(Minghui.org) Tengo 51 años y trabajo en el transporte de mercancías en el sur de la provincia de Hebei. Empecé a practicar Falun Dafa en 2018. Aunque solo he estado cultivándome durante cinco años, he experimentado muchos milagros a través del asombroso poder de Falun Dafa.

Mi amarga vida

Tengo dos hermanas, una menor y otra mayor. Cuando tenía cinco años, me ingresaron en el hospital por diarrea y heces sanguinolentas. Cuando me dieron el alta, vomitaba cada vez que comía y no paraba de enfermar de catarros y fiebres. Poco después, mi padre falleció de cáncer. Tras la muerte de mi padre, mi madre me llevó a varios hospitales del país en busca de tratamiento para mi enfermedad. Hicimos más de 40 viajes a Beijing. Cuando tenía 15 años, mi madre falleció por enfermedad y mis hermanas y yo nos quedamos huérfanos.

En nuestra extensa familia, mi abuelo, mis tíos paternos mayor y menor, mi padre, mis tíos políticos maternos y mis primos también fallecieron de cáncer uno tras otro. La muerte prematura de nuestros padres nos dejó sin sustento. Sin dinero para comprar comida, a menudo pasábamos hambre. Con el tiempo, sufrí dolores de estómago crónicos que los médicos diagnosticaron como úlceras. Con el paso de los años, desarrollé inflamación intestinal crónica, diabetes, cardiopatías, cálculos biliares y renales, que se sumaron a mi lista de dolencias.

Me presentaron a mi mujer y me casé con ella cuando tenía 21 años. Por desgracia, nuestro hijo mayor falleció poco después de nacer. Mi mala salud me hizo tener mal genio. Pegué y regañé a mi mujer y a nuestro segundo hijo sin motivo. Mi mujer se divorció de mí cuando yo tenía 42 años, y a los 45 me diagnosticaron cáncer de pulmón.

Mi desafortunada vida me llevó a cuestionar el cielo. ¿Por qué mi vida era tan miserable? ¿Por qué tenía que pasar por todas estas desgracias en la vida?

Comencé a practicar Falun Dafa

Veía cómo mis familiares fallecían de cáncer uno tras otro, a pesar de que acumulaban una montaña de deudas en gastos médicos. Cuando un médico me indicó que preparara más de 200.000 yuanes (27.400 dólares) en gastos de tratamiento, decidí no seguir el mismo camino que mis familiares.

Busqué tratamientos alternativos en otros lugares. Incluso visité iglesias cristianas y exploré métodos de tratamiento esotéricos, pero fue en vano. Mi vida desesperada y miserable me llevó al descontento con el gobierno actual. Estos funcionarios corruptos del PCCh (Partido Comunista Chino) sólo saben mirar por sí mismos y no se preocupan por la gente común. Empecé a prestar especial atención a las noticias que iban en contra de la retórica gubernamental.

Un día, hice clic en un enlace enviado a través de la mensajería QQ a mi teléfono móvil y descubrí una herramienta que podía utilizarse para traspasar el cortafuegos de Internet del PCCh. Después de utilizar la herramienta, encontré el sitio web Minghui y me enteré de que muchas personas en todo el mundo practicaban Falun Dafa. Esta información contrastaba enormemente con lo que se informa en nuestros medios de comunicación locales. Me asombró especialmente leer sobre personas cuyas enfermedades terminales desaparecieron después de practicar Falun Dafa. Esto me llevó a la firme convicción de que tenía que cultivarme si quería ser salvado.

Soportando las adversidades y eliminando el yeli (karma)

Descubrí Falun Dafa, pero no sabía cómo empezar a cultivarlo, ni conocía personalmente a ningún practicante de Falun Dafa. Así que descargué en mi teléfono móvil las conferencias de Shifu, la música de los ejercicios y varios artículos de intercambio de experiencias de cultivación. Aprendí a hacer los ejercicios de los videos de instrucción de ejercicios de Shifu. Sin embargo, después de practicar durante un mes, no vi ninguna mejoría en mi salud. Empecé a dudar de Dafa. "¿Por qué el resultado era tan diferente de lo que había leído?".

Un día, mientras buscaba más información en Internet, me encontré por casualidad con un compañero practicante de otra provincia. Me explicó que tenía que estudiar el Fa y cultivarme seriamente para mejorar mi carácter. Me dijo que no bastaba con leer una vez el libro Zhuan Falun. Seguí su consejo y leí el libro diligentemente una y otra vez. Efectivamente, después de cada vuelta, sentí que mejoraba mi nivel. Tal como dijo Shifu:

“Aquí no hablo sobre curar enfermedades, ni tampoco curamos enfermedades. Pero siendo un verdadero cultivador, al acarrear un cuerpo enfermo no puedes realizar el xiulian. Voy a purificar tu cuerpo para ti. La purificación del cuerpo solo se limita a quienes verdaderamente vienen a aprender el gong y verdaderamente vienen a aprender el Fa. Nosotros enfatizamos un punto: si no puedes dejar ese corazón, si no puedes dejar esa enfermedad, no podemos hacer nada, somos incapaces de ayudarte”. (Primera Lección, Zhuan Falun)

Estaba decidido a cultivarme en serio para que Shifu cuidara de mí.

