(Minghui.org) En el momento del nacimiento de mi nieto en 2014, mi suegro estaba confinado en cama, mi hijo tenía dolores de espalda y de piernas y no podía trabajar, a mi marido lo habían despedido y mi nuera estaba de baja por maternidad.
Mi marido estaba preocupado por nuestra familia. Intenté tranquilizarlo: "¡No te preocupes! Preocuparse es inútil. Al menos tenemos suficiente trigo y un tarro de pepinillos para comer". Solo pensé que todo esto era una prueba y recordé lo que dijo el Maestro Li Hongzhi (fundador de Falun Dafa):
"Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer" (Zhuan Falun - Novena Lección).
Le dije a mi familia: "El cielo nunca sella todas las salidas; esto es solo temporal".
Seis o siete oficiales vinieron a acosar a mi familia y querían arrestarme. Mi marido intentó razonar con ellos y les preguntó por qué querían detenerme. Les dijo que yo trataba bien a mis suegros y a mis hijos, y que no podría hacerlo si no fuera porque practicaba Falun Dafa. Entonces le preguntaron si también practicaba Falun Dafa. Mi marido dijo que toda la familia lo hacía. Los agentes lo agarraron e intentaron llevarlo al coche de policía, pero no lo consiguieron. En ese momento, grité: "¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! Hay matones en mi casa".
Cinco agentes intentaron sacarme a rastras, pero no pudieron. Llamaron por teléfono y vinieron tres agentes más. Entonces, ocho de ellos me arrastraron hasta el coche de policía y me llevaron al centro de detención. En el coche de policía, abandoné todos los pensamientos de mi mente, incluidos los de los problemas de mi familia. También dejé de lado todos los sentimientos y preocupaciones.
En el centro de detención, hice los ejercicios todos los días. Al principio, los guardias no me permitían hacerlos, así que dije: "Soy una practicante, y los practicantes practican dondequiera que vayan".
Me amenazaron: "¿Sabes a dónde están conectadas las cámaras de vigilancia? A la ciudad de Jinan", insinuando que me metería en serios problemas ya que los de la capital de la provincia sabrían que practicaba Falun Dafa.
Yo respondí: "Esa conexión es muy corta. Mi Maestro difunde Dafa por todo el mundo".
Un guardia me amenazó, diciendo que si hablaba de Falun Dafa a los reclusos, no me permitirían comer. Al día siguiente, dejé de comer. No supieron qué hacer y no volvieron a amenazarme.
Pensé: Lo que hice no estaba de acuerdo con el Fa. ¿Por qué me arrestaron para sufrir tal persecución? Encontré muchos apegos, como estar ocupada con las tareas de la casa, no mantener el estudio del Fa ni hacer los ejercicios, ser incapaz de mantener mi xinxing, guardar resentimiento hacia mi marido y no comportarme como una mujer tradicional. El sentimentalismo era la cuerda que me ataba. ¿Para qué lo quería? Pensé en el Fa del Maestro y me llené de energía positiva.
Después de regresar a casa del centro de detención, mi marido estaba descontento, mi nuera tenía llagas en la boca y mi hijo no quería que nuestra casa se utilizara para el estudio del Fa grupal. Me dijo que no dejara venir más a otros practicantes. Mi esposo también me regañó, diciendo que no los dejaría vivir en paz. Le dije: "Tú conoces la situación de Falun Dafa. Quiero tener una buena vida, pero sin Dafa, ¿cómo podría tener tan buena salud?".
Les dije que no se preocuparan por nada, ya que nuestras dificultades eran solo temporales. Solo recitando "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", podemos superar cualquier tribulación.
Le pregunté a mi hijo: "Nada sucede sin una razón, también deberías revisarte a ti mismo. ¿Tomaste cosas que no debías tener, o recibiste regalos de otros en el trabajo? Aunque no seas un cultivador, el principio de "el bien se recompensa y las malas acciones recibirán su castigo" se aplica para todos".
