(Minghui.org) Cuando el virus se propagó a principios de 2020, muchas zonas, incluida la mía, estaban bloqueadas. Mi esposo se quedó en casa viendo la televisión todo el día. Yo la miraba de vez en cuando y sin darme cuenta me apegué a ella.

Vi telenovelas dos noches seguidas y, después de cenar la tercera noche, me dolía mucho el brazo izquierdo y tenía la mano izquierda entumecida. Sentía como si me clavaran un cuchillo en el brazo. Empecé a llorar.

A pesar del dolor, no tenía miedo ni pensamientos negativos. Sabía que había cometido un error, así que recité el Fa de Shifu (fundador de Falun Dafa).

Shifu dijo:

"con el Maestro y el Fa aquí, ¿a qué le pueden temer?" (Exponiendo el Fa en Sidney).

Pedí ayuda a Shifu. Envié pensamientos rectos para eliminar la influencia negativa del Partido Comunista Chino (PCCh), las sustancias malas y los pensamientos degenerados en mi campo dimensional. Dije: "Aunque haya cometido errores, no permitiré que las viejas fuerzas me afecten. Me rectificaré en el Fa. Pertenezco a Shifu y a Dafa".

El dolor dificultaba la emisión de pensamientos rectos, y todo tipo de mensajes de otras dimensiones seguían llegando a mi mente. Sabía que las viejas fuerzas querían arruinarme. El dolor era insoportable, pero aún podía soportarlo.

Busqué en mi interior: "Los programas de televisión pueden contener cosas que podrían contaminarnos, y deberíamos evitar verlos. Debería decirle a Shifu que me equivoqué y prometerle que evitaré la televisión en el futuro". Recordé las conferencias de Shifu sobre anular por completo los arreglos de las viejas fuerzas.

Aunque no dormí en toda la noche, hice los ejercicios por la mañana. Pasé más tiempo estudiando el Fa, enviando pensamientos rectos, y no salí de casa.

Hice lo usual los primeros días: mirar hacia adentro de manera general. Así, aunque el dolor disminuyó, mi mano seguía colgando.

Entonces leí las enseñanzas de Shifu:

"Siempre que te aparezca esta u otra clase de interferencia durante el refinamiento de gong, tú mismo tienes que buscar la razón y ver qué cosas tienes que aún no has dejado" (Sexta Lección, Zhuan Falun)

¿De qué tipo de deseos no me he desprendido? ¿Por qué veía telenovelas sabiendo que no debía hacerlo? Quería relajarme y disfrutar. De niña me encantaba jugar, y de adulta deseaba ganar suficiente dinero para viajar.

Viajar no era una actividad popular para los chinos continentales en la década de los ochenta, y sin embargo yo ya viajaba. Cuando empecé a practicar Falun Dafa, a menudo iba a lugares para difundir la belleza de Dafa durante mis días libres, y renuncié a los viajes pagos por la empresa para hacerlo. Pensaba que hablar con la gente sobre Dafa era más importante, y que siempre podría viajar luego cuando tuviera tiempo.

Sentía envidia y celos de otros practicantes cuando hacían viajes pagados por la empresa y visitaban lugares pintorescos durante los veranos y los inviernos. Pero las temporadas de vacaciones eran también las más ocupadas para compartir con la gente las bondades de Falun Dafa. Aunque no eludía mi responsabilidad como practicante, seguía queriendo viajar y divertirme.

Mis deseos me llevaron a tener celos y a quejarme. Tuve un pensamiento negativo: "¿Por qué otros practicantes están bien cuando ven la televisión?". Entonces me di cuenta de que era un pensamiento peligroso. Le dije a Shifu: "Este pensamiento no forma parte de mí, ¡lo rechazo!".

Después de practicar Dafa durante más de 20 años, nunca había pensado en deshacerme de tales deseos. Los practicantes solo veían lo que se manifestaba en la superficie, y pensaban que yo era diligente en mi cultivación. Pero esa diligencia se debía a las circunstancias y al entorno que nos rodeaba, por lo que me vi obligada a eliminar ciertos apegos.

Nunca abandoné el deseo de disfrutar de la vida, lo que a su vez dio lugar a todo tipo de apegos graves. Nunca se me ocurrió que las dificultades que encontraba estaban ahí para ayudarme a cultivar. No tenía motivos para estar celosa ni para quejarme de nadie. Debería dar las gracias a Shifu por sus arreglos. Y también a los practicantes.

El dolor desapareció en cuanto encontré mi apego. Los mensajes negativos fueron desapareciendo poco a poco, y era mucho más fácil eliminarlos cuando aparecían de vez en cuando.

Ofrecí incienso a la foto de Shifu la mañana del séptimo día. Utilicé la mano derecha para levantar la izquierda al ofrecer el incienso. Pero cuando hice la reverencia a Shifu, pude juntar ambas palmas sin ningún esfuerzo. Lágrimas de gratitud y alegría cubrieron mis mejillas. No tenía palabras.

Se me llenaron los ojos de lágrimas al escribir este artículo. Practiqué los ejercicios de Falun Dafa delante de la foto de Shifu para agradecerle su compasión.