(Minghui.org) Cuando los compañeros practicantes comparten entre sí, a menudo hablan de estudiar el Fa con una mente serena. A mi entender, si uno puede calmarse y lograr una mente serena para leer el Fa es lo mismo que si uno puede entrar en tranquilidad al meditar. Lograr una mente serena al estudiar el Fa, es casi lo mismo que cultivar la mente en la vida diaria: es un proceso de descubrir los propios apegos y nociones, y deshacerse de ellos.

Sin embargo, cuando surgen dificultades en calmar la mente al estudiar el Fa, muchos practicantes simplemente lo consideran perturbación, en vez de tratar de encontrar la raíz del problema. Encontrar las razones por las que uno no puede lograr una mente tranquila proporciona valiosas oportunidades para mejorar el xinxing.

A continuación discutiré algunos de los problemas que he encontrado a menudo al estudiar el Fa.

Distracciones

A menudo me distraía al estudiar el Fa. Después de volver a enfocar mi mente, me distraía fácilmente otra vez. Muchos practicantes también han tenido este problema.

Normalmente me distraía por dos razones. La primera era que las cosas triviales de la vida diaria me molestaban, como por ejemplo: "¿Qué tareas del hogar debo hacer después de estudiar el Fa? ¿Cómo debo hacerlas? ¿Y cuánto tiempo me llevará?". Reorientaba mi mente una y otra vez, pero los pensamientos cotidianos que me distraían seguían repitiéndose. El apego a mi vida común me entorpecía y me molestaba. Para resistir la distracción, me pregunté: "¿Qué es lo que realmente quiero mejorar: mi xinxing estudiando el Fa, o mi vida común?". En cuanto me lo preguntaba, mi mente se calmaba, aunque los pensamientos distractores seguían apareciendo. Tomé esto como una oportunidad para fortalecer mis pensamientos rectos y mejorar mi xinxing. A medida que mejoraba mi xinxing, disminuían las distracciones.

La segunda razón fue que tenía una mentalidad incorrecta al estudiar el Fa. Consideraba el estudio del Fa como una tarea que tenía que hacer, sin prestar atención a poner el Fa en mi mente. En cuanto me di cuenta de esto, presté más atención a estudiar el Fa con una mente enfocada, sincera y tranquila, resolviendo rápidamente el problema. Muchos practicantes simplemente se centran en sus mentes, sin examinar su modo de pensar, y así pierden muchas oportunidades de mejorar.

Apegos ocultos

Mi mente a veces reproducía experiencias pasadas, lo que a menudo me hacía sentir atrapada durante mucho tiempo. Otras veces, imaginaba algo que nunca me había ocurrido. Cuando detenía estos pensamientos, seguían resurgiendo.

Simplemente, consideraba estos pensamientos de distracción como interferencias, ya que desviaban mi mente de centrarme en el estudio del Fa. Después de que ocurriera varias veces, me di cuenta de que eran mis apegos ocultos los que causaban estos pensamientos de distracción.

Examiné estas repeticiones de experiencias pasadas o imaginarias para ver si eran pistas sobre dónde necesitaba mejorar, o si había hecho algo mal. Las analicé cuidadosamente comparándolas con el estándar que debe seguir un cultivador. Algunas imágenes me molestaban y me enfadaban, y otras me hacían pensar en ciertas personas que me desagradaban. A través de este proceso se me revelaron muchos apegos. Cuando estas imágenes vinieron a mi mente al estudiar el Fa otra vez, las usé como oportunidades para encontrar muchos más apegos.

Somnolencia

Hubo un tiempo en que me sentía somnolienta poco después de empezar a estudiar el Fa, tanto que me quedaba dormida en cuanto cerraba los ojos. No me daba cuenta de que era una interferencia del demonio del sueño. Simplemente tomaba una siesta cuando sentía sueño y continuaba estudiando el Fa después de despertarme. Sin embargo, no podía completar la cantidad de lectura que pretendía.

No era respetuoso estudiar el Fa de esta manera. Sabía que debía estudiar el Fa con la mente concentrada, así que utilicé varios medios para resistir la "somnolencia". Me aplicaba aceite medicinal y aceite esencial de palma en la cara, me lavaba la cara con agua fría, etcétera.

