(Minghui.org) Crecí en una familia de funcionarios del PCCh (Partido Comunista Chino). Perseguía el poder desde niña y sólo era amiga de la gente que tenía poder. Cuando era joven, trabajé como modelo y monté un negocio. Hice todo tipo de cosas desagradables, pero no tomé drogas. Antes de empezar a practicar Falun Dafa, me pasaba el día divirtiéndome y bebiendo.

Mi salud se deterioró. Tenía líquido en el riñón derecho y problemas de vejiga. A menudo vomitaba y me desmayaba sin motivo. También tuve enfermedades cardíacas, problemas estomacales y ginecológicos. Iba a menudo al hospital. Sentía que la vida no tenía sentido.

Un milagro de Dafa

En 2001, alguien me regaló un libro de Dafa. Sin embargo, lo dejé después de leer sólo unas páginas. No entendía qué era la cultivación y no me interesaba practicarlo.

Un día, en la primavera de 2004, imité los movimientos de una practicante mientras hacía los ejercicios. Experimenté algo asombroso a pesar de que no me interesaba practicar. Mi ojo celestial (tianmu) se abrió y vi muchos Falun. Algunos eran transparentes y otros de colores. Vi Falun girando y parpadeando sobre mi cabeza y alrededor de mi cuerpo. Vi que me rodeaba un campo de energía brillante, además vi otras dimensiones y cómo los dioses llegaron a este mundo. También vi el largo proceso del Shifu salvándome del infierno porque había caído muy profundo.

Me asombró lo que vi con mi tianmu. ¡Hay dioses en este mundo! Lo que vi golpeó mi corazón ávido de poder como una descarga eléctrica. Me di cuenta de que el ateísmo que enseñaba el PCCh era todo mentira. Ese día, decidí empezar a practicar. A menudo cuento a la gente o a los practicantes que, si mi tianmu no se hubiera abierto, no habría empezado a practicar. Admiro a los practicantes que no pueden ver nada en otras dimensiones, pero siguen practicando con firmeza.

Después de comenzar a practicar, tuve síntomas de resfriado durante tres días. Después, todas mis enfermedades desaparecieron y mi cuerpo se sintió ligero. Me sentí muy feliz.

Poco después de empezar a practicar, algunas personas me pidieron 30 millones de RMB. Había ganado ese dinero por medios indebidos. Me di cuenta de que no debía haberlo hecho y les di el dinero de buena gana.

Mi testarudo marido cambió

Mi marido era un japonés corpulento. Hablaba chino e inglés con fluidez y trabajaba en una empresa de alta tecnología. Tenía mal carácter.

Cuando empecé a practicar, temía que mi cultivación afectara a su carrera, ya que se relacionaba con altos funcionarios chinos, así que amenazó con divorciarse. Le dije: "No voy a renunciar, aunque me muera".

Antes de practicar, no podía caminar durante más de 15 minutos cuando mi esposo y yo salíamos a caminar. Me volví saludable después de practicar Una vez bromeó conmigo sobre la lucha libre, y cuando lo hicimos gané fácilmente. Estaba asombrado del efecto milagroso de Dafa. Mi marido fue testigo de la asombrosa capacidad de Dafa para resolver enfermedades y dejó de persuadirme de que abandonara la práctica.

Mi marido tuvo una oportunidad

Hace unos diez años, a mi esposo le diagnosticaron cáncer en etapa tardía. Estaba demasiado débil para la cirugía.

Le aconsejé que dijera las nueve palabras auspiciosas ("Falun Dafa es bueno", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno") ya que el tratamiento médico no pudo salvarlo. El aceptó. Ocurrió un milagro y su condición mejoró. Unos días después, el médico de su caso le dijo que estaba lo suficientemente bien como para operarlo. Todos estábamos felices. Sin embargo, cuando le recordé que siguiera diciendo las nueve palabras, se rio y dijo que era un estúpido y que el hospital lo curó. Pensé: "Se acabó si él no cree que Dafa lo salvó".