Tal vez porque ahora estudiaba el Fa con diligencia, empecé a experimentar milagros. Por ejemplo, mientras leía la sección sobre el asunto del tianmu, Shifu dijo:

“Mientras hablo del tianmu, cada uno de nosotros siente que su frente está tensándose, que la carne se amontona allí, taladrando hacia dentro. ¿Es así? Sí, así es”. (Segunda Lección, Zhuan Falun)

A partir de entonces, sentí la sensación que describió Shifu, tanto si practicaba los ejercicios como si leía el libro. Mi confianza se incrementó. Shifu me había tomado bajo su protección y me estaba ayudando a abrir mi ojo interior. Una noche, mientras meditaba, vi un gran ojo que me miraba fijamente. Después de que mi ojo interior se abriera, vi muchas escenas de otros mundos invisibles para la gente común.

A partir de entonces, leía todos los días en mi teléfono móvil las enseñanzas que me descargaba y escuchaba las grabaciones de las conferencias de Shifu. Sin poder contactar con otros practicantes de Falun Dafa, me cultivé aisladamente durante algunos años. Siempre que encuentro problemas o preguntas, estudio el Fa y confío en Shifu para que me ayude a superar cada dificultad.

También me encontré con contratiempos. Un día, después del trabajo, estaba tumbado en el sofá de casa ojeando mis mensajes cuando, de repente, la mano y la pierna izquierdas empezaron a temblarme sin control. Asustado, me puse en contacto con mi antiguo médico, que me dijo: "Está sufriendo un derrame cerebral. Vaya a un hospital". Mi hijo me llevó rápidamente al hospital, pero a mitad de camino nos encontramos con un enorme atasco. De repente recordé las enseñanzas de Dafa y me pregunté por qué había olvidado pedir ayuda a Shifu. Me calmé y recité "Falun Dafa es bueno", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" y pedí ayuda a Shifu. Cuando llegamos al hospital, todos mis síntomas habían desaparecido. El médico me preguntó: "¿Quiere que le hospitalicen? ¿O hacer primero un TAC?". Me lo pensé un poco y respondí: "Esperemos a mañana".

Después de regresar a casa, me empezó a doler tanto la cabeza que no podía dormir. A estas alturas, mi mente estaba clara. No tenía ninguna enfermedad. Sabía que tenía que depositar mi confianza en Shifu y en el Fa y saldar todas mis deudas de yeli (kármicas). Apreté los dientes y comencé a practicar los ejercicios. Me obligué a leer el Fa. Echaba siestas rápidas cada vez que el dolor remitía.

Una semana después, dejó de dolerme la cabeza. Sin embargo, me empezó a doler mucho el lado derecho del pecho. Sabía que se debía a mi cáncer de pulmón, causado por el yeli que creé en el pasado. No podía comer ni dormir a causa del dolor. Esa noche, el dolor empeoró. No podía sentarme ni tumbarme y sudaba profusamente. El dolor alcanzó niveles de intensidad indescriptibles.

En ese momento, pensé en Shifu y en Dafa. Con la firme convicción de que sólo Shifu podía ayudarme, empecé a meditar en la posición de loto completo. Poco después, me empezaron a doler las piernas. El dolor se irradió por todo el cuerpo, y el dolor en el lado derecho del pecho (pulmón) fue cada vez más intenso. Rápidamente, este dolor se apoderó por completo de cualquier otra molestia que sintiera. En aquel momento, sólo tenía un pensamiento: "Para eliminar mi yeli y pagar mis deudas, confío en Dafa". Apreté los dientes y perseveré.

A medida que el nivel de dolor se acercaba al límite de mi tolerancia, sentí una agradable sensación de barrido en el pulmón derecho. Al cabo de un rato, esta sensación se repitió y el dolor disminuyó en intensidad. Poco después, el dolor desapareció por completo y sentí un gran bienestar. En el fondo, sabía que Shifu había asumido ese yeli por mí y había curado mi cáncer de pulmón.

Sobrecogido por las lágrimas y la gratitud, di las gracias a Shifu por haberme salvado. En ese momento, seguía sentado en posición de meditación. Cuando intenté bajar las piernas, no podía hacerlo debido al fuerte dolor que sentía. Al cabo de un rato, conseguí bajar las piernas, pero no pude enderezarlas hasta media hora después. Esa noche, por primera vez en mi vida, pude dormir cómodamente.

