​Enfrentar el mal con pensamientos rectos me permitió disolver las tribulaciones

(Minghui.org) Soy un veterano practicante de Falun Dafa que obtuvo el Fa en 1996. Después de que la persecución fue lanzada el 20 de julio de 1999, estaba ocupado validando el Fa, y contrarrestando el acoso del mal cada día. Así, descuidé el estudio del Fa y solo pude recordar una pequeña porción de las nuevas escrituras. Solo podía recordar una frase de algunas escrituras nuevas. Sin embargo, solo esa frase me ayudó a pasar una prueba tras otra mientras estuve encarcelado durante cuatro años.

Otro practicante y yo fuimos llevados a la Prisión de Jixi, en la provincia de Heilongjiang, el 20 de julio de 2002. Me asignaron a realizar trabajos forzados en una mina de carbón. Un guardia llamado Li Lianying ordenó a los reclusos que me acosaran. Una vez, mientras trabajaba en la mina de carbón, un preso apellidado Gao me golpeó en la nuca con un gran trozo de carbón. Aunque el trozo de carbón se rompió, no me hizo daño. Todos los presos sabían que Gao había recibido la orden de Li Lianying de golpearme.

Más tarde, otro preso me causó problemas. Me golpeó la parte superior de la cabeza con una pala de hierro. En ese momento, pensé en una frase del Fa: "...enfréntense a la gente diabólica con pensamientos rectos a todo tiempo" (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)). Entonces lo miré fijamente y seguí enviando pensamientos rectos sin moverme. Todos llevábamos linternas frontales, así que pude ver su rostro con claridad. Lo miré fijamente a los ojos y conté las veces que me golpeó. Después de golpearme 42 veces, tiró la pala al suelo y dijo: "A partir de ahora, no volveré a golpearte sin importar quién me lo diga".

Unos años más tarde, me encontré con un expreso. Me dijo: "No mucho después de que te pusieron en libertad, ese guardia Li Lianying murió repentinamente en la mesa de su oficina". El preso, Gao, que te golpeó con el gran trozo de carbón, fue golpeado por una piedra en la sien durante una voladura en la mina y murió".

Un director de la Prisión de Jixi llamado Jiang Zhenying intentó "transformarme". Habló conmigo muchas veces, pero no pudo "transformarme". Entonces, ordenó a algunos reclusos que me torturaran. Me prohibieron salir de la celda, moverme o ir al comedor a comer. Me obligaron a sentarme en un pequeño taburete todo el día, siendo supervisado por los "monitores".

Un día, después de las 10:00 de la mañana, Jiang Zhenying tomó a 10 guardias y se dirigió a la Segunda Brigada, donde yo estaba detenido. Cada uno de ellos llevaba una piqueta en la mano. Me llamaron a la sala de reuniones e hicieron primero la llamada "educación lingüística". Volví a pensar en el Fa: "... enfréntense a la gente diabólica con pensamientos rectos a todo tiempo" (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)). Me quedé mirando fijamente a los ojos de Jiang y no escuché lo que decía. Al principio sus ojos tenían una mirada muy feroz, pero gradualmente sus ojos se volvieron tímidos. Casi tres minutos después, bajó la mirada y dijo: "Vamos". Todos los demás guardias y más de 100 reclusos observaron todo el incidente.

Después de que los guardias se fueran, todos los reclusos murmuraban: "¡Esta vez, este recluso ha ganado!". Un preso me dijo: "Si no hubieras ganado hoy, habrías muerto hoy". Supe que era el Maestro Li, el fundador de Falun Dafa, quien estaba a mi lado, protegiéndome y ayudándome a disolver cada tribulación.