(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa recientemente y no estudie lo suficientemente el Fa.

Mi esposo y yo compramos recientemente un departamento nuevo a bajo precio. En realidad era mi gran apego. Cuando volví a casa de aclarar la verdad con otros practicantes, fui a ver el nuevo departamento con mi esposo. Tardamos más de dos horas en llegar en autobús. Ese día estudié el Fa e hice los ejercicios en el nuevo departamento. Sin embargo, a la mañana siguiente cuando me desperté, me sentía mareada y la habitación me daba vueltas. Como me había ocurrido en el nuevo departamento, me di cuenta enseguida de que el problema estaba causado por mi apego al nuevo departamento. Le dije a mi esposo: "Cierra las puertas y las ventanas, apaga el agua y la electricidad, y regresemos a casa ahora mismo".

Sabía que había hecho algo mal. No debería haberme apegado al departamento, y en mi mente había ambición por ahorrar dinero. Había perdido el rumbo y me di cuenta de que debía centrarme en salvar a la gente. En cuanto salimos del apartamento, seguí enviando pensamientos rectos. Tras una hora de viaje en autobús, llegamos a la estación del autobús y mi cabeza se despejó al instante. Había hecho lo correcto. No hay asunto pequeño en la cultivación, ¡y es muy serio!

Al tercer día, mi hijo nos llamó para invitarnos a cenar en su casa. Al principio no quería ir, pero mi esposo me dijo que mi hijo se enfadaría si no íbamos. Fuimos porque prevaleció el sentimentalismo hacia mi hijo. Justo después de cenar, volví a sentirme mareada y le pedí a Shifu que me ayudara a llegar a casa sana y salva.

En cuanto llegué a casa me recosté en la cama, y no podía moverme ni sentarme. Todo me daba vueltas y no podía levantarme para ir al baño. A las 2.30 a. m. intenté levantarme para hacer los ejercicios, pero no pude. A las 4:00 a. m., le pedí a Shifu que me ayudara, ya que quería hacer los ejercicios. Me apoyé con fuerza en la cabecera de la cama, apreté los dientes e hice la meditación sentada. Pensé: "Hoy he organizado una reunión con otros practicantes para aclarar la verdad. Todo está dispuesto por el Shifu, y nadie tiene derecho a perseguirme. Solo sigo el camino dispuesto por Shifu. Si no hago algo bien, me rectificaré a través de la cultivación".

Antes de terminar la meditación, mi mente se despejó. Quería salir y reunirme con los demás practicantes, pero mi esposo estaba preocupado y me sugirió que no fuera. Le dije que Shifu me protegería y me ayudaría, así que debía salir. Todo me fue bien, como si no hubiera pasado nada.

En otra ocasión, salí a aclarar la verdad con una practicante. Cuando bajaba del autobús, este se balanceó un poco y volví a marearme. Le pedí a la practicante que me llevara a casa. Al día siguiente insistí en salir a aclarar la verdad, pues nada podía impedirme hacer lo que tenía que hacer.

La relación con mi nuera era difícil. Ella utilizaba mi tarjeta de crédito para pagar sus compras y con frecuencia decía groserías. También amenazó con divorciarse de mi hijo. Eso, me ponía ansiosa y me enojaba. Cuanto más me enojaba, ella más se alteraba. Parecía que iba a pelear eternamente.

Mediante el estudio de Fa, llegué a comprender que se trataba de yeli que había creado en el trabajo, y que era algo que debía cultivar para eliminar. Si me enojaba, no podía ser amable, y un practicante que no cultiva la compasión no puede tener éxito en la cultivación. Al mismo tiempo, me di cuenta que mi nuera también sufría y estaba triste todo el día. ¿Cómo no iba a crear problemas? Ella también generaba yeli. ¿No era todo por mi cultivación? ¿Cuántas oportunidades de mejorar había perdido? Debía cultivarme bien.

A partir de entonces, presté atención a mejorarme basándome en el Fa, y cuando mi nuera se enojaba, me recordaba cultivarme y ser tolerante, ya que ella me estaba ayudando a eliminar yeli. Ya no me enojaba y solo pensaba en cómo estaba ella. Cuando me causaba más problemas, no me conmovía en absoluto. Sorprendentemente, cuando me tranquilicé, dejó de causar problemas. Ahora nuestra familia está en paz. ¡Gracias, Shifu. Gracias, Dafa!

Después de que el Partido Comunista Chino ( PCCh ) levantó las restricciones e ignoró por completo la pandemia, muchas personas dieron positivo en las pruebas del virus. Sin embargo, eso no me impidió salir todos los días para aclarar la verdad.

Un día, cuando volví a casa, me dolía la cabeza pero no tenía fiebre. Por la noche me empezó a doler el estómago. Me dolía todo el cuerpo y el corazón parecía que se me salía del pecho. El dolor era tan intenso que le pedí a Shifu que me salvara. Sabía que Shifu me estaba ayudando a eliminar mi yeli, y que él estaba soportando la enorme tribulación por mí. Solo tenía que soportar ese dolor.

Después de pasar la prueba, mi cuerpo estaba ligero y renovado.