(Minghui.org) Saludos, Maestro. Saludos, compañeros practicantes.

Empecé a practicar Falun Dafa en 2005 y después de un tiempo decidí asistir al Fahui de Europa. Como siempre me he dedicado a escribir, escribí mi experiencia sobre obtener el Fa y no me sorprendió mucho cuando fue seleccionada. Sin embargo, unos días más tarde, llegó un mensaje del coordinador diciendo que los traductores encontraron algunas dificultades y que algunas partes debían ser cambiadas. Me quedé perplejo. ¿Cómo pueden los traductores poner objeciones al contenido de un artículo? ¿No consiste su trabajo en traducir? Me molesté, casi me enfadé.

Eso fue hace dos años. He escrito más experiencias y he participado en varios proyectos de validación de Dafa, pero solo recientemente me he encontrado en la situación de los traductores y los he comprendido, aunque no he estado traduciendo nada. Pero empecemos por el principio.

Shen Yun en Salzburgo

En mi país todavía no se han dado las condiciones para que venga Shen Yun, pero en muchos otros lugares de actuación, la ayuda externa es bienvenida. La ciudad más cercana a la mía, donde Shen Yun actuó en años anteriores, es Salzburgo, así que fui allí en varias ocasiones para ayudar en las labores de promoción y seguridad. El espectáculo de este año estaba previsto para finales de enero, y como las medidas contra la pandemia eran todavía estrictas, tuvimos que empezar los preparativos varios meses antes. La vacunación era el primer obstáculo que había que superar. Pero aunque hubiera algunos dilemas, el Maestro los disipó en el artículo Despierten.

Nos vacunamos. Sin embargo, dos de nuestro grupo tuvieron un dilema sobre qué marca de vacuna elegir. Enseguida me di cuenta de que era un pensamiento humano. Al final, eligieron una marca equivocada: el resultado fue que pudieron viajar, pero las medidas contra la pandemia no les permitieron entrar en el recinto, solo trabajar al aire libre. Un pensamiento cambia el resultado.

Mi primera misión fue en la puerta donde los artistas llegaban al escenario. Como no vi la última edición del espectáculo, pensé que era una pena que no pudiera ver el escenario desde mi puesto. Sin embargo, dos horas antes del espectáculo, una persona de seguridad del teatro vino y cerró la puerta, por lo que mi tarea se volvió innecesaria. Me asignaron una nueva tarea: ayudar al público a hacer fotos en el vestíbulo.

Me sorprendió el gran deseo de la gente de fotografiarse junto a los carteles de Shen Yun, incluso con la mascarilla puesta. Por supuesto que los carteles son hermosos, pero el buen diseño es la norma hoy en día y la gente no se hace fotos delante de todos los carteles bien diseñados. Sin embargo, antes del espectáculo, así como durante el descanso, el público hacía cola para hacerse una foto junto al cartel de Shen Yun.

La gente tenía emoción en sus rostros mientras los fotografiaba con sus teléfonos, y una especie de alivio, como si hubieran encontrado lo que buscaban.

Al final, después de que el público entrara en la sala, pregunté al coordinador qué debía hacer ahora. "¿Ya has visto el espectáculo?", me preguntó.

Tomé un asiento libre, allí mismo, en el lugar donde una vez Mozart dirigió personalmente sus obras.

Shen Yun en Graz

Tres meses después, varios de nosotros viajamos a otra ciudad austriaca, Graz. La Ópera de Graz es antigua y respetada, por lo que los visitantes son de clase alta. Esta vez formé parte de la seguridad de la sala, con la tarea de vigilar que nadie hiciera fotos durante el espectáculo. El coordinador no tenía experiencia en el puesto, pero había muchos practicantes experimentados en el equipo, por lo que todos intentaron ayudar al coordinador a hacer bien su trabajo. Entre tarea y tarea, estudiábamos intensamente el Fa, y prácticamente todos sabíamos lo que teníamos que hacer sin que nadie nos lo dijera. Era realmente un cuerpo de practicantes en acción.

