(Minghui.org) Crecí en China bajo el régimen del Partido Comunista Chino. No creía en absoluto en seres divinos. Como muchos otros chinos, buscaba fama y fortuna. Como resultado, mi salud se deterioró. Tenía varias enfermedades y sufría dolores a diario.

Fui a muchos hospitales, pero ningún médico podía diagnosticarme. Me preguntaba porqué, con la ciencia y la medicina modernas, no podía curarme. Por primera vez en mi vida, perdí la confianza en la ciencia. Y casi pierdo la esperanza en la vida.

Experimentar el poder de la curación

Mi tío, que vive a cientos de kilómetros de distancia, me hizo una visita especial tras enterarse de mi estado. Me dijo que podía practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual tradicional china para la mente y el cuerpo. Lo que me dijo me pareció una broma. ¿Cómo es posible mejorar mi salud sólo haciendo ejercicios? Sin pensarlo, le contesté: "No, no creo en esas cosas supersticiosas".

Esto entristeció y decepcionó a mi tío, pero no se dio por vencido. Dijo que mi tía también practicaba Falun Dafa y que yo debía intentarlo.

No quise decir que no otra vez, así que me puse al lado de mi tía e hice los ejercicios con ella durante unos 10 minutos. Cuando terminé, me di cuenta de que el dolor en la parte baja de la espalda había desaparecido. "¡Vaya, funciona! Ya no me duele la espalda de verdad". Pero aún me preguntaba si era un efecto espiritual. Mi tío me dijo: "¿En serio? ¡¿No creerás ni siquiera después de experimentarlo personalmente?!".

Le dije: "Es un milagro, pero no entiendo por qué. ¿Puedes contarme más cosas sobre Falun Dafa?". Mi tío dijo: "Si realmente quieres saberlo, lee el libro". Señaló el ejemplar de Zhuan Falun que había traído para mí. Lo leí esa misma noche. Me di cuenta de que Falun Dafa no era una práctica común de qigong, sino un libro sobre Dafa y la asimilación a la verdad del universo.

Cada vez que veía el vídeo de la enseñanza de Shifu, no podía evitar llorar. Sentía que era demasiado tarde para mí encontrar a Shifu. Aprendí que había hecho muchas cosas malas por ignorancia. Sin embargo, Shifu me ayudó a comprender el sentido de la vida. Sólo siguiendo este Fa puedo volver a mi origen.

Me convertí en un verdadero practicante

Desde entonces, aproveché todas las oportunidades para aprender el Fa y esforzarme por vivir según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Dejé de beber, fumar y todos mis otros malos hábitos. Antes abusaba verbalmente de mi esposa e incluso la golpeaba. Pero ahora sé que está mal hacerlo. Dejé de luchar por mis intereses personales. Ahora siempre llevo una sonrisa.

He experimentado cosas muy asombrosas. Estoy lleno de energía. Mi tercer ojo se abrió. Cuando leía los libros de Falun Dafa, veía un pequeño Buda dorado detrás de cada carácter, brillando intensamente. Por la noche, me tumbaba en la cama y sentía que mi cuerpo flotaba.

Mi familia y mis amigos han sido testigos de mis cambios y dijeron: "¡Falun Dafa es realmente poderoso!". Mi suegro le dijo a la gente: "Mi yerno cambió para mejor desde que empezó a practicar Falun Dafa. Ahora es una persona totalmente diferente".

La transformación de un joven rebelde

Falun Dafa es extraordinario y milagroso. Mi experiencia personal reforzó mi fe. Después de que el Partido Comunista Chino lanzara la campaña de persecución sin precedentes para erradicar a Falun Dafa en 1999, no sólo sigo practicando Dafa, sino que también hago todo lo posible para denunciar la persecución y contar a más gente lo maravilloso que es Falun Dafa.

En mi pueblo había un joven malvado que pegaba a menudo a sus padres. Sus padres me pidieron ayuda. Le conté a este joven el principio de Falun Dafa y le expliqué porqué y cómo ser una buena persona. Se mostró receptivo y nos hicimos amigos íntimos. Acude a mí siempre que necesita ayuda. Sus padres se alegraron de sus cambios y me dieron las gracias.

Un día, el jefe de la estación de policía llamó al joven y le dijo: "Hace poco que has dejado de hacer cosas malas y te has portado bien. Sin embargo, todavía tenemos tus antecedentes en el archivo. ¿Qué te parece si llegamos a un acuerdo? No te castigaremos, pero te recompensaremos si denuncias a un practicante de Falun Dafa".

El joven se negó de inmediato. "Me hice buena persona gracias a los principios de Falun Dafa", exclamó. "¿Ahora quieres que me vuelva en contra de ellos? No lo haré".

Cuando el joven me contó el incidente, me alegré por él. Realmente entendió cómo ser una buena persona.