(Minghui.org) Hay un matrimonio en nuestra zona que solía practicar Falun Dafa. Tras el comienzo de la persecución en julio de 1999, por miedo, dejaron de cultivarse.

Años más tarde, el esposo, Zhang, sufrió un derrame cerebral. Estuvo hospitalizado más de veinte días. Le salvaron la vida, pero perdió la visión en ambos ojos. El tratamiento médico le costó 400.000 yuanes (54.669 dólares). Cuando volvió a casa, pensó en Dafa y volvió a practicar. Poco después recuperó la vista y pudo volver a caminar. Ahora también puede hacer todo el trabajo de campo. Afirmó que Shifu le concedió una segunda vida.

Su mujer, Yu, tenía diabetes. Los dedos de sus pies supuraban y sangraban, lo que le dificultaba caminar. Fue testigo de la milagrosa recuperación de su esposo y también reanudó la práctica de Falun Dafa. Dos semanas después, sus dedos se curaron por completo.

Me sorprendió ver lo rápido que se curaba Yu. Conozco a otra practicante anciana de nuestra zona que tiene síntomas de diabetes y no se ha recuperado en muchos años. Así que le pedí a Yu que compartiera su experiencia con ella.

Durante el intercambio, me di cuenta de que Yu desarrolló una mentalidad de ostentación. Lo que decía era validarse a sí misma. Miré en mi interior y descubrí que yo también tenía la culpa. Creía que me cultivaba bien y empecé a admirarla.

Varios días después, su esposo vino a verme y me dijo que Yu tenía un gran problema. Fui a verla, estaba lúcida pero no podía levantarse. Cada vez que intentaba levantarse, se caía. Las caídas le causaban muchas heridas en la cabeza y el cuerpo.

Hablé de la situación con Yu. Me equivoqué al admirarla, y ella también necesitaba mirar hacia dentro para eliminar la mentalidad de ostentación. Fue Shifu quien la ayudó a recuperarse y le dio una segunda oportunidad. Ambas debemos estar agradecidas a Shifu.

Yu se dio cuenta de su problema y accedió inmediatamente a rectificarse. Enseguida se recuperó.