(Minghui.org) Soy un joven practicante que actualmente vive fuera de China. Comencé a practicar Dafa en China en 2011 y me mudé al extranjero en 2015. Me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación mientras coordino el grupo de jóvenes practicantes.

Me mudé a mi ciudad actual en 2019 y conocí a muchos practicantes que participan en diferentes proyectos, incluidos jóvenes practicantes. La edad de estos practicantes varía entre adolescentes y treintañeros. Algunos todavía están en la escuela, otros acaban de empezar a trabajar, algunos tienen trabajos cotidianos y otros trabajan a tiempo completo en proyectos de medios de comunicación.

Al principio, no había un papel especial para la "coordinación de jóvenes discípulos de Dafa" en esta ciudad. Pero a medida que iban apareciendo jóvenes practicantes más capaces, el coordinador de la asociación de Dafa me preguntó si estaría dispuesta a unirme al equipo de coordinación. Este equipo se encarga principalmente de coordinar las actividades de aclaración de la verdad para los clubes de varios colegios, organizar sesiones regulares de estudio del Fa, compartir con los jóvenes practicantes, organizar actividades sociales para ellos y de presentar a los jóvenes practicantes adecuados a otros proyectos.

Al principio era reacia a asumir esta responsabilidad extra, pues sentía que mi estado de cultivación era un desastre. ¿Cómo podía coordinar a los demás? Sabía que aún tenía el apego del sentimentalismo y pensé que si me encontraba con más practicantes de mi edad, especialmente del sexo opuesto, aumentaría mi sentimentalismo humano, lo que no sería bueno para mi cultivación.

No lo vi como una oportunidad para elevarme hasta que un día recordé haber leído una experiencia compartida por una practicante en China que se encargaba de imprimir materiales para el centro de producción de material. Contó que, antes de involucrarse en el proyecto, vio cómo Shifu transformaba un asiento de flor de loto para ella y le decía que se sentara en él. Me aclaró que Shifu quería que ella se encargara de este proyecto y asumiera la responsabilidad.

Me di cuenta de que no era una coincidencia que me pidieran que coordinara, y que podía haber una razón más profunda detrás. Debía aprovechar esta oportunidad y hacerlo bien en el proyecto.

Sentimentalismo humano

Para mí, el mayor reto como coordinador es equilibrar los pensamientos rectos y el sentimentalismo humano. Dado que el grupo de jóvenes practicantes es un equipo especial, tenemos que utilizar algunas formas de la gente común para organizar actividades sociales, de modo que los jóvenes practicantes (especialmente los que habían abandonado antes la cultivación debido a algunas tribulaciones) sepan que nos preocupamos por ellos.

Al mismo tiempo, no debemos apegarnos al sentimentalismo humano ni a las amistades. A menudo pensaba que no lo hacía bien y que utilizaba el sentimentalismo para establecer relaciones con otros practicantes. Cuando hablé de esto con una practicante veterana que lleva muchos años haciendo trabajo de coordinación, me dijo que se trata sobre todo de lo bien que equilibremos las cosas.

También recordé lo que dijo Shifu:

"Los Dafa dizi lidian con el qing de forma racional. Es imposible no estar afectado por este. Solo estás siendo racional al respecto. Solo la parte de ti que ha completado la cultivación puede ser separada del qing" (Explicando el Fa en Washington D. C. 2018).

"Para los Dafa dizi, lidiar con este racionalmente depende de la fuerza de tu racionalidad. Estos son los pensamientos rectos de los que hablamos. Se trata de si la base de tu cultivación es sólida o no. De eso es de lo que hablamos, y eso es de lo que se trata. Si puedes lidiar racionalmente con todo, eso es realmente notable" (Explicando el Fa en Washington D. C. 2018).

Me iluminé que cuando cultivamos en la sociedad común, no debemos aislarnos del mundo humano, pero necesitamos tener cuidado de cómo manejar las cosas cuando enfrentamos todo tipo de tentaciones, emociones y apegos mundanos.

También debo tener cuidado de no discriminar a ningún practicante en función de lo cerca que esté de él.

Apego a la lujuria y a la reputación

Otro reto en mi trabajo de coordinación es que a menudo tengo que contactar con jóvenes practicantes del sexo opuesto. Saber apreciar esta oportunidad sagrada y no desarrollar sentimentalismo o lujuria es otra gran prueba para mí. Creo que puede ser fácil desarrollar el "qing" (sentimentalismo) si a menudo tenemos contacto con el sexo opuesto o pasamos demasiado tiempo con ellos.