Por supuesto, esto dio resultados. Las tres funciones celebradas en Graz se agotaron prácticamente en su totalidad, ya que las medidas de seguridad contra la pandemia se habían levantado en ese momento.

Aunque había ayudado con Shen Yun en años anteriores, esta era la primera vez que veía una sala llena, dadas las dificultades que Shen Yun encontró en Europa en el pasado. La sinergia entre los intérpretes y el público era evidente, y los aplausos eran fuertes y entusiastas. Me sentí como si formara parte del evento, no como un ayudante. De hecho, me he dado cuenta de que los practicantes no estamos aquí para ayudar a Shen Yun, sino que Shen Yun nos ayuda a nosotros. El espectáculo continuará, con o sin nosotros, y quien necesite ser salvado será salvado. Nuestra participación en ese proceso es la infinita misericordia del Maestro, una oportunidad que es extremadamente preciosa.

Cuando volví a casa, los practicantes locales me preguntaron si había tenido la oportunidad de ver el espectáculo. "Tres veces", respondí, porque como casi no había interferencias del público tomando fotografías, podíamos dar una mirada al escenario. De hecho, me dio la impresión de que interferir con Shen Yun ya no es posible o se ha minimizado –como si en este período las viejas fuerzas ya no tuvieran cabida, sino solo el Maestro. Mi conclusión fue que los teatros europeos se han llenado este año gracias a eso.

Shen Yun en Praga

Tengo un recuerdo especial de la ciudad de Praga. En 2002, fui allí por negocios y me encontré con actividades de Dafa en un lugar turístico. Aunque en aquel momento no me interesaba lo espiritual, sí me interesó la información sobre la persecución en China, así que tomé un folleto. No lo leí hasta dos años después, cuando a mi mujer le diagnosticaron una enfermedad muy grave. Aunque no soy una de esas personas que guardan cosas, encontré el folleto en un cajón, y decidimos probarlo juntos, aprendiendo los ejercicios en Internet. Al cabo de un mes, mi mujer recibió la información de que el diagnóstico era erróneo y que estaba completamente sana, por lo que ella sintió que ya no era necesario hacer ejercicios. Así que ella dejó de hacerlos y yo continué.

El motivo de las actividades en Praga en ese momento fue la cumbre de la OTAN, que tuvo lugar en el Centro de Congresos. Cuando me enteré, a mi regreso de Graz, de que Shen Yun actuaría en mayo en el mismo Centro de Congresos, enseguida me entraron ganas de ir. Ofrecí mi ayuda a los practicantes locales, y fue aceptada.

Trabajar en las actuaciones de Praga fue completamente diferente, por dos razones. La sala tenía 2.700 plazas, mucho más que en las anteriores; y en segundo lugar, los coordinadores del equipo de seguridad no tenían tanta experiencia, al igual que muchos de los miembros del equipo.

Mi experiencia previa y la de los practicantes que asistieron conmigo fue definitivamente necesaria, pero ¿cómo aplicarla en la práctica? En las representaciones austríacas, el equipo se dedicó a estudiar y compartir en grupo, pero en Praga ni siquiera teníamos nuestra propia sala de seguridad. Los coordinadores estaban sobrecargados de trabajo y parecían centrados en cuestiones externas, por ejemplo, cómo comunicarse con los walkie-talkies. Pensaban que nuestra agenda estaba demasiado ocupada para el estudio del Fa en grupo.

Al final, no conseguimos poner en funcionamiento los walkie-talkies, lo que pudo haber sido una disposición del Maestro, porque eso solo hubiera molestado al público. Sin embargo, también hubo arreglos por parte de las viejas fuerzas, aunque estando en Austria yo creía que habían desaparecido.