Inmerso en Dafa

Todos los días me levantaba temprano para practicar los ejercicios antes de ir a trabajar. Cada noche leía el Fa. Mis diversas enfermedades desaparecieron rápidamente y mi cuerpo se sintió ligero y cómodo. He continuado practicando los ejercicios por mi cuenta cada día. Aprendí los movimientos de los ejercicios por mi cuenta viendo el vídeo de instrucción de ejercicios de Shifu en Internet. A pesar de los errores en mis movimientos, Shifu ha seguido purificando mi cuerpo.

Un día me empezó a doler el estómago y defequé una gran cantidad de pus. Cada deposición dejaba mi cuerpo más ligero. Durante los tres días siguientes, excreté esta sustancia parecida al pus. Así se eliminó la causa de mi enfermedad infantil y me sentí muy bien.

Shifu abrió mi ojo interior e incluso mi gran circulación celestial. A pesar de haber practicado sólo durante unos pocos años, y sin conocer siquiera a un solo practicante, con Shifu a mi lado no me siento solo. Estudio el Fa cada noche y me levanto a las tres de la mañana a practicar los ejercicios. Incluso he copiado el contenido de Zhuan Falun dos veces. Con esta inmersión constante en el Fa, mis enfermedades se curaron, cada poro de mi cuerpo se ha abierto, e incluso puedo subir las escaleras sin esfuerzo mientras cargo 100 kilos de cemento. Mi peso ha aumentado de 45 a 57 kilos, y con mi tez sonrosada, ahora parezco una persona completamente diferente.

Aclarando la verdad y desenmascarando las falsas acusaciones

Siempre que me encuentro con personas familiarizadas con mi condición pasada, me preguntan: "¿Cómo sigues vivo?". Les digo que es porque practico Falun Dafa. Hay creyentes e incrédulos, y la mayoría son incrédulos. A la mayoría les cuesta creer lo que les digo debido a los rumores y calumnias que el PCCh difunde contra Falun Dafa. Cada vez que tengo ocasión, les hablo del caso inventado de la autoinmolación de Tiananmen y de cómo Dafa enseña a la gente a ser buena.

También aprovecho cualquier oportunidad para contarle a mis parientes la verdad sobre Dafa. Una vez, mientras aclaraba la verdad a mi prima, ella me preguntó: "¿Estás describiendo un mito? No me lo creo". Mientras se lo explicaba a un buen amigo, respondió: "No tengo tres años. ¿Crees que soy tan fácil de engañar?". Le contesté: "Antes, ni yo mismo lo hubiera creído. Sin embargo, mis enfermedades se curaron de verdad después de practicar Dafa".

Deseo aclarar la verdad sobre Dafa, pero mis parientes y amigos comenzaron a evitarme. Es realmente difícil para la gente aceptar la verdad y difícil para Shifu salvar a la gente del mundo.

Falun Dafa restablece la armonía familiar

Mi mala salud y mi mal genio me llevaban a menudo a pegar a mi mujer y a mi hijo. Después de practicar Falun Dafa, mi temperamento mejoró y juré no volver a pegar a mi familia. Un día, mientras hablaba con mi hijo, olvidé controlar mis emociones y nuestra conversación se volvió acalorada. Mi hijo me golpeó en la cabeza siete u ocho veces. Como ahora practico Dafa y leo las enseñanzas, comprendí que era la retribución por haberle pegado en el pasado.

Mi mujer divorciada y mi hijo acabaron volviendo. Les dije: "Podéis pegarme y regañarme. No diré ni una palabra. Quiero saldar mis deudas y devolveros todo lo que os debo". Mi mujer respondió: "Mientras no nos pegues ni nos regañes, daré gracias a los dioses. Desde luego, no te pegaré". Ahora nuestro entorno familiar está lleno de risas.

Conclusión

Después de que comencé a practicar Falun Dafa en 2018, Shifu erradicó mis enfermedades y restauró mi salud. He cambiado mis malos hábitos y me he convertido en una mejor persona. Ahora vivo en una familia armoniosa e incluso estoy a punto de convertirme en abuelo. Todas estas bendiciones de la vida me fueron dadas por Shifu.

En los últimos años, tanto si he sufrido quemaduras accidentales en casa por agua hirviendo, como si mi automóvil ha volcado mientras conducía, Shifu siempre me ha mantenido sano y salvo. Me han sucedido tantos incidentes que cada vez que pienso en Shifu y en su constante protección, rompo a llorar. Sigo enormemente agradecido a Shifu por su gracia salvadora.