La noche que murió soñé que venía a despedirse. Parecía triste y pálido. No pude evitar suspirar. Los seres humanos son muy débiles y vulnerables a las enfermedades, sin importar cuán talentosos, inteligentes o poderosos sean.

La cultivación es seria

Me di cuenta de que a los practicantes sólo les irá bien si siguen los principios del Fa. La cultivación es difícil. Muchos practicantes leen el Fa y hacen las tres cosas diligentemente. Van a lugares pintorescos para contar a la gente sobre la persecución, distribuyen periódicos y hacen varios proyectos. Sin embargo, hacer cosas no es cultivarse. Cultivar y mejorar el carácter es mucho más difícil que el esfuerzo físico. Como practicantes, debemos cultivar cada pensamiento y medir nuestras palabras y acciones con las enseñanzas de Falun Dafa.

Durante años, no cultivé seriamente. Tenía varios apegos que no podía soltar. A menudo cometía errores. Como resultado, esos apegos se volvieron más fuertes y por lo tanto más difíciles de eliminar.

Alrededor de 2012, mi boca, oídos y nariz sangraban con frecuencia. El sangrado duró unos diez meses cada año durante los últimos nueve años. En un momento dado sangré durante dieciocho meses. La hemorragia indolora es una condición médica grave, y mi marido murió de ella en dos años.

Mis síntomas parecían peores que los suyos. Al principio, me sentía impotente. Sabía que mi apego invitaba a la persecución. Me sentía mal por no cultivarme seriamente. Hubo momentos en que perdí la confianza. Les dije a los seres del Cielo: "Lo siento. Tengo miedo de no poder volver. Shifu, gracias por ser tan compasivo conmigo. Estaba tan contaminada, y aun así me cuidaste. Has hecho tanto por tus discípulos y has soportado tanto. El hecho de no haberme cultivado diligentemente es mi mayor pesar".

Al final atravesé la prueba

Una o dos veces al año, pasaba por un periodo peligroso. Normalmente no pedía ayuda a Shifu. Sentía que Shifu había hecho tanto por nosotros, que había cosas que sabíamos y muchas otras que no sabíamos. No quería agobiar a Shifu. Pero cuando mi situación se volvió crítica, grité: "¡Shifu, sálvame! ¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". El efecto fue inmediato.

Una vez, mi situación era terrible. No podía leer el Fa y no tenía energía para hacer los ejercicios. Estaba aterrorizada y fui al hospital. Sin embargo, vi algunos fantasmas que me esperaban allí cuando llegué, como si supieran que iba a ir. Me asusté.

Volví a casa y me pregunté: "¿Por qué me asusté tanto? Porque tenía miedo a morir. ¿Por qué tengo miedo de morir? Me preocupa que mis familiares no podían soportarlo".

Pensé: "No es necesario preocuparse por ello. Si muero, dejaré un mensaje a mi familia diciendo que estoy en un lugar remoto donde no hay señal telefónica. Mis cenizas pueden esparcirse en el mar, y ya está". Me sentí muy relajada con este pensamiento.

Me dije: "Cálmate, deja de pensar, lee el Fa con atención, línea por línea, y envía pensamientos rectos".

En los días siguientes, estudié el Fa párrafo por párrafo y luego envié pensamientos rectos. También traté de no pensar en nada. Pasé el período peligroso.

En esos días, vi muchos seres malvados en otras dimensiones. Sabía que podían perseguirme siempre que reconociera su existencia, así que ignoré todo lo que vi.

Me di cuenta de que no debía dejarme afectar por el entorno, ni en este mundo ni en otras dimensiones.

He estado exponiendo tableros con información sobre Falun Dafa en una intersección. Al principio, algunas personas se opusieron y vino la policía, pero yo estaba decidida. Al mismo tiempo, fortalecí mis pensamientos rectos. Me vestí correctamente, fui amable con todo el mundo y no me detuvieron las interferencias. Poco a poco, la actitud de la gente hacia mí cambió y a menudo me saludaban cordialmente. Algunos guías chinos que no sabían la verdad pidieron a la policía local que no me dejara colgar el tablero de los anuncios, pero la policía solo vino a echar un vistazo y luego se marchó.