A medida que avanzaba el espectáculo, empezaron a llegar mensajes de los miembros del equipo sobre el incumplimiento de las normas y la toma de fotos. En el primer espectáculo, hubo muchos niños que iban al baño acompañados por sus padres, recorriendo todo el teatro y el frente del escenario. Esto molestó sin duda al público, algunos quizás hasta tal punto que no quisieron volver a sus asientos tras el descanso. Más tarde entendí que la seguridad del teatro bloqueó algunas salidas sin previo aviso, por lo que la única salida del teatro era la del escenario. Las salidas se desbloquearon tras nuestra intervención, pero eso resolvió el problema solo parcialmente con los niños, ya acostumbrados a utilizar la salida equivocada.

Aunque todas las entradas para los tres espectáculos de Praga se habían agotado tres semanas antes, es posible que algunos miembros del público tomaran una decisión equivocada durante el espectáculo. Lo lamenté por esos seres conscientes.

Creo que todo el equipo de seguridad se dio cuenta de que teníamos que hacerlo mejor. Al día siguiente encontramos un lugar adecuado para el estudio del Fa y la mayoría de los miembros del equipo estaban allí. Los coordinadores dieron instrucciones precisas sobre cómo actuar en cada situación, se aplicaron procedimientos estrictos y, a partir de ahí, observé un cambio en mi interior. Cuando 2.700 personas entraron en la sala, me quedé de pie junto a la entrada con una sonrisa, y los seguí en silencio con la mirada, con pensamientos rectos en la mente. Esta vez tenía la firme decisión de que cada uno de ellos debía ser salvado. Realmente estimaba a cada uno de ellos, sin importar cómo se comportaran.

No sé qué cambios internos experimentaron los demás miembros del equipo, pero el tercer espectáculo fue mucho más parecido a los de Austria. Ninguna persona sacó fotos –no hubo literalmente ningún incidente– ni hubo salidas del recinto ni retrasos para entrar en él. El ambiente tranquilo y armonioso se tradujo en un largo aplauso al final.

La visita de Shen Yun a dos ciudades checas se considera un gran éxito, ya que se vendieron más de 8.200 entradas, frente a los pocos miles de años anteriores. Me queda la duda de cuántos seres conscientes habrán perdido sus oportunidades por culpa de nuestras deficiencias.

Por otro lado, aprendí una gran lección y experimenté el poder de la cooperación incondicional. Cuando me acuerdo de aquellos traductores del principio de mi historia, me doy cuenta de que no eran solo traductores, sino, ante todo, compañeros practicantes que participan de forma proactiva en el Fahui, tratando de ayudar a que el intercambio sea lo más acorde posible con el Fa.

De la misma manera, traté de ayudar a Shen Yun durante los espectáculos en tres ciudades, dispuesto a aceptar cualquier papel –desde la vigilancia del autobús hasta el trabajo entre bastidores, la entrega del almuerzo, la toma de fotos y la prohibición de tomar fotografías, sin pensar cuál de estos papeles puede adaptarse a mis capacidades o cuál es más alto o más bajo. Porque en Dafa no existe lo alto y lo bajo, y por muy trivial que pueda parecer un papel en esta dimensión, en otras dimensiones puede ser el majestuoso acto divino de nuestro lado cultivado, que hace temblar la tierra.

El Maestro ha estado hablando de Shen Yun una y otra vez, pero era como si acabara de iluminarme a sus palabras en la conferencia 25 años de la Gran Difusión de Dafa: Explicando el Fa en Nueva York.

Finalmente, soy capaz de sentir la enorme misericordia del Maestro que salva personalmente a la gente utilizando la danza clásica china. Es posible que algunas de esas personas hayan sido de nuestros paraísos.

En esta fase de la transición de la rectificación del Fa del cosmos a la rectificación del Fa del mundo humano, debemos centrarnos en la forma más eficaz de salvar a la gente, y eso es Shen Yun. Espero que haya más oportunidades como las anteriores.

¡Gracias, Maestro! ¡Gracias, compañeros practicantes!