(Minghui.org) Cuando fui a la universidad en 2005, mi madre me regaló un ejemplar de Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual y de meditación. Cada noche, antes de acostarme, leía algunos párrafos. Después de estudiar el libro durante un tiempo, me di cuenta de que había sido muy egoísta en el pasado. En especial, sentí remordimientos por mi actitud hacia mi abuela.

Mi abuela enviudó a los 49 años, después de que mi abuelo muriera de tuberculosis a los 55 años. Tuvo tres hijos y tres hijas. La hija mayor fue enviada a otra familia. La segunda falleció a los siete años. No podía permitirse comprar ropa o zapatos nuevos para sus hijos. A veces incluso recogía las cáscaras de sandía que otros dejaban y las encurtía. Debido a la mala situación económica de la familia, mi padre empezó a trabajar en un negocio de pesca cuando era adolescente.

Mi madre es tres años mayor que mi padre. Como tenía mala salud, la mayoría de las familias pensaron que ella no era un buen partido. Al final eligió a mi padre, porque le impresionó lo capaz y trabajador que era. Lo único que le costaba era la mala relación que tenía con mi abuela.

Me crió mi abuela desde que tenía tres meses. No viví con mi madre hasta los ocho años. Como era el primer nieto de la familia, recibí mucho cariño de todos. Mi abuela me cuidaba mucho. Cuando tenía que ir a la escuela para preparar una actuación de baile a las 5 de la mañana, se levantaba a las 3 para prepararme el desayuno. Lavaba mis trajes cada vez que me los ponía y siempre estaban listos para una próxima vez. Aunque ella misma llevaba una vida frugal, me proporcionaba material escolar y comida deliciosa.

Cuando mi tío se casó, los conflictos familiares se intensificaron. A menudo se peleaban por cuestiones de dinero. Mi madre no era buena para manejar los conflictos y a veces se desquiciaba emocionalmente. Mi abuela también era muy directa y decía cosas que enfadaban a mi madre. Aunque ambas eran buenas personas, se peleaban muy a menudo y ninguna estaba dispuesta a ceder. Debido a las rencillas entre mi abuela y mi madre, mi abuela no parecía quererme tanto. Empecé a sentir resentimiento hacia ella.

Dafa lo cambió todo

Comencé a practicar Falun Dafa en 2005 y mi vida cambió por completo.

Mi abuela vino a visitarnos durante mis vacaciones de invierno en 2006. Le ofrecí disculpas: "Abuela, me trataste muy bien cuando era pequeño. Mi egoísmo te hizo daño. Te pido disculpas y, por favor, perdóname". Le di un regalo de 100 yuanes. Ella lloró.

También me disculpé con mi madre, que vio los cambios en mí y volvió también a la práctica de cultivación de Falun Dafa. La relación entre mi madre y mi abuela mejoró notablemente. Mi madre compró una casa nueva para su suegra y también hizo aportaciones a su cuenta de jubilación.

Cuando los vecinos calumniaron a Dafa, mi abuela dijo: "¿Quién ha dicho que Falun Dafa no sea bueno? Mi nuera se convirtió en una persona mejor gracias a ello".

Tuve un sueño en 2020, en el que vi a mi abuela y a mí parados, juntos, mirando innumerables seres conscientes al otro lado de una montaña, con flores blancas en la cabeza. Parecían dar la bienvenida a la abuela. Se oía una voz que decía que enviara pensamientos rectos para ella.

Seis meses después, a mi abuela le diagnosticaron un cáncer de pulmón terminal, que se había extendido al hígado, los riñones, la cabeza y la columna vertebral. Sentía mucho dolor y todos estábamos muy tristes. Le rogué a Shifu que salvara a la abuela. Pero comprendí que la abuela había venido a este mundo para oír hablar de Dafa. Mi misión era hacerle saber que Dafa es bueno. Cuando comprendiera la verdad, Shifu se ocuparía de su vida.

Le pedimos a la abuela que repitiera a menudo las frases auspiciosas: "Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Su examen físico mostró que el cáncer estaba controlado. Ya no sentía ningún dolor. La abuela dijo: "¡El Shifu de Falun Dafa me ha bendecido!".

Al final de su camino de vida, mi abuela estaba muy tranquila y en paz. Le tomé la mano y le dije: "¡Recuerda a Shifu y deja que Él se encargue de todo por ti!". Ella asintió.

Recuerdo que una vez, charlando con la abuela, me dijo: "Tu madre siempre me reprochaba cosas muy triviales. ¿Qué la hizo cambiar a tan buena persona?". Le dije: "Ella lee Zhuan Falun todos los días. Shifu le enseñó a ser buena". La abuela dijo, "¡Shifu es tan bueno! Sólo buenos Maestros como Shifu Li Hongzhi, tendrán buenos discípulos".