(Minghui.org) ¡Saludos venerado Shifu! ¡Saludos compañeros practicantes!

Empecé a practicar Falun Dafa en 2013. Aproximadamente un año después de practicar, comencé a escribir y traducir artículos para el Centro de Información de Falun Dafa de Bulgaria. Anteriormente, había traducido películas en Bulgaria y siempre sentí que me encantaba escribir.

La redactora jefe del proyecto tenía más de ocho años de experiencia escribiendo para el periódico estadounidense The Epoch Times, y sabía como gestionar los medios de comunicación. Me entusiasmó la idea de formar parte de este importante proyecto, ya que creía que tenía ciertas aptitudes para la escritura. Supuse que todo lo que escribiera sería aceptado y publicado.

Sin embargo, poco después de que la redactora jefe asumió el cargo, criticó duramente mis artículos y mis traducciones. Me los devolvía una y otra vez, pero no me daba ningún consejo ni sugerencia sobre lo que había hecho mal o cómo podía mejorar. Siempre me decía: "Aprende de la forma en que yo he editado tu trabajo" o "Lee otros artículos para aprender a escribir el tuyo".

Al principio me decepcioné. Luego me enfadé. Mi frustración se fue convirtiendo en odio y empecé a pensar en abandonar el proyecto, no porque no fuera lo suficientemente buena, sino porque sentía que la redactora jefe no apreciaba mi talento. Me recordé que era una practicante, así que no la enfrenté, pero me sentía resentida.

Perdí el entusiasmo y apenas aceptaba asignaciones. Un día, el coordinador del proyecto me contactó y se ofreció a ayudarme a redactar mis artículos. También tenía muchos años de experiencia trabajando para The Epoch Times, y me envió por correo sus libros de formación sobre periodismo que utilizó para capacitarse cuando empezó a trabajar para The Epoch Times en San Francisco.

Le enviaba todos los artículos que escribía y él me los devolvía con observaciones detalladas sobre lo que había que cambiar o mejorar y cómo hacerlo. Me di cuenta que la redactora jefe aprobaba los artículos sin hacer ningún comentario, porque obviamente los consideraba bien escritos.

Después de un tiempo, la redactora jefe me dijo que había mejorado y me pidió que enviara directamente mis artículos porque consideraba que ya podía escribir sin ayuda adicional.

Me emocioné mucho al escuchar por fin un cumplido suyo y se lo conté al coordinador que me había estado ayudando. Se alegró mucho de que su ayuda tuviera resultados positivos. Luego me explicó que se había ofrecido a ayudarme porque la redactora jefe estaba cansada de arreglar mis artículos y pensaba retirarme del proyecto. Me defendió y le aseguró que yo tenía potencial, pero necesitaba algo de entrenamiento. Obviamente, estuvo de acuerdo y me dio una segunda oportunidad.

Cuando escuché esto, ¡sentí como si me hubieran dado una bofetada! Me sentí avergonzada, humillada y enfadada. Mi reacción inicial fue: "¡¿Quién se cree que es para decidir si me quedo o no en el proyecto?!". Pero me calmé y me di cuenta de que debía ver la situación como practicante de Falun Dafa y no como una persona común.

Recordé que la redactora jefe había escrito más de 300 artículos para el periódico estadounidense The Epoch Times. También la entrevistaron en televisión y presentó Dafa, y habló sobre la persecución, la sustracción de órganos, y aclaró la verdad —la mayoría de estas entrevistas se emitieron en televisión en horario de máxima audiencia. En 2002 presentó una demanda ante el Tribunal Internacional de La Haya contra la injerencia de la embajada china en Bulgaria, cuando el personal de la embajada intentó prohibir a los practicantes de Falun Dafa realizar actos públicos. Como resultado, se levantó la prohibición y cada año los practicantes de Falun Dafa pueden protestar frente a la embajada china en Sofía en fechas importantes para Falun Dafa.

Cuando me examiné, me di cuenta que siempre había estado equivocada. En primer lugar, cuando me uní al proyecto, no tenía ninguna experiencia previa real y, en lugar de capacitarme, solo confiaba en mis habilidades de redacción. Cuando comparé los artículos editados con mis versiones originales, sentí envidia de la profesionalidad con la que la redactora jefe los reescribía y pensé con egoísmo que había borrado mi talento natural y que esos artículos sonaban más a ella que a mí. Nunca me detuve a pensar en el tiempo y el esfuerzo que dedicaba en editar mi trabajo.

