(Minghui.org) Un practicante de Falun Dafa me invitó a asistir a la Conferencia Asiática de Falun Dafa en Tokio en 2014 para saber más sobre Falun Dafa. Esto fue importante para mi inicio en el camino de cultivación de Dafa. Ya no era una persona común perdida en este mundo caótico; me convertí en una practicante de Dafa. Tropecé en el camino de la cultivación, pero he llegado hasta hoy con la protección del Maestro Li, el fundador de Falun Dafa.
Haciendo llamadas a través de la plataforma RTC
En 2020, estalló la pandemia y se extendió rápidamente por todo el mundo. Los casos de muerte se dispararon. Mucha gente en China entró en pánico y se sintió desesperada. Sabía que tenía la misión de salvar a la gente y sentí la urgencia. Quería llamar a la gente de China y aclararles la verdad sobre Dafa. Así que decidí participar en la plataforma RTC para llamar a la gente de China.
El proceso de llamar a la gente fue también un proceso de cultivar mi carácter y mejorar mi xinxing. Hablé con todo tipo de personas. Algunos me maldecían. Algunos me despreciaron y en ocasiones me amenazaron. Otros fueron muy amables y algunos me dieron las gracias repetidamente. Me alegro por ellos.
Sabía que cada situación era una prueba para ver si mi corazón se conmovía o no. Comprendí que debía seguir siendo compasiva e intentar por todos los medios despertar la conciencia de la gente, independientemente de sus actitudes.
A veces me impacientaba y quería dejarlo cuando nadie respondía a mi llamada o cuando la gente me colgaba continuamente. Cuando una mujer empezó a insultarme después de que la saludara, miré hacia dentro y me di cuenta de que tenía apego a la competitividad y no era lo bastante compasiva. No me conmoví y poco a poco fui eliminando mis apegos.
Mejorando a través de memorizar el Fa
Leí muchos artículos en la página web Minghui sobre la memorización del Fa. Muchos practicantes hablaron de cómo profundizaron su comprensión de los principios del Fa y se beneficiaron física y mentalmente memorizando el Fa. Por eso decidí memorizar el Fa.
Intenté memorizar el Fa por mi cuenta, pero desistí al cabo de un tiempo. Entonces empecé a memorizar con los practicantes de la plataforma RTC. Todos leíamos con calma y despacio, y después de leer un párrafo, lo memorizábamos.
Mi cultivación se había estancado durante mucho tiempo. Estaba atascada y no conseguía avanzar. Me di cuenta de que no entendía completamente el Fa. Cuando memoricé seriamente el Fa, sentí que cada célula de mi cuerpo estaba conectada con el Fa, y experimenté la belleza de disolver mi cuerpo y mente en el Fa. Decidí que grabaría el Fa en mi mente y siempre mediría mis pensamientos y comportamiento con el Fa.
A través de la memorización del Fa, profundicé en mi comprensión de los principios del Fa y fortalecí mi fe en el Maestro y en el Fa. Cuanto más memorizaba, más quería memorizar y más me gustaba memorizar el Fa. Memorizaba el Fa cuando hacía las tareas domésticas, cuando iba y venía del trabajo y cuando tenía tiempo libre. Gradualmente me sentí en paz y tranquila. Mis pensamientos rectos se fortalecieron y me volví de mente abierta. Era capaz de mirar hacia dentro cuando las cosas iban mal.
Un incidente reciente me conmovió profundamente. Un familiar empezó a participar en el proyecto RTC. Tenía problemas técnicos, así que pedí la ayuda técnica de un practicante. Sin embargo, este practicante se mostró muy impaciente. Inmediatamente le pedí disculpas y le dije: "Lo siento, quizá no me expresé con claridad". Pero él seguía enfadado y me dijo que buscara a otro para que me ayudara.
¿Por qué estaba tan enfadado? Sabía que nada era accidental. Debía haber un apego que tenía que identificar y soltar. Miré hacia dentro y descubrí que no respetaba a los demás practicantes y los menospreciaba. Recordé una vez en la que me sentí insatisfecha con un practicante cuando ajustó el sonido de mi ordenador. En esta ocasión, no creí que el practicante de soporte técnico pudiera resolver el problema. Me di cuenta de que esa era mi noción y debía eliminarla.
Al día siguiente, vi un mensaje de ese practicante. Decía: "Lo siento. Ayer no debí hablarte tan fuerte. Te pido disculpas". Yo también le pedí disculpas. Me di cuenta de que mi entorno cambió cuando miré hacia dentro y cambié yo.
