(Minghui.org) Una madre y su hija en mi área practican Falun Dafa. La hija se casó y se mudó a otra ciudad. La madre tiene más de 80 años y vive sola, por lo que la visito con frecuencia.
La madre se cayó un día y fue operada. La hija vino y se quedó con ella y la cuidó. Conforme pasó el tiempo, comenzaron a discutir. Cuando su vecina me vio venir de visita, me sugirió que me mantuviera al margen de sus asuntos. Pensé que como éramos practicantes, su asunto también era mi asunto. No quería dejar que otros tuvieran una impresión negativa de Dafa porque no nos cultivamos bien.
Tan pronto como entré, la madre y la hija se empezaron a quejar la una de la otra. Ninguna quiso escuchar lo que tenía que decir y continuaron discutiendo. Les dije: “Su comportamiento les da a los demás una mala imagen de Dafa. Cuando encontramos problemas, significa que es hora de mejorar nuestro xinxing. Deberíamos estudiar más el Fa y mirar hacia adentro”.
Después de que me fui me pregunté por qué había visto su conflicto. ¿Era porque no lo había hecho bien en un área determinada? Entonces recordé las enseñanzas de Shifu.
Shifu dijo:
“Y cuando otros están enredados en un conflicto y tú sólo eres un observador, debes pensar sobre ello: “¿Cómo puedo hacerlo mejor? Si yo estuviera en esa posición, ¿sería capaz de controlar mi xinxing y enfrentar la crítica y la desaprobación como un cultivador?”” (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).
Las palabras y acciones de los compañeros practicantes son como un espejo y me permiten ver mis defectos. Mi relación con mi marido no iba bien. Debía buscar dónde no lo estaba haciendo bien en mi cultivación y eliminar mis apegos.
Mi esposo
Solía menospreciar a mi marido. Pensaba que era un incompetente y un cobarde. No actuaba como un hombre y quería que yo me encargara de todo. Me ayudaba con poco, y me criticaba. A menudo lo comparaba con otros y lamentaba haberme casado con él.
Cambié mi actitud hacia mi marido y lo traté con amabilidad después de empezar a practicar. Pero en cambio su temperamento empeoró, a menudo se enojaba y me regañaba.
Nuestra nuera no pudo soportarlo y dijo: “Él siempre se enoja contigo”. Mi hijo dijo: “Lo malcriaste. Solías tener la última palabra y él no se atrevía a estar en desacuerdo. Ahora las cosas están al revés y papá es el que tiene mucho temperamento. Te dije que lo pongas en su lugar, pero te negaste”.
Me reí entre dientes y dije: "No me rebajaré a su nivel ahora que soy practicante".
Aunque no quería rebajarme a su nivel, mi corazón no estaba tranquilo cuando me hacía berrinches.
Sabía que el proceso de eliminar los apegos humanos era algo bueno. Era una oportunidad para eliminar apegos y mejorar mi cultivación. Pero me enojaba y maldecía cuando no podía contenerme. Cada vez que mi marido decía: “Mírate, ni siquiera actúas como una practicante. ¡Pareces más una arpía! Sabía que Shifu, estaba usando su boca para señalarme cosas. Me contenía lo que quería decir y lamentaba no haberlo hecho bien.
Hacía lo mejor que podía para reprimirme y no enojarme. Me recordaba que probablemente se lo debía de una vida anterior. Pensaba que debía seguir las enseñanzas de Shifu, comportarme como una practicante y pagar mis deudas. También quería deshacerme de mi resentimiento y desprecio por él.
Me calmé pero aún no podía encontrar dónde estaba atrapada. Me había cultivado durante tanto tiempo, entonces, ¿por qué estaba resentida y por qué lo menospreciaba?
En el pasado, él sólo cocinaba y fregaba el suelo. Yo tenía que hacer todo lo demás. Por ejemplo, cuando faltaba un tornillo en una lámpara y la lámpara colgaba en ángulo, decía que no sabía cómo arreglarlo. Tampoco sabía construir una cerca, hacer un cobertizo o instalar una puerta.
Sentí que no era capaz de mucho y lo acepté. Sin embargo, él no podía soportar que otros me elogiaran. Cada vez que escuchaba a alguien felicitarme, inventaba historias para difamarme. Cuando otros me comentaban lo que había dicho sobre mí y le preguntaba por qué, lo negaba y se ponía de mal humor. Realmente lo odiaba en ese entonces y estaba muy molesta por eso.
Me pongo en su lugar ahora que practico Dafa. Otros podrían pensar que soy más capaz que él aunque él sea el hombre. Así que trato de mantener un perfil bajo para que se vea mejor y no pierda la cara.
Una oportunidad para mejorar
Debe ser difícil estar en su situación. Constantemente sentía la necesidad de menospreciarme y elevarse. Ya no le tengo resentimiento. Me di cuenta de que la razón por la que lo menospreciaba era porque no podía confiar en él. Ahora entiendo que cada persona tiene su propio camino y nadie puede cambiarlo. Además, los cultivadores tienen diferentes caminos y objetivos.
Le agradezco a mi esposo por darme la oportunidad de mejorar y ya no estoy enojada con él.
Hace poco, mi marido se obsesionó con su teléfono móvil. A menudo se sentaba a mirar el móvil hasta la hora de comer. Cuando le recordé que cocine, se enfadó y me dijo que se lo pidiera a nuestra nuera. Le dije: "Ella tiene que trabajar y cuidar del niño. Los dos estamos jubilados y no es tan difícil preparar una comida".
Me contestó: "No dejas de pedirme que cocine. ¿Por qué no cocinas tú?". Entré en la cocina en cuanto dijo eso. Comprendí que era una buena oportunidad para eliminar el apego de no querer ensuciarme y hacer el trabajo duro.
Esta es mi experiencia de cultivación. Por favor, corríjanme si hay algo inapropiado.
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Categoría: Mejorándose uno mismo