Aparte de asegurarme de que estudio el Fa, hago los ejercicios y envío pensamientos rectos todos los días, no escucho ni veo canciones, películas, vídeos o libros de gente común. También debo prestar especial atención a eliminar la sustancia de la lujuria y cualquier noción que haya quedado en mi mente por haber visto películas o leído libros en el pasado. Tengo que estar alerta cuando aparece cada pensamiento y diferenciar los que no son de mi verdadero yo, para poder eliminar poco a poco mis nociones humanas. Así es como entiendo lo que quería decir Shifu cuando dijo: "...cultivando constantemente el xinxing..." (Cultivación genuina, Hong Yin).

A veces dudaba en ponerme en contacto con practicantes del sexo opuesto. Pero me di cuenta de que se trataba también de un apego a la reputación. Si necesitaba ponerme en contacto con alguien por cuestiones relacionadas con un proyecto, debía hacerlo. No debía molestar a los practicantes con mis asuntos personales ni pasar mucho tiempo charlando con ellos sobre cosas no relacionadas con la cultivación.

Resentimiento y celos

A veces, cuando presentaba a un joven practicante a otro proyecto de aclaración de la verdad, y la persona no era realmente adecuada para el trabajo, había conflictos. Yo estaba atrapada entre el coordinador del proyecto y el joven practicante, lo que me hacía sentir resentida.

Cuando coordinaba actividades de aclaración de la verdad en algunos de los clubes universitarios locales, albergaba resentimiento hacia los practicantes que estudiaban en esas universidades porque consideraba que debían encargarse ellos mismos del trabajo. No me paraba a pensar si estaban ocupados con sus estudios o participaban en otros proyectos.

Compartía intereses similares con otra practicante y nos hicimos muy amigas. Pero, con el tiempo, empecé a sentir que yo hacía más por ella que ella por mí. Mi resentimiento provocó una brecha entre nosotras porque sentía que yo daba demasiado y no apreciaba su ayuda. A veces pensaba en lo mucho que me preocupaba por otros jóvenes practicantes y los ayudaba con sus estudios, su vida y su trabajo, pero nadie hacía lo mismo por mí. Sentía que esto era injusto y desarrollé celos.

Poco a poco me di cuenta de que los apegos como el resentimiento, los celos, la mentalidad competitiva y el sentimiento de que las cosas son injustas están unidos y relacionados entre sí. En última instancia, se trata del egoísmo de los seres del viejo universo. Si quiero deshacerme de estos apegos, tengo que deshacerme de todos los apegos, porque si queda un apego, provocará a todos los demás.

Tampoco debemos sentir que los demás se han cultivado mejor que nosotros ni admirarlos ciegamente. Todos los practicantes tienen dificultades al enfrentarse a pruebas y yeli mientras cultivan y salvan a la gente. Si ponemos demasiada presión o esperanza en un practicante en particular, esa persona podría no ser capaz de manejarlo. Traeremos tribulación al practicante si lo admiramos o dependemos de él.

Apegos a la reputación, a la ganancia y a la ostentación

Con el paso del tiempo, fui conociendo mejor a los practicantes locales. Cuando más de ellos empezaron a elogiarme y a decir que me iba bien en la coordinación y que se me resultaba fácil socializar, tuve que prestar atención al apego a la fama y no atribuirme méritos.

Soy una persona introvertida y no sociable por naturaleza y nunca espero convertirme en una experta en interacciones sociales. Pero como soy de corazón cálido y afectuoso por naturaleza, estaba dispuesta a ayudar a los demás. Algunos practicantes decían que tengo la capacidad de hacer que los demás me abran su corazón. Sé que es una capacidad que me concedió Shifu.

Unas semanas antes de escribir esto, tuve un conflicto con un coordinador del grupo de jóvenes practicantes. Yo estaba ocupada con un proyecto de medios de comunicación y otras cosas en ese momento y no tenía mucho tiempo para organizar actividades sociales para el grupo. Me quejé en mi corazón de que habíamos creado el grupo para organizar actos de aclaración de la verdad para salvar a la gente y no para tener nuestros propios actos sociales.

