(Minghui.org) He vivido con mis suegros desde que me casé hace varias décadas. Todos cultivamos Falun Dafa. Aunque nunca hemos tenido disputas importantes, hubo momentos en los que me molesté y me impacienté con ellos. Pero fueron buenas oportunidades para mirar hacia dentro y cultivarme.

Mi suegra era frugal y, por tanto, reacia a tirar nada. A menudo apilaba objetos al azar en cualquier lugar abierto de la casa, como debajo de la mesa del comedor, debajo de las sillas o al lado de la estufa. Cuando limpiaba la casa, tenía que guardar los objetos, solo para verlos acumulados nuevamente unos días después.

Una mañana, mientras estábamos desayunando mirando uno de sus montones de objetos diversos, de repente me sentí irritada. Pero con la misma rapidez, me puse alerta y me pregunté porqué estaba molesta y si un practicante de Dafa debería tener una mentalidad tan negativa. Aquellos montones no me parecían agradables, pero ¿qué era lo que se estaba desencadenando en mi corazón? Estas preguntas me ayudaron a darme cuenta de que tenía una actitud desdeñosa hacia mi suegra, no porque hubiera hecho algo mal, sino porque no se había alineado con mis estándares. No siempre apreciaba sus hábitos porque estaba demasiado apegada a mis propias opiniones, por lo que la causa fundamental del problema estaba en mí.

La antigua sabiduría de la piedad filial

El pueblo de la antigua China enfatizaba la piedad filial por encima de todo; las nueras se levantaban temprano todas las mañanas para ayudar a sus suegros con sus rutinas matutinas. En la China moderna, sin embargo, todo es al revés y se espera que los mayores sirvan a los jóvenes. En lugar de cuidar de sus suegros, muchas personas a menudo justifican su falta de piedad filial alegando que sus suegros no les brindaron mucho apoyo financiero cuando se casaron ni les ayudaron cuando lo necesitaron. Incluso he conocido a compañeros practicantes que tenían esta visión distorsionada.

Mis suegros

Aunque mis suegros tienen más de 80 años, se levantan alrededor de las tres de la mañana para hacer los cinco ejercicios sin problemas. Son mucho más disciplinados en este sentido que mi esposo y yo.

La cultivación de Dafa les ayuda a estar sanos y el malestar ocasional se supera rápidamente. Mi suegro es muy diligente en su cultivación. Con frecuencia monta su bicicleta eléctrica para contactar con compañeros practicantes, incluidos aquellos que han aflojado, tanto en la ciudad como en las zonas rurales. Mi suegra también aclara frecuentemente la verdad para ayudar a la gente a entender Falun Dafa y la persecución a los practicantes de Dafa por parte del Partido Comunista Chino.

Mi suegra siempre me ayuda con las tareas del hogar a pesar de su edad. Ella nunca me deja lavar su ropa. Cuando no estoy en casa, ella cocina, limpia, cuida el jardín y se ocupa de la casa. Aunque a veces no hacía las tareas del hogar ni me ocupaba de ellas diariamente, especialmente cuando salía temprano y regresaba tarde a casa para las actividades de Dafa, ella nunca dijo nada ni se quejó. Cuando yo estaba ausente de casa, ella se ocupaba de todo para la familia y nunca tuvimos ningún conflicto.

Estar agradecida con mi suegra

Después de reflexionar sobre por qué tenía malos sentimientos hacia mi suegra, un día me di cuenta de que los culpables eran mis propios defectos y errores. Me avergonzaban los pensamientos negativos que tenía sobre ella. ¡No tenía motivos para menospreciar la forma en que ella hacía las cosas!

Recuerdo una mañana, mientras esperaba que una compañera practicante viniera a buscarme para trabajar juntas en un proyecto de Dafa, estaba a punto de vaciar un recipiente con agua. Justo cuando levanté la palangana, la practicante llamó, así que la dejé para contestar el teléfono. Después de la llamada, vi que mi suegra ya había vaciado la palangana y me preguntó si necesitaba ayuda en algo más. Me sentí profundamente conmovida y muy agradecida por su apoyo.

A veces invitaba a mi casa a compañeros practicantes que estaban pasando por yeli de enfermedad para leer las enseñanzas de Dafa juntos y compartir nuestras experiencias para ayudarles a superar sus desafíos. Mi suegra estudiaba y enviaba pensamientos rectos con nosotros. También ayudaba con la cocina y la limpieza.

Esos días mi corazón se llenó de gratitud, y este sentimiento incluso se expandió a otras cosas y personas a mi alrededor. Cada vez que veía o pensaba en alguien, inmediatamente sentía una sensación de gratitud. Cuando pensé en aquellos que me faltaron el respeto en el pasado, les agradecí por ayudarme a mejorar mi carácter.

Cuando vi a compañeros practicantes, me sentí muy agradecida por su comprensión y tolerancia desinteresadas y su cooperación repetida e incondicional, lo que condujo a muchos resultados positivos en nuestros proyectos de clarificación de la verdad y contribuyó a nuestra elevación general en la cultivación de Dafa. No hay barreras entre mi familia y mis compañeros practicantes y yo.

Tener compasión por los seres conscientes

Cuando mi corazón se llena de gratitud, mi compasión por los seres conscientes se fortalece y mi corazón se expande. Es un sentimiento genuino de gratitud proveniente de un corazón que no tiene lugar para la negatividad. Las cosas a las que solía estar apegada o que no podía dejar de lado ahora parecen tan triviales y ni siquiera vale la pena mencionarlas.

Recuerdo una vez que estaba enviando pensamientos rectos frente a una estación de policía y vi agentes entrando y saliendo por la puerta principal. De repente me sentí triste por ellos cuando surgió en mi mente el pensamiento de que muy pocos de ellos se salvarían. Las lágrimas corrían por mis mejillas y tenía un deseo genuino de salvarlos. Cuando surgió mi compasión, mi corazón pareció expandirse para abarcar todo el edificio de más de una decena de pisos de altura. En ese momento, no les vi como policías malvados sino como seres conscientes que aún no habían sido salvados. Le pedí a Shifu que me diera la oportunidad de salvarles y que les diera la oportunidad de ser salvados.

Todo en mi vida proviene de Dafa. La atmósfera en mi familia siempre es muy positiva porque tenemos a Shifu y a Dafa. Somos Dafa dizi del período de la rectificación del Fa, el título más magnífico del cosmos. Mi corazón está lleno  de gratitud hacia Shifu y Dafa.

Estoy agradecida por esta oportunidad de compartir mis limitados conocimientos con mis compañeros practicantes.