(Minghui.org) La parálisis es la pérdida de la capacidad de mover parte o todo el cuerpo. La mayoría de las personas paralizadas tienen que depender de sillas de ruedas para el resto de sus vidas. La parálisis causa un enorme sufrimiento no solo a los que la padecen, sino también a sus familias.

Gracias a Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual también conocida como Falun Gong, algunos pacientes paralíticos pudieron volver a caminar y vivir una vida renovada.

El China Economic Times publicó un artículo el 10 de julio de 1998, titulado "Yo me levanto". La Sra. Xie Xiufen, residente de la ciudad de Handan, provincia de Hebei, recuperó su capacidad de levantarse y caminar de nuevo después de haber estado paralizada durante 16 años, después de practicar Falun Gong.

Yangcheng Evening publicó un artículo el 10 de noviembre de 1998, titulado "Jóvenes y adultos practican Falun Gong". En él se informaba de que había más de 5.000 personas que practicaban los ejercicios matutinos de Falun Gong en la ciudad de Guangzhou, en la provincia de Guangdong. Entre estos practicantes, la Sra. Lin Chanying, una estadista de Guangzhou Diwei Leather Co., que estaba paralizada en un 70%, recuperó la capacidad de caminar después de practicar Falun Gong.

A continuación se presentan algunas de estas historias de recuperación.

Muletas desechadas

El Sr. Li Fengming, un ingeniero de 67 años, había sufrido de trombosis cerebral durante cuatro años antes de asistir a la séptima clase de Falun Gong en la ciudad de Changchun, provincia de Jilin. Antes de que terminara la clase, se deshizo de sus muletas y pudo volver a caminar sin ayuda. Estaba tan emocionado que lloró. Su esposa escribió una carta de agradecimiento al Sr. Li Hongzhi, fundador de Falun Dafa, esa misma noche.

Otro hombre, de unos 50 años, que trabajaba en una oficina de ferrocarriles también vio su trombosis cerebral curada por Falun Gong. Estaba muy emocionado y se deshizo de sus muletas.

Jugadora de baloncesto paralizada se recuperó en un mes

Wang Jinju nació en 1948 en una familia pobre de la provincia de Shandong. Tiene siete hermanos. A los 19 años, fue seleccionada para entrar en el equipo militar de baloncesto.

La Sra. Wang jugó al baloncesto durante más de diez años, pasando de jugadora a entrenadora y ganando numerosos premios. Sin embargo, las lesiones sufridas a lo largo de su carrera también hicieron mella en su salud.

Tras ser despedida del ejército, se incorporó a una empresa de cine y televisión como vicepresidenta en Beijing. Con el auge de los negocios de la empresa, la situación financiera de la Sra. Wang mejoró notablemente. Se compró una gran casa y coches de lujo y contrató a un chófer a tiempo completo.

Sin embargo, la mala suerte la golpeó cuando estaba en su mejor momento. Un día de 1995, se quedó paralizada de repente. Su familia, parientes y amigos buscaron tratamiento médico para ella, pero nada funcionó. En ese momento, lo único que podía hacer la Sra. Wang era permanecer en la cama sola y desamparada, al cuidado de su hermana mayor.

Tras pasar de la pobreza a la riqueza, la Sra. Wang se dio cuenta de que la salud era lo más importante en su vida. Sin salud, no tenía nada.

En 1996, uno de sus amigos le regaló un ejemplar de Zhuan Falun, el texto principal de Falun Gong, y le dijo que muchas personas que padecían enfermedades graves se habían recuperado después de realizar la práctica. Esto dio esperanza a la Sra. Wang. Cuando terminó de leer el libro, decidió practicar Falun Gong.

Un mes más tarde, la Sra. Wang se levantó sin ayuda. Fue increíble. Todos sus familiares y amigos fueron testigos de este milagro, y muchos de ellos también comenzaron a practicar Falun Gong.

La Sra. Wang Jinju muestra la bandera del "Día Mundial de Falun Dafa" en la ceremonia de izamiento de la bandera en Canadá.

(Continúa en la Parte II)