(Minghui.org) Shan Huang nació en Beijing y ahora reside en Toronto, Canadá. Era la única hija en su familia, y era la típica niña de ciudad que crecía en un entorno de abundancia de cosas materiales. El adoctrinamiento del Partido Comunista Chino (PCCh) hizo que ella se perdiera en las ilusiones de una sociedad inmoral. ¿Qué la impulsó a retornar a Falun Dafa? ¿Cómo cambió su vida y sus perspectivas? Conozcamos su historia.
Shan Huang y su esposo.
Sabiendo que Falun Dafa es bueno desde la infancia
Shan Huang recuerda que tenía seis años cuando su madre enfermó gravemente. "Mi madre tenía un grave problema en la sangre. Recuerdo que de repente la enviaron al hospital. Estaba tendida en la cama del hospital. Según recuerdo, el médico me dijo que no podía tocar a mi madre porque, de hacerlo, sangraría sin parar".
Shan Huang no se atrevió a tocar a su madre cuando fue a verla al hospital. "Me sentí muy triste en mi corazón. Aunque era pequeña y no sabía lo que le pasaba a mi madre, podía sentir que me dejaba poco a poco. Ni siquiera me pudo abrazar".
Sin embargo, al poco tiempo le dieron el alta a su madre. Su salud fue mejorando. "Poco después me llevaba a un parque al terminar el trabajo todos los días. Había muchas tías, tíos, abuelos y abuelas. También había muchos amigos pequeños. Yo jugaba con ellos. A veces escuchaba cuando los mayores leían el libro (Zhuan Falun), o me quedaba dormida al lado de mi madre".
Con el tiempo, Shan se enteró que iban al parque porque su madre había empezado a practicar Falun Dafa. Gracias a la práctica de los ejercicios y al estudio del Fa con otras personas, la salud de su madre mejoró cada día. Ya no necesitaba tratamientos en el hospital desde que empezó a practicar Falun Dafa.
Shan era todavía muy joven en aquella época. "Pero sabía que Falun Dafa es bueno porque salvó la vida de mi madre y le dio buena salud", dijo.
De repente, un día hubo muchas noticias en la televisión sobre Falun Dafa. "Yo estaba en la escuela primaria. En aquel entonces no podía reconocer todos los caracteres chinos. Vi a un hombre quemado sentado en el suelo. Las noticias del PCCh decían que era un practicante de Falun Dafa. Sabía que era falso. Nunca había visto a ningún tío o tía como ese hombre quemado".
Dejar Dafa y perderse en el mundo material
A medida que crecía, Shan se alejó gradualmente de Falun Dafa debido a la persecución por parte del PCCh y al difícil entorno de cultivación. "No me opuse a que mi madre se cultivara o aclarara la verdad a la gente, pero me perdí en las cosas mundanas".
"Mis padres trabajaban en grandes empresas de Beijing. Estaban en niveles directivos. Eran muy buenos conmigo. Yo era hija única. Al crecer en un entorno así, no me faltó nada material. Sin embargo, no sabía qué hacer y cómo ganarme un espacio en la sociedad por mí misma. El PCCh adoctrina a la gente a través de la propaganda en los medios de comunicación y la censura en Internet. La gente en esa sociedad se vuelve egoísta, lucha entre sí, no es digna de confianza, tiene relaciones impropias y se involucra en otras tendencias sociales desviadas. Yo buscaba disfrutar de lo material y era egocéntrica antes de empezar la cultivación en Falun Dafa".
Los padres de Shan no fueron severos ni irrazonables con ella. "En aquella época, a menudo discutía con mis padres, incluso por cosas triviales", recordó. "Una de las peleas que aún recuerdo fue que discutí con mi padre sobre la carrera que debía estudiar en la universidad. A mí me gustaba el diseño y mi padre me pedía que eligiera finanzas. No me escuchó. Nos peleamos. Al final no quise discutir con ellos y no les hablé. Después dejé de comunicarme con ellos por cualquier cosa. Se sentían tristes. Pero las cosas cambiaron durante mi último año en la universidad".