Recordé que una vez su esposo, que también estaba en el proyecto, mencionó que los fines de semana ella pasaba más de 12 horas editando artículos y que estaba agotada, porque al igual que el resto de nosotros tenía un trabajo normal y exigente a tiempo completo.

Me di cuenta que no solo era egoísta, amargada y envidiosa, también me consumía el deseo de presumir. Olvidé que estaba en este proyecto para salvar a seres conscientes, no para demostrar mi talento como escritora. Estaba en un modo competitivo, en lugar de en un estado de compasión. No actuaba en absoluto como una practicante de Falun Dafa. Estaba muy lejos de serlo.

¿Por qué no fui respetuosa con su experiencia y sus extraordinarios esfuerzos por validar Dafa y hacer que los medios de comunicación se vieran profesionales y exitosos? Mi ego y mis emociones fueron más grandes que las responsabilidades que tenía como practicante.

Al darme cuenta de todo esto, me propuse firmemente corregirme. Cambié totalmente de actitud. Empecé a esforzarme más en mis escritos, y editaba y revisaba los artículos varias veces antes de enviárselos. Revisaba cuidadosamente sus ediciones y examinaba sus correcciones. Poco después me dijo que dedicaba menos tiempo a mi trabajo y elogió mi progreso.

En aquel momento, otro equipo se hizo cargo del Centro de Información de Falun Dafa de Bulgaria. Mi redactora jefe inició un nuevo proyecto de medios de comunicación y me invitó a formar parte de él, lo que representó un gran reconocimiento a mis esfuerzos. Empecé a sugerir diferentes temas para escribir, y ella me dio libertad para escribir lo que considerara oportuno. Esta vez, mis artículos casi no necesitaban revisión. Mis artículos incluso empezaron a llamar la atención, y una cadena de televisión búlgara me invitó tres veces a discutir algunos de los temas en televisión.

También me ofrecí a colaborar en la columna de entretenimiento del nuevo medio con poemas y obras de ficción que escribía en mi tiempo libre. La redactora jefe aceptó con entusiasmo la idea y, después de leer los primeros artículos, me llamó para decirme que mi talento como escritora había florecido ante sus ojos como una mariposa. Se sintió muy feliz y honrada de ser testigo de mi crecimiento. Este elogio totalmente inesperado me confirmó que iba por el buen camino.

En mayo de 2020, los practicantes búlgaros lanzaron The Epoch Times Bulgaria y también me invitaron a participar en este proyecto. Cuando se incorporan nuevos escritores al equipo y veo su trabajo amateur y su actitud a veces negativa, recuerdo mi propia experiencia y les cuento mi historia. Siempre comparto las lecciones que he aprendido y les recuerdo que estamos en los medios de comunicación no para demostrar nuestro talento, sino para salvar a la gente. No podremos hacerlo, en absoluto, si no somos capaces de cumplir un alto nivel como profesionales y cultivadores.

Necesitamos abordar cada proyecto con los principios de Falun Dafa, de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y aún más cuando se trata de proyectos de medios de Dafa. Solo entonces seremos capaces de cooperar, trabajar bien unos con otros, y lo más importante, llegar a los corazones y almas de nuestra audiencia.

Escuchar las palabras de Shifu

Como persona dedicada a proyectos de medios de comunicación, necesito leer muchas noticias. Y como todos sabemos, las noticias de estos días son bastante desalentadoras. Al ver el rápido deterioro de la moral de la gente, las mentiras de los políticos, los médicos, los científicos y los grandes medios de comunicación, todos al servicio de una agenda política con total desprecio por la vida humana, a veces siento desesperanza.

Hace una semana, compartí mis sombríos pensamientos con el practicante que me ayudó con mi escritura, y me recordó lo que dijo Shifu:

“Para salvar a las multitudes de vidas, no se puede eliminar en general, hay que ver quién no está salvado. En este proceso las vidas demuestran comportamientos rectos y negativos, esto también es algo que va a aparecer definitivamente durante la rectificación del Fa. Frente a las manifestaciones negativas del caos, no hay nada para conmoverse. Estudia bien el Fa, haz bien las tres cosas y todo estará adentro. En realidad, las viejas fuerzas ya fueron establecidas como demonios de la rectificación del Fa y están siendo eliminadas. Está Shifu, está el Fa, no es posible que se embrolle”. (“Con respecto a la conmoción que causó el artículo sobre el Fu Yuanshen (espíritu primordial asistente)”)

Este es mi entendimiento en mi limitado nivel – por favor, señalen amablemente cualquier cosa inapropiada.

Gracias, venerado Shifu, por el regalo más preciado en la vida. Gracias, compañeros practicantes.