Seguí haciéndolo durante tres o cuatro días, pero no sirvió de nada. Al contrario, me entró sueño y náuseas. Sin embargo, me quedé con un pensamiento: "Nada me impedirá completar mi estudio diario del Fa. Debo estudiar el Fa con una mente serena, y dejar que el Fa entre en mi mente".

Cuando me apliqué el aceite medicinal en la cara, me irritaron los ojos, así que me lavé la cara con agua fría, y seguí estudiando diligentemente. Después de leer unas líneas, el demonio del sueño apareció ante mí. Se inclinó ante mí con respeto y dijo: "Te admiro". Luego retrocedió hasta quedar a cierta distancia de mí, antes de darse la vuelta y marcharse. Era una forma muy educada de marcharse en la antigüedad.

A partir de entonces, nunca más sentí sueño al estudiar el Fa. Si tenía sueño antes de estudiar, en cuanto tomaba Zhuan Falun, el libro principal de Dafa, me refrescaba inmediatamente.

Creo que cuando experimentamos interferencias en la cultivación, no debemos considerarlas simplemente como obstáculos. Los casos de interferencia ocurren por una razón. Nos templan y nos proporcionan oportunidades para mejorar en la cultivación.

Interferencias de nociones humanas

Cuando se estudia el Fa con nociones humanas que se apoderan de la mente, estas presentarán prejuicios y obstaculizarán nuestro entendimiento del Fa. Una vez, mientras estudiaba el Fa, apareció en mi mente una noción que tenía desde mi niñez: "El valor de una vida no se juzga por su tamaño. Ser lo mejor de uno mismo hace surgir el mejor valor de su vida". Tan pronto como apareció, formó una separación entre mí y el Fa, y ocupó mi mente. Así, no pude absorber el Fa que estaba leyendo.

Esto me sobresaltó y me hizo darme cuenta de que esta noción estaba impidiendo mi asimilación del Fa. En cuanto la quité de mi mente, la separación entre el Fa y yo desapareció. Y empecé a absorber el Fa que estaba leyendo.

Algunos practicantes a mi alrededor estudian el Fa todos los días, pero cuando se encuentran con problemas, siguen tratando la situación basándose en sus experiencias y nociones. No solo no se dan cuenta de sus problemas, sino que incluso hablan entre los practicantes sobre cómo resolvieron la situación, diciendo: "Cuando te encuentras con problemas, si no sabes cómo resolverlos basándote en el Fa, puedes usar principios humanos para guiarte porque los principios humanos también son creados por el Fa. Cuando actúas según los principios humanos, también estás actuando según los principios del Fa. Por lo tanto, también se ajusta al Fa".

Cuando oí esto por primera vez, pensé que había algo de verdad en ello. Pero, cuando lo pensé más, llegué a comprender el problema: "Si uno sigue los principios humanos, siempre será humano".

Cuando a estos practicantes se les preguntaba si sus actos se ajustaban al Fa en el trabajo, decían: "El trabajo es el trabajo, la vida es la vida y la cultivación es la cultivación. No los mezcles".

Aunque estudian el Fa todos los días, no están siguiendo el Fa. Cuando estudiamos el Fa, debemos prestar atención a desechar las nociones humanas. Solo estudiando el Fa con una mente sincera y serena, podemos eliminar gradualmente nuestras nociones.

Estudiar el Fa con una mente sincera y serena

Estudiar el Fa con una mente sincera y serena es el estado en el que debemos estar. Sin embargo, como cultivadores, todavía tenemos apegos y nociones que necesitan ser expuestos y desechados, y varios problemas que necesitan ser resueltos. Experimentaremos interferencias, y estas nos proporcionarán oportunidades para mejorar. Debemos prestar atención para descubrir las razones de las interferencias, y no perder las oportunidades de mejorar cuando el Fa señale nuestros apegos.

Para transitar bien en nuestra etapa final de cultivación, debemos estudiar persistentemente el Fa todos los días, poner el Fa en nuestras mentes, y asimilarnos al Fa. Shifu nos salvó del infierno. A mi entender, no había mucha diferencia en los niveles iniciales de nuestra cultivación. Sin embargo, la manera en que prestamos atención al estudio del Fa y la asimilación al Fa nos llevará a diferentes estados de cultivación.