Volviendo a Dafa y recorriendo el Camino Recto
"Mientras estaba en la universidad, estaba completamente perdida en este mundo caótico. Discutía constantemente con mis padres. Tenía miedo en mi mente. Tenía miedo de no poder hacer las cosas bien o de que otras personas me regañaran. No sabía de qué tenía miedo. Sentía presión sobre mí. Me preocupaba. No sabía qué hacer", dijo Shan.
Se sentía reprimida por todo tipo de cosas. Estaba triste. Su salud empeoró. Tenía muchos síntomas graves. "Tenía convulsiones por la noche. En una ocasión me enviaron a urgencias y luego a casa. Estaba en el primer año de la universidad. No podía levantar nada pesado. Tenía constantes dolores de cabeza y no tenía fuerzas. Mi padre me llevó a que me hicieran un electroencefalograma, que reveló que mi cerebro era moderadamente irregular. Incluso tenía síntomas de epilepsia. Así que empecé a tomar medicamentos.
"No podía soportar el deterioro de mi salud. Pensé en mi madre, que recuperó la salud después de practicar Falun Dafa. ¿Debería intentarlo? Pero empecé a practicar Falun Dafa con fuertes sospechas. Nuestra generación no cree para nada en dioses o budas o en la cultivación. Pero quise intentarlo por el bien de mi salud. Empecé a practicar los ejercicios con mi madre. Eso fue en 2013, en mi último año de universidad".
Desde que empezó a practicar Falun Dafa, Shan solo tenía convulsiones los viernes por la noche o los fines de semana. Así que podía descansar al día siguiente. Después de las convulsiones, generalmente tenía que descansar durante varios días y tenía un fuerte dolor de cabeza durante mucho tiempo. Pero descubrió que se recuperaba después de dormir un poco, y sus dolores de cabeza disminuyeron. Luego, no sentía nada después de dormir y podía ir a trabajar al día siguiente.
"Recuperé mi fuerza. Puedo cargar fácilmente un cubo de agua o un saco de arroz. Camino ágilmente. He experimentado personalmente los milagros de Dafa. Es extraordinario", dijo. "A medida que me voy cultivando, además de los cambios físicos, he experimentado cambios aún mayores a nivel mental".
Volver a la tradición y a la familia
"Conocí a mi esposo al poco tiempo de empezar a practicar Falun Dafa. En ese momento todavía estaba en la universidad", dijo Shan. "Lo conocí mientras hacía prácticas en una empresa. Encontré un camino recto después de haber estudiado profundamente el Fa".
"Elegí un novio según los valores tradicionales que me enseñó mi madre. Presté mucha atención a sus cualidades personales. Cuando salíamos juntos, no cruzaba ningún límite como el que promueve el pensamiento moderno. Si rectifico mis pensamientos y me comporto según los valores tradicionales, mi matrimonio es armonioso y perfecto".
Shan y su esposo llegaron a Toronto poco después de casarse en 2016. "Fue difícil para nosotros al principio, en un país extranjero. Ninguno de los dos habíamos salido nunca de nuestras familias ni de Beijing. Solo he seguido los principios de ser considerada y volver a la tradición que he aprendido de Falun Dafa desde que estoy con mi esposo".
Intentó actuar como lo haría una dama tradicional. "Cuando hemos tenido que tomar grandes decisiones que afectarían a nuestro futuro, dejo que mi esposo decida. La relación con él se basaba en la confianza, la comprensión y el sacrificio, sin buscar beneficios. Así que él reconoce y apoya Falun Dafa".
Los padres de Shan llegaron a Toronto poco después de Shan. Desde que empezó a practicar Falun Dafa, ella cambió mucho la forma en que trata a sus padres. "Antes era egoísta con mis padres. Pero después de practicar Falun Dafa, he aprendido a ser considerada. Ahora pienso desde la perspectiva de mis padres y entiendo lo que piensan. Así que nuestra familia se ha vuelto armoniosa", dijo.
Después de que Shan empezó a recorrer este camino recto, se ha dado cuenta que ha experimentado muchos cambios positivos importantes. Su vida en la sociedad se ha vuelto más fluida. Hace poco la contrataron en una gran empresa financiera de Canadá. Allí reconocieron su capacidad. Su familia está muy contenta por ella.
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