienes energía recta. Mientras recites 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia, es bueno', el virus no te tocará. Al recitar estas palabras, estás enviando energía positiva, que resonará con la energía positiva del universo, por lo que las deidades te protegerán. La pandemia está dirigida contra el PCCh y sus organizaciones juveniles: la Liga de la Juventud y los Jóvenes Pioneros. El Partido ha matado a 80 millones de chinos. Comenzó a perseguir Falun Dafa en 1999. Fabricó el incidente de la autoinmolación de la plaza de Tiananmen y sustrae órganos a los practicantes vivos de Falun Dafa. Aquellos que decidan permanecer con el PCCh compartirán su responsabilidad por sus malas acciones. Sólo si renuncias a las organizaciones del PCCh y a sus organizaciones afiliadas podrán estar a salvo".

Cuatro de ellos renunciaron al Partido. El otro dijo que no se había afiliado a ninguna de las organizaciones del PCCh. Les di a cada uno un amuleto con las palabras "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Todos repitieron las palabras.

Paciente de cáncer escucha la verdad

Una mujer de 70 años del pueblo tenía dos tumores en la garganta. No podía comer y le dolía. Fue al hospital y el médico le dijo que se trataba de un cáncer avanzado, pero que no podían operarla por la localización del tumor. No paraba de escupir pus y sangre. La familia empezó a prepararse para lo peor.

Fui a verla cuando me enteré de su situación. Tenía la cara pálida y cetrina. Le dije: "Conoces tu estado. El hospital se ha negado a tratarte. ¿Por qué no recitas sinceramente 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'? Debes hacerlo todos los días, con perseverancia. Dafa te mostrará su poder". Enseguida lo hizo varias veces.

Más tarde me trajo una bolsa de albaricoques una vez que habían madurado en su casa. Estaba claramente más enérgica. Podía ir en bicicleta hasta el pueblo vecino, como si nunca hubiera estado enferma. Le pregunté si seguía recitando las palabras que le había dicho. Sonrió y dijo: "Claro que sí. Es maravilloso. Tengo que hacerlo. Gracias".

Le dije: "Es Shifu de Dafa quien te ha salvado. Tienes que darle las gracias".

Ella exclamó: "Gracias Shifu de Dafa. Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".