Mientras estudiaba con el grupo de la plataforma RTC, cuando llegamos al párrafo sobre mejorar el xinxing. Tuve que repetirlo muchas veces antes de poder memorizarlo. Sabía que había llegado el momento de mejorar mi xinxing.
El Maestro dijo:
“Porque tu xinxing no se ha elevado. Cada nivel tiene un estándar diferente, y si piensas elevar tu nivel, debes abandonar tus malos pensamientos y volcar tus cosas sucias, asimilándote al estándar requerido por ese nivel, solo así puedes elevarte” (Primera Lección, Zhuan Falun)
El Fa del Maestro es claro y fácil de entender. Entonces, ¿por qué no pude tratarme como una verdadera practicante? ¿Por qué no pude hacerlo bien? Es porque no creía totalmente en el Maestro y el Fa y no me cultivaba sólidamente. No miré hacia adentro incondicionalmente cuando encontré conflictos. No eliminé mis apegos, como la envidia, el resentimiento, la competitividad, la ostentación y la lujuria.
Me di cuenta de que todas las dificultades que encontraba eran oportunidades para mejorar. Por lo tanto, mi comportamiento, mis palabras y mis pensamientos deben ajustarse al Fa. Es la única forma de mejorar mi reino.
Gracias, Maestro, por darme un entorno tan excelente para estudiar el Fa en la plataforma RTC. Aprecio el ambiente para cultivarme y estudiar con los compañeros practicantes.
El entorno familiar ofrece oportunidades de cultivación
La tía de mi marido practicaba Falun Dafa. Mientras estuvo encarcelada durante tres años por practicar Falun Dafa, no pudo estudiar el Fa. Cuando salió de la cárcel no se comportaba como una practicante. Mi suegra y mi marido malinterpretaron a Dafa debido a su comportamiento inapropiado.
Mi marido se opuso a mi cultivación desde el principio. Incluso se oponía a que llevara a los niños a ver Shen Yun. Intenté decirle la verdad sobre Dafa, pero siempre se ponía a gritar y no me dejaba hablar. Sabía que sólo podría eliminar los malentendidos de mi marido sobre Falun Dafa cuando hiciera bien mi cultivación y le permitiera ser testigo de la belleza de Dafa.
Mi marido no se implica con la familia, sino que juega con su teléfono después del trabajo. Yo también tengo un trabajo a jornada completa. Después de trabajar todo el día, hago las tareas domésticas además de cuidar de los niños. Siento que no tengo tiempo suficiente para hacer bien las tres cosas.
Me sentía cansada cuando mi estado de cultivación no era bueno. Poco a poco me volví resentida y evitaba hablar con mi marido.
Una vez, mi marido me gritó porque se me había olvidado hacerle una cosa. Aunque en aquel momento lo aguanté, me enfadé y me sentí agraviada.
El Maestro nos pidió que pensáramos primero en los demás. ¿Cumplí el requisito del Maestro? Miré en mi interior. Me parecía injusto que mi marido no hiciera nada en casa. Sentía que no cumplía con su responsabilidad como padre. Estaba resentida y mi actitud hacia él era negativa. No es de extrañar que él no lo apreciara por mucho que yo hiciera. Me di cuenta de que intentaba cambiarlo. Comprendí que mis pensamientos eran egoístas.
Me sentí avergonzada cuando vi que estaba tan lejos del reino que los practicantes necesitan alcanzar. Empecé a pensar desde el punto de vista de mi marido. Tenía un trabajo muy ajetreado, así que no quería hacer otra cosa después de un día agotador. Como esposa, debía comprenderle. Como practicante, debía tratarle bien incondicionalmente y hacerle sentir el calor de la familia.
Decidí eliminar por completo mis nociones y apegos. Así que pasé más tiempo enviando pensamientos rectos. Poco a poco, mi corazón se fue abriendo y el resentimiento reprimido desapareció. Me di cuenta de que, en el entorno familiar, era preciso cultivarme, ver el lado bueno de los miembros de mi familia y ser compasiva.
Cumplir nuestro voto
Hemos esperado cientos de millones de años y sufrido innumerables penalidades en nuestras numerosas reencarnaciones. Hoy tenemos la fortuna de convertirnos en practicantes de Dafa. Aprecio esta oportunidad y me alegro de haber encontrado el camino a casa. Estoy agradecida por la compasiva salvación del Maestro.
En el poco tiempo que me queda, estudiaré bien el Fa, me desprenderé de mis nociones humanas y me consideraré realmente una practicante. Miraré incondicionalmente hacia dentro cuando las cosas vayan mal. Salvaré a más gente, cumpliré mi voto y regresaré a mi verdadero hogar con el Maestro.
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Categoría: Caminos de cultivación