(Minghui.org) La practicante Jia [alias] había estado sufriendo malestar estomacal y vómitos, y no podía comer. Esto le impidió hacer las tres cosas que los practicantes de Falun Dafa deben hacer. Su marido y su hijo no pudieron hacer nada para hacerla sentir mejor. Ella estaba sufriendo.

Los compañeros practicantes estaban preocupados por ella, especialmente Bing [alias], que estaba en el mismo grupo de estudio del Fa y había trabajado con ella en proyectos de clarificación de la verdad. Bing le envió correos electrónicos varias veces al día, animándola a salir a validar el Fa. Jia estaba tan débil que no tuvo fuerzas para responder. Como resultado, otros practicantes se pusieron aún más ansiosos y preocupados.

Shifu dijo:

“Las cosas[2] que a él le conciernen, también te concierne a ti, y lo que a ti te concierne le concierne a él también” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002, Colección de Enseñanzas del Fa, Volumen II).

Decidí traer a Jia a mi casa. Cuando llegó, le preparé un plato de fideos. Se lo comió todo y no vomitó. Aproximadamente a las 3:15 de la mañana siguiente, le pedí que se levantara e hiciera los ejercicios. Hicimos las cinco series de ejercicios sin parar. De hecho, normalmente no podía levantarme tan temprano. Cuando llegó Jia, me volví más diligente.

Bing vino a pasar la noche con nosotras. Las tres estudiamos el Fa, hicimos los ejercicios y enviamos pensamientos rectos juntas. El efecto fue bastante bueno.

Encontré conferencias relacionadas del Shifu para que Jia las leyera y compartí experiencias de cultivación. Jia miró hacia adentro en todos los aspectos. Se dio cuenta de que no tenía suficiente compasión por su marido. Aunque ella lo cuidaba haciendo todas las tareas de la casa, estaba infeliz, aunque no se quejaba, pero la familia podía sentirlo. También recordó que una vez cooperó con la policía bajo presión en un centro de detención. Entonces, ella escribió una “declaración solemne” y la envió al sitio web de Minghui.

Jia se quedó en mi casa durante cinco días. Durante ese tiempo, distribuimos materiales de aclaración de la verdad en la comunidad. Aunque todavía estaba un poco débil, hizo bien las tres cosas.

Gracias a la compasión del Shifu, Jia superó el yeli de la enfermedad grave en poco más de un mes. ¡Gracias Shifu!

En cuanto a Ding [alias], la policía la ha acosado en su casa varias veces en los últimos dos años. Durante la pandemia, ella y su hija (compañera practicante) distribuyeron materiales de aclaración de la verdad en la comunidad. Fueron denunciadas, pero pudieron escapar. La policía captó sus acciones con una cámara de seguridad, fue a su casa para detenerla, pero ella se negó a abrir la puerta. Entonces vino a quedarse conmigo durante once días.

Esta vez la policía volvió a llamar a su casa y le dijo que fuera a la comisaría. Para evitar que la policía hiciera cosas malas y cometiera delitos, se quedó en mi casa otros cinco días. Se concentró en estudiar el Fa, hacer los ejercicios matutinos y seguía saliendo para aclarar la verdad cara a cara. También participó en el estudio semanal del Fa en mi casa. Al estudiar el Fa, se dio cuenta de que tenía un fuerte apego a la relación de madre e hija, beneficios personales, miedos y resentimiento hacia su yerno.

Una vez que descubrió estos apegos, hizo todo lo posible por eliminarlos y corregirse. Como resultado, su xinxing mejoró. La policía local dejó de acosarla y se retiró el caso de la detención.

El hecho de que compañeros practicantes se quedaran en mi casa resultó ser de gran ayuda para mi propia cultivación y mejora. Aunque tuve algunos inconvenientes, ¿no fue una buena oportunidad para deshacerme de mi miedo a tener problemas y de mi egoísmo?

Nada ocurre por casualidad. Cuando los compañeros practicantes encuentran dificultades, vienen a mi casa y se quedan unos días para ajustarse, corregirse y enriquecerse en el Fa. Es un gran honor para mí, y es también la mayor confianza que los compañeros practicantes pueden brindarme.