(Minghui.org) Mi esposo y yo nos mudamos a vivir a la misma ciudad que mi madre en 2021, sabiendo que fue arreglado por el Maestro porque yo había estado preocupada por el estado de su cultivación. Mientras caminaba por el sendero de la cultivación junto con mi madre, obtuve nuevos entendimientos de los muchos aspectos de mi cultivación.

Con la esperanza de que mi madre practique Dafa

Comencé a practicar Falun Dafa en 1996. Mis problemas estomacales, que me habían atormentado durante más de diez años, y mis problemas ginecológicos desaparecieron. Estaba llena de energía. Me esforzaba por vivir según los principios Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Perdoné el mal genio de mi esposo y renuncié a la idea de divorciarme de él.

Llevé el libro Zhuan Falun conmigo durante mi primera visita a mis padres después de obtener el Fa, con la esperanza de que lo leyeran y practicaran Falun Dafa también. Como todos estaban ocupados, sólo tuve la oportunidad de compartir con mi madre mi felicidad después de practicar Dafa. Ella estaba encantada de ver que mi cara triste había desaparecido. Pero estaba tan ocupada cuidando al hijo de mi hermana, de un año, que no tuvo tiempo de leer el libro.

Así que le leí el libro cada vez que tuve la oportunidad y finalmente lo terminé antes de marcharme. Se lo dejé con la esperanza de que pudiera seguir estudiando el Fa.

Mi madre obtiene el Fa

Cuando estaba a punto de dar a luz en 1998, mi madre se mudó conmigo para cuidarnos a mí y a su nuevo nieto.

Durante el embarazo, seguí haciendo las tareas domésticas a pesar de mi creciente barriga; seguí una dieta normal sin tomar suplementos nutricionales; también estudié el Fa e hice ejercicios todos los días.

A diferencia de muchas otras mujeres embarazadas de China, no utilicé contactos para intentar que me admitieran en un mejor hospital. Simplemente me registré en el hospital más cercano a mi casa.

Mi bebé nació un día antes de lo previsto. Empecé a lavar pañales de tela y a hacer tareas domésticas un mes después. Perdí todo el peso del bebé muy rápidamente, sin vendar el vientre como hacían otras mujeres después del parto.

Poco a poco, mi madre vio lo tranquila que era mi vida después de practicar Dafa y fue testigo de lo extraordinario de Dafa. Ella empezó a estudiar el Fa y a hacer los ejercicios por su cuenta.

Un día, a finales de 1998, mi madre me susurró que tenía fiebre y diarrea. Me sobresalté, pero inmediatamente comprendí que el Maestro Li (fundador de Dafa) estaba purificando su cuerpo. Le dije con alegría que no tuviera miedo y que era algo bueno. Estuvo un día en cama y al día siguiente se recuperó. Me alegré de que pasara la prueba.

La buena naturaleza de mi madre

Mi madre vivió con nosotros durante diez años para ayudarme a cuidar a mi hijo. Después de que comenzara la persecución a Falun Dafa en julio de 1999, mi esposo intentó impedirme que practicara, pero me negué. Le pidió a mi madre que me convenciera. Ella sólo le dijo que había recuperado la salud practicando Dafa. También ella estudiaba el Fa y hacía los ejercicios siempre que tenía tiempo. Cuando el Maestro publicaba nuevos artículos, siempre los compartía con ella.

Mi madre fue atropellada por un coche cuando iba a recoger a mi hijo al colegio. Le dijo al conductor que estaba bien y no pidió compensación. Más tarde, el conductor fue a mi casa para ver cómo estaba. Estaba realmente herida, pero no se lo dijo a nadie y pronto se recuperó.

También compartió cintas de audio de las conferencias del Maestro con su hermana y su madre. Cuando mi abuela, vivía en un hogar para ancianos después de quedar incapacitada, mi madre puso un amuleto benéfico de Dafa bajo su almohada. Cada vez que mi madre la visitaba, recitaban juntas las frases benéficas "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Mi abuela falleció mientras dormía sin ningún sufrimiento.

Mi tía conservaba cuidadosamente las cintas de audio de las conferencias del Maestro y recitaba a menudo las frases beneficiosas. Ahora, a sus ochenta años, ella y su marido llevan una vida feliz.