Él respondió: "Estos últimos años, tuve el apego del interés personal. La compañía de seguros médicos me reembolsó más de 10.000 yuanes (1.510 dólares) por el parto de mi mujer. Esta prestación debía ser de sólo 6.000 yuanes (906 dólares)".
"Fíjate lo que has sufrido por tomar esos 4.000 yuanes (604 dólares) de más", le dije. En ese punto, pensé que debía dejar que todo siguiera su curso natural. El Maestro tiene la última palabra, y yo debo mantener mi xinxing. Mi marido estaba tan preocupado que no paraba de derramar lágrimas, pero yo mantenía la calma. Le dije al Maestro en mi corazón: Debo pasar bien esta prueba. Al final, la espalda de mi hijo se recuperó y un vecino le ofreció a mi marido un trabajo.
Cultivar mi xinxing en el trabajo
En un abrir y cerrar de ojos, mi marido falleció hace tres años, y mi nieto (el segundo) llegó a la edad escolar. Cuando empezó a ir a la escuela, me sentí perdida y sola. Le dije a mi hijo: "Tus dos hijos van a la escuela, y la carga no es liviana, no tienes que darme dinero de ahora en más". Aunque dije eso, cuando en realidad me dio menos dinero, me sentí un poco herida. Pensé en lo mucho que había pagado por la familia en mi vida.
Mi nuera me pidió que viviera con ellos para poder ahorrar algo de dinero, pero mi casa era el lugar de estudio del Fa grupal. Si vivía con ellos, los otros practicantes no tendrían lugar para reunirse, no recibirían los diarios semanales y yo también perdería mi ambiente de estudio del Fa. Quería encontrar un trabajo aunque tenía casi 70 años.
Ofrecí incienso al Maestro y le dije: "Maestro, sé que ir a trabajar retrasará la salvación de seres conscientes, pero tengo que tener un trabajo". Entonces tuve tres ofertas de trabajo. Pensé que si el trabajo estaba demasiado lejos, afectaría mi envío de pensamientos rectos y la realización de los ejercicios. Así que decidí elegir un trabajo de cocinera en mi pueblo.
El primer día de trabajo, descubrí que el lugar de trabajo era realmente un lugar para cultivar mi xinxing. Sin duda, las pruebas de xinxing no tardaron en llegar.
Me llevaba bien con el jefe y su mujer, ya que vivíamos en el mismo pueblo. El hijo del jefe decía que los bollos que hacía estaban deliciosos. Sin embargo, la mujer del jefe pareció no estar contenta cuando lo oyó y me dijo que preparara la comida a su manera. Cuando se les acabó el gas, le pedí a la mujer del jefe que buscara a alguien que cambiara la garrafa, pero me dijo que lo hiciera yo.
Compró tripas de cerdo y me pidió que las limpiara. Le dije que estaba ocupada y le pedí que me ayudara, pero me dijo que no tenía tiempo aunque estaba jugando con su teléfono celular. Entonces le pedí al cuidador que me ayudara y, tras terminar el trabajo, lo invité a tomar el té. Al día siguiente, la tetera y la taza de té habían desaparecido.
El jefe me dijo que en el futuro no añadiera cebolla, jengibre ni carne a los platos. Pero resulta que ese día estaba cocinando pescado y quería saber si debía añadir cebolla o carne. Miró a su mujer y dijo: "No es bueno cocinar pescado sin carne". La expresión facial de su mujer me hizo sentir muy incómoda.
Durante ese tiempo, me recordaba que soy una practicante y que debo ser paciente y cultivar mi corazón. Las cosas que encuentran los cultivadores no son casuales. Miré en mi interior y encontré apegos de celos, ostentación y competitividad. Una vez que encontraba un apego, lo eliminaba.
Quiero soltar mi apego al yo, deshacerme de los pensamientos egoístas y asimilarme a Dafa. Con el Maestro y Dafa, puedo superar todos los obstáculos.
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Categoría: Mejorándose uno mismo