No pierda el tiempo

Empezaba el día haciendo los ejercicios, y cada día hacía las tres cosas. Mientras hacía los ejercicios por la mañana, me sentía con energía durante todo el día.

A menudo hablo a los turistas chinos sobre Falun Dafa en los lugares turísticos. Perseveraba en cualquier clima sea, verano o invierno. Tenía que ir en bicicleta con periódicos, materiales, carteles y soportes para colgar los tableros. Pero no me sentía cansada, aunque a menudo tenía síntomas de sangrado abundante. A veces pensaba que una persona normal se habría desmayado. Siempre me recordaba: "Soy una practicante. Estoy haciendo una gran cosa para ayudar a más personas que conozcan la verdad. Los razonamientos de la gente común no sirven para mí".

Cuando me sentía un poco cansada, enviaba pensamientos rectos, y me recuperaba pronto. Me asombraba el poder sobrenatural de Dafa, que me permitía llevar una vida normal por muy grave que pareciera mi situación.

Nunca pensé en lo que podría pasar. Al final de cada día, reflexionaba sobre lo bien que había hecho las tres cosas. Solo hubo dos conclusiones: si no hice bien las tres cosas, entonces el día ha sido en vano, y si hice lo que debería hacer ese día, no viví en vano.

A menudo miraba el emblema de Falun en mi pared. Veía al pequeño Falun girando a mi alrededor y emitiendo energía blanca. Estaba muy agradecida de que Dafa me diera una nueva vida. Tuve la suerte de obtener el Fa, lo cual era suficiente.

Un día, el año pasado, me pregunté: "¿Qué quieres realmente? ¿Quieres el apego? ¿O quieres cultivarte?". Me dije que quería practicar. Estaba decidida a eliminar todos los deseos y apegos que me habían impuesto desde la infancia. Estaba dispuesta a sufrir el dolor de cortar con mis deseos.

Después de tomar esta determinación, los nueve años de sufrimiento terminaron por completo.

Conclusión

¿Por qué tardé tanto en pasar la prueba? Fue porque no sabía cómo cultivarme genuinamente, aunque, en la superficie, hacía las tres cosas. No me medí con los requisitos de Dafa. No miraba hacía dentro y no eliminaba mis apegos, como el sentimentalismo, la lujuria y la competitividad.

Mi estado de cultivación era bueno cuando estaba en peligro. Pero después de que el peligro pasaba, mi mentalidad pronto cambiaba de nuevo al nivel de una persona común. Me enfadaba cuando los demás no me trataban bien. Nunca me cultivé sólidamente. Era consciente de mis apegos, pero no intentaba eliminarlos. Disfrutaba de los beneficios que me aportaba Dafa, pero no quería esforzarme por convertirme en una mejor persona eliminando mis nociones y apegos.

Shifu es compasivo, pero el Fa tiene estándares. A menudo les decía a los perseguidores de China que no debían perseguir a los practicantes solo por ser compasivos y buenas personas. Me di cuenta de que era cierto para los practicantes. Muchas veces olvidamos que el Fa tiene normas para los practicantes. Nadie puede salir del paso y esperar un golpe de suerte, porque la cultivación es algo serio.

También, comprendí que los apegos y las nociones humanas eran como un veneno, y la gente lo probaba y lo disfrutaba sólo para descubrir un día que estaban envenenados.

Los practicantes deben apreciar la oportunidad de cultivarse verdaderamente y con diligencia. En este mundo, somos los más afortunados de tener Dafa y la guía del Shifu. Si podemos recordar esto no seremos fácilmente movidos por nociones y apegos humanos.

Cuando nos encontremos con dificultades, si miramos hacia dentro, eliminamos el apego y enviamos pensamientos rectos, todo irá bien.

Hoy, cuando miro hacia atrás y veo cómo me he cultivado en los últimos diez años, me arrepiento de muchas cosas. No puedo volver atrás. Solo puedo apreciar los días venideros y ser una practicante verdadera y humilde.