Desafortunadamente, durante los diez años que vivimos juntas, mi madre y yo no habíamos encontrado tiempo para estudiar el Fa y hacer los ejercicios juntas debido a mis pesadas tareas domésticas y a que yo estaba ocupada distribuyendo materiales de aclaración de la verdad. Así que nuestra cultivación mejoró lentamente. No sabíamos cómo mirar hacia adentro y teníamos discusiones frecuentes sobre asuntos familiares triviales.

Después de que mi madre regresara a nuestra ciudad natal para vivir con la familia de mi hermana, me preocupaba por su cultivación, ya que no había practicantes a su alrededor. Guardaba los archivos electrónicos de Minghui Weekly en MP5 y se los llevaba cuando la visitaba, y a veces también se los enviaba por correo. Cada año solía quedarme en su casa una o dos semanas. Durante ese tiempo, compartía con ella sobre mi cultivación y el progreso de la rectificación Fa, y la animaba a seguir con su cultivación. Ella siempre estaba de acuerdo.

Pero estaba ocupada con las pesadas tareas domésticas, cuidando a mi padre que tenía Alzheimer, a mi hermana y a sus hijos. No tenía tiempo para estudiar el Fa o hacer los ejercicios. Yo estaba ansiosa, pero no podía hacer nada al respecto, excepto recordarle que dejara a un lado sus sentimientos cuando le llamaba. También compartía con ella sobre la cultivación cada vez que tenía la oportunidad, con la esperanza de que se mantuviera cerca del Fa.

Ella me comentaba que de vez en cuando recitaba las frases benéficas y enviaba pensamientos rectos. Regaló todas las revistas informativas de Dafa que le envié por correo. También gastó billetes con mensajes escritos acerca de la verdad sobre Falun Dafa (como una forma de crear conciencia sobre la persecución dada la estricta censura en China). Ella misma escribió los mensajes en el papel moneda y los gastó sin preocuparse demasiado por su seguridad. Vi su corazón puro y me avergoncé de mi apego al miedo.

Cuando mi abuela falleció, sólo dejó su casa a mi madre. Mi madre podía haberse quedado con todo el dinero cuando la vendió. Pero decidió repartirlo a partes iguales entre sus seis hermanos. Gracias a esta decisión ganamos más confianza de los mayores de la familia y todos renunciaron al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus dos organizaciones juveniles.

Cultivándonos juntas diligentemente

Mi hermana compró una casa nueva en 2021 y yo compré su casa anterior. De este modo, mi esposo y yo volvimos a nuestra ciudad natal. Sabiendo que el Maestro lo arregló para que mi madre y yo cultiváramos juntas, aprecié este arreglo.

Visito regularmente a mi madre, que sigue viviendo con mi hermana. Mi hermana incluso me consiguió una habitación de invitados en su nueva y espaciosa casa. Como estaba ocupada con su trabajo, contrató a una persona de servicio. Durante mi estancia, descubrí que mi madre discutía a menudo con la empleada y que también se quejaba de ella con mi hermana. Le recordé que mirara hacia dentro. No me hizo caso. Una vez estando yo presente, mientras discutían, me enfadé y la reprendí delante de ella. Se enfadó.

Más tarde, me dio un mensaje de mi hermana diciéndome que no hiciera yo la limpieza de su casa mientras estaba de visita, que debía hacerla la empleada. Al principio me sentí triste. Luego miré hacia dentro y me di cuenta de que había sobrepasado los límites como invitada, ya que ellos tenían su propia forma de manejar las cosas en su casa. Debía respetar su forma de vida.

También descubrí mi apego a mi madre. Cuando supe que había dejado de leer Minghui Weekly, temí que descuidara su cultivación y, como consecuencia, enfermara o incluso falleciera.

Compartí con mi madre a cerca de mi preocupación y hablamos sobre cómo mejorar nuestra cultivación. Decidimos estudiar el Fa juntas regularmente, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos juntas cuando tuviéramos más tiempo. La ayudé a continuar escuchando los audios de Minghui WeeklyEste arreglo me ayudó a tener un ambiente estable para hacer bien las tres cosas. Mi madre también organizó su tiempo para cultivarse mejor. Solté mis obsesiones con su estado de cultivación ya que el Maestro está allí para cuidarla.

Después de estudiar el Fa juntas por un tiempo, mi madre leía el Fa con mucha más fluidez. También lo estudiaba sola por la mañana, enviaba pensamientos rectos diligentemente, hacía los cuatro primeros ejercicios todos los días, y trataba de hacer la meditación sentada más a menudo. Prestó atención a respetar al Maestro y al Fa. Vació un cajón grande para poner los libros de Dafa y recordaba lavarse las manos antes de estudiar el Fa. Estudiando más el Fa, comprendió mejor la naturaleza malvada del PCCh y descubrió sus problemas de mentir sin querer.

