(Minghui.org) Cuando Shifu publicó los artículos “Mantente alejado del mal peligroso” y “El xiulian de Dafa es serio”, recordé el intenso resentimiento al que me había aferrado durante muchos años. Con la guía de Shifu, superé y me deshice de esos sentimientos.

A principios de 2008, falleció mi padre, un practicante de Falun Dafa. Sentí que su fallecimiento fue injusto y me molestó profundamente perderlo. No podía entender porqué mi padre (y no los no practicantes que yo pensaba que tenían baja moralidad) había muerto.

Recibí otro duro golpe cuando mi madre, también practicante, falleció por yeli de enfermedad alrededor de septiembre de 2015. Mi resentimiento se hizo aún más profundo.

A principios de noviembre de 2015, hubo un arresto masivo de los practicantes locales que habían presentado demandas contra Jiang Zemin, el exlíder del Partido Comunista Chino que ordenó la persecución a Falun Dafa. Una mañana temprano me arrestaron en casa y me detuvieron en la estación de policía durante un día sin darme ni agua, ni comida. Esa noche quedé en libertad bajo fianza y me fui a casa con mi hermano.

Viendo el salón vacío después de la redada policial, rompí a llorar. Sabía que debía tener grandes problemas en mi cultivación.

A los ojos de otros practicantes, estudiaba y recitaba el Fa muy diligentemente, era racional y no me conmovía fácilmente por las cosas. Pero sabía que eso no era real. Siempre sentí que algo me impedía asimilarme completamente al Fa. Me sentía como si estuviera flotando en el aire y atormentado por la ansiedad, impotencia y miedo.

Dejé de contactar a otros y pasé la mayor parte de mi tiempo estudiando el Fa. A principios de 2017, finalmente me di cuenta de que mi problema fundamental era que no me cultivaba realmente y que muchos de mis apegos estaban escondidos en lo más profundo de mi ser y protegidos. Mi diligencia era sólo superficial y no quería mirar más profundamente para llegar a esos apegos.

A principios de 2018, vi dos rocas en un sueño. Cuando desperté, me di cuenta de que simbolizaban los sentimientos de resentimiento que había desarrollado después de la muerte de mis padres. La muerte de mi madre me molestó aún más que la de mi padre, por eso esa roca era más grande. Le tenía odio por no tomar en serio la cultivación, no tratarme bien y dejarme solo.

Varios meses después tuve otro sueño en el que destruía muchos papeles. Lo tomé como una indicación de que había roto los apegos y destruido los arreglos de las viejas fuerzas.

Ahora siento que estoy más arraigado cuando estudio el Fa. Puedo afrontar las cosas con calma y tranquilidad. Ya no me conmueve mi corazón humano y estoy logrando mejoras constantes en mi cultivación. Cuando estudio el Fa, siento que Shifu está conmigo y su infinita compasión me envuelve.