Además, un coordinador dijo que yo había asumido demasiados proyectos, lo que afectaba a la calidad de mi trabajo de coordinación. Era como lo que Shifu describió en "Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010" (Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI), "...un oso ciego corta maíz". Le expliqué que los proyectos que estaba realizando eran más importantes que organizar a un grupo de personas para salir a divertirse. En un momento dado, incluso me retiré del grupo de chat de coordinadores.

Otros practicantes me dijeron más tarde que, aunque salir a aclarar la verdad es importante, también lo es que los jóvenes practicantes formen un solo cuerpo. Después de participar en las actividades sociales, vi lo valiosas que eran. Algunas de las personas que habían perdido a sus padres a causa de la persecución habían encontrado un nuevo hogar en nuestro grupo, y algunos habían encontrado practicantes de su misma edad con los que estudiar. Los nuevos practicantes y sus familiares ahora nos entendían mejor, y algunos que habían trabajado en los medios de comunicación durante mucho tiempo podían tomarse un respiro aquí. Los practicantes que acababan de salir de China pudieron conocer a otros practicantes y tener la oportunidad de colaborar en proyectos, y aquellos jóvenes practicantes que habían estado cultivando solos o no habían podido superar sus tribulaciones aprovecharon esta oportunidad para dar un paso adelante y volver al grupo.

Un joven practicante cuyo padre fue perseguido hasta la muerte me dijo una noche después de uno de estos actos sociales: "Ustedes son mi segundo hogar". Le expliqué que puede deberse a una relación previa predestinada el hecho de que algunos practicantes estén entusiasmados por hacer algunas cosas, y que deberíamos animar a los practicantes a hacerlas mientras intentamos perfeccionar y cooperar bien, en lugar de negarlo. En este punto, me gustaría dar las gracias a los miembros del equipo coordinador de jóvenes practicantes por dedicar tiempo y esfuerzo a organizar actividades y ayudar a todos a formar un solo cuerpo.

En los últimos años, al relacionarme con los jóvenes practicantes, me di cuenta de que es como dijo Shifu: "...constantemente habrá gente viniendo, y algunos serán personas muy capaces" (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IX).

Hay muchos practicantes jóvenes que sólo han estado practicando por uno o dos años y ya han comenzado los proyectos de aclaración de la verdad y el trabajo de coordinación, y su estado de cultivación a veces me hizo sentir avergonzada, ya que llevo cultivando más de diez años. También me iluminé a que la rectificación del Fa ahora está pasando al mundo humano y percibo la urgencia de las cosas.

Antes de hacer el trabajo de coordinación, rara vez pensaba en lo difícil que es para todos los coordinadores, ya sea en un grupo o proyecto grande o pequeño. Solía dar por sentadas sus contribuciones. Como joven practicante, no sabía lo difícil que era para los practicantes veteranos cuando empezó la persecución y tuvieron que trabajar todos los días mientras cuidaban de sus familias y seguían haciendo bien las tres cosas y estableciendo una empresa de medios de comunicación.

Shifu mencionó antes la importancia de la coordinación:

"... dado que eres un coordinador, debes reunir a los practicantes locales y unirlos para Shifu, para que puedan elevarse en la cultivación, y debes asistir a Shifu guiándolos bien. Esa es tu responsabilidad como coordinador en tu región" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015)

Shifu también dijo:

"Cuando yo nací, muchos dioses me siguieron y bajaron. Desde entonces, esto sucedió cada año, los dioses continuaron bajando. Cuando difundí el Fa, esos dioses bajaban como copos de nieve, así de tantos eran. Calculando las edades, desde que yo difundí el Fa hasta ahora, estos jóvenes de alrededor de 25 años, hay muchos que realmente todavía no fueron salvados, son todos dioses que vinieron; ellos bajaron hasta la Tierra, se dispersaron por todo el mundo" (Fahui de Nueva York 2016).

Esto demuestra lo importante que es coordinar a los jóvenes practicantes. Debería hacerlo mejor en el futuro, animar a más jóvenes practicantes a cultivar con diligencia y ayudarles a involucrarse en proyectos para que puedan contribuir más a salvar a los seres conscientes.

Estas son algunas de mis experiencias actuales. Si hay algo que no esté alineado con el Fa, por favor, tengan la amabilidad de señalarlo.