Su relación con la empleada doméstica tenía altibajos, así que se lo recordaba amablemente. Una vez me contó que mi hermana las regañó, pero ella asumió la culpa y volvió a hacer el trabajo junto con la empleada. Me alegré mucho de su mejoría.

Me acordé de que no tenía la espalda recta cuando volví a nuestro pueblo. Ahora la tiene recta y ha mejorado mucho en sus habilidades culinarias.

Ayudar a los demás es ayudarse a uno mismo

Mejoró mi cultivación mientras ayudaba a mi madre, y no es de extrañar que muchos practicantes mencionaran al compartir que ayudar a otros es ayudarse a uno mismo.

En primer lugar, ahora soy capaz de concentrarme durante el estudio del Fa en grupo. También encontré muchos apegos, como impaciencia, tendencia a ponerme por encima del Fa, sentimentalismo hacia mi madre, presunción, competitividad, celos y resentimiento hacia mi hermana. Además, mi madre también corrigió mis movimientos en los ejercicios, que habían estado equivocados durante años.

Me di cuenta de que tendía a exigir a mi madre que siguiera mi entendimiento del Fa. Afortunadamente me di cuenta de este serio problema con la señal del Maestro. Inmediatamente me arrepentí ante el Maestro. Me corregí para distinguir qué parte de mis palabras eran las palabras originales del Maestro y cuáles eran mi entendimiento.

También me di cuenta de que no había cultivado bien el habla. Encontré muchos problemas con mi madre, así que siempre traté de llamarle la atención de la manera más adecuada. Durante el estudio del Fa, el Maestro me indicó que yo tenía muchos de los mismos problemas, pero que los pasé por alto porque me había acostumbrado a ellos. Mis apegos me llevaron a señalar sus apegos cuando debería fortalecer mi conciencia principal y cultivar mi habla.

Cuando estudiaba el Fa, sentía que el Maestro me enseñaba y señalaba mis problemas. Lo compartí con mi madre: debemos controlar nuestros corazones y no culpar a los demás en los conflictos. También tenemos que averiguar cuál es el apego que hace que no controlemos el habla y queramos culpar a los demás. Hay que soltar y eliminar todos los pensamientos malos y perversos que hay en nosotros.

Ahora siento que apenas estoy aprendiendo a cultivarme después de veintitantos años de estar en la cultivación. Muchos apegos fueron eliminados y no se mostraron durante los conflictos, pero siguen ocultos en mi corazón. No es de extrañar que cuando encontraba excusas para desahogar mi descontento con mi esposo, él siempre respondiera con el razonamiento correcto. El Maestro había utilizado sus palabras para señalarme. Pero yo había desaprovechado las oportunidades de mejorar.

Hace unos días, cuando estábamos de viaje, mi esposo y yo conocimos a una persona que tenía una vida personal desordenada. Pero yo sabía que no debía menospreciarle, sino tratarle como a un ser consciente al que había que salvar. No quería tener malos pensamientos sobre él, sino que debía sentir compasión. Aprendí a rectificar mi forma de pensar. Incluso hacia aquellos que han participado en la persecución, también espero que algún día les domine su lado que sabe y reconozcan la maldad del PCCh.

Siempre pensé que había vuelto para ayudar a mi madre con su cultivación, pero en realidad ella me estaba ayudando a mí. Todos los que me rodean, incluidas mi hermana, mi madre y la empleada de servicio, me están ayudando con mi cultivación. Mi madre también ha mejorado. Ahora toma la iniciativa de comunicarse con mi hermana en lugar de quejarse de que ella no se comunica. Sabe mirar hacia dentro en lugar de buscar defectos en los demás. También es diligente en el estudio y los ejercicios del Fa. Mi hermana nos apoya mucho en nuestra cultivación.

Quizás antes de descender al mundo humano, mi madre y yo hicimos un voto para encontrarnos y cultivarnos juntas. Nos recordaremos y ayudaremos mutuamente, y caminaremos juntas en el camino de validar el Fa y salvar a los seres conscientes.

Lo anterior es mi comprensión actual en mi nivel. Por favor, señálenme cualquier cosa inapropiada.