(Minghui.org) Las recientes publicaciones del Shifu y los Editoriales Minghui han aumentado nuestra conciencia de la seriedad de la cultivación. Los temas de la adulación y la interferencia demoníaca de la propia mente iniciaron discusiones entre los practicantes. Me gustaría compartir mis experiencias sobre este tema.

En 2014, más de 30 compañeros y yo fuimos trasladados para enseñar en otra escuela. Cada año, esta escuela celebra una "clase de demostración de alto rendimiento". Un profesor de cada asignatura da una clase de demostración ese día. Como recién llegado, me pidieron que participara.

No preparé nada para la actividad ni di una clase que se me diera bien. Enseñé el contenido habitual y el programa de estudios correspondiente. Sin embargo, mi clase recibió mucha atención. Muchos profesores me elogiaron, diciendo que mi presentación estaba bien hecha y que hablo con elocuencia. Compararon mi clase con la de otros profesores y dijeron que la mía era especialmente buena. A partir de entonces, el personal y los profesores me halagaban.

Nunca creí que mi clase fuera sobresaliente ni que yo fuera brillante. Sin embargo, con el paso del tiempo, los cumplidos y halagos me hicieron sentir que era el mejor. Aquel día se convirtió en el "momento culminante" de mi vida. Solía pensar que era joven y que aún me quedaba mucho por aprender, pero después de aquel día no progresé mucho.

El incidente me mostró cómo los cumplidos cambiaron sustancialmente mi mentalidad y lo peligrosos que pueden ser. Cuando una persona siente que es mejor que los demás, es menos probable que mejore. Ya no es humilde, ni tiene en cuenta a los demás, ni es respetuoso. Los cumplidos pueden fácilmente dar a una persona un sentido inflado de sí misma, hacerla arrogante y hacer que mire a los demás por encima del hombro. No pueden aceptar que alguien les parezca mejor que ellos y pueden llegar a sentir celos.

La situación es aún peor cuando los practicantes se halagan unos a otros. Los practicantes a los que se suele elogiar son buenos a la hora de esclarecer la verdad, se comportan con rectitud cuando se enfrentan a la persecución o no fueron arrestados cuando la policía detuvo a otros. Pero, si más y más practicantes los elogian, pueden desarrollar gradualmente apegos y empezar a sentir que son mejores que los demás. Este es el comienzo de la interferencia demoníaca de la propia mente. 

Al hablar de la interferencia demoníaca de la propia mente, Shifu señalo en la Sexta Lección, Zhuan Falun: "Es muy difícil para un humano no mover su corazón". 

Es un proceso gradual ya que el practicante halagado sólo verá dónde lo hizo bien, creerá que lo hizo bien en todos los aspectos, y entonces dejará de ver sus defectos y apegos. Cuando otros señalan sus apegos, él no puede verlo o puede intentar ocultarlos para salvaguardar su reputación e imagen. 

Cuando las viejas fuerzas aprovechan sus apegos y le persiguen, puede que no recuerde al Shifu y el Fa. La interferencia demoníaca de su mente suprime sus pensamientos rectos, así que no puede negar la persecución. Shifu nos da tiempo y oportunidades para retomar el camino. Sin embargo, cuando el practicante sufre una persecución prolongada, puede fácilmente desarrollar rencor y preguntarse por qué está sufriendo. Después de todo, siente que ha hecho mucho por Dafa y ha salvado a mucha gente. Esto da a las viejas fuerzas aún más razones para perseguirle. Algunas personas acaban falleciendo. Estas son algunas de las consecuencias de dejarse adular por los demás.

Todos deberíamos haber aprendido ya esta dolorosa lección. He notado que algunos practicantes creen que se cultivan bien y que hacen un buen trabajo al esclarecer la verdad. Algunos incluso usan la cantidad de trabajo de Dafa que han hecho para evaluar lo bien que se han cultivado. Tales practicantes olvidan que sus habilidades y logros provienen del Shifu y de Dafa. También olvidan lo que dijo Shifu:

“Para un cultivador, todas las frustraciones que él encuentra entre la gente común le son ordalías para atravesar y todos los elogios le son pruebas para pasar”. (El cultivador naturalmente es parte de ello, Escrituras esenciales para mayor avance)

Los practicantes nunca deben olvidar que todo lo que tenemos proviene del Shifu y del Fa. No importa lo intensa que pueda parecer la tribulación, mientras tengamos en mente al Shifu y el Fa y nuestro pensamiento sea recto, Shifu nos ayudará. Debemos respetar absolutamente al Shifu y al Fa. El más mínimo pensamiento de que somos mejores que los demás puede convertirse en un gran brecha que las viejas fuerzas pueden utilizar para destruirnos.

Esto se basa en mi entendimiento actual. Por favor, tened la amabilidad de señalar cualquier cosa que no esté de acuerdo con el Fa.