(Minghui.org) Cuando terminamos de leer el Fa en una reciente sesión de estudio en grupo, le dije a una practicante que estaba a mi lado: "Minghui está pidiendo escribir experiencias de cultivación. Es para el Fahui de China en línea. Por favor, escribe un artículo".

Ella respondió: "No me he cultivado bien y no escribo bien". Le dije: "Tú enviaste cartas hablando a la gente sobre Falun Dafa y sobre la pandemia para salvarlos. Puedes compartir esa experiencia".

Ella respondió: "¿Vale la pena escribir sobre eso? Como practicante de Dafa, si no ayudo a salvar vidas, ¿para qué he venido a este mundo?"

Sus palabras me impactaron y rompí a llorar. Esa simple y llana afirmación mostró lo bien asimilada que estaba con el Fa.

Ella no tenía mucha educación, así que me contó lo que hizo durante la pandemia para salvar vidas, y organicé su narración en el siguiente artículo.

Distribuir materiales de Falun Dafa para salvar a los seres consientes

Cuando estalló el COVID-19 a principios de 2020, todos nos vimos obligados a permanecer en casa durante más de un mes. Cuando se levantó el bloqueo, recibí inmediatamente algunos folletos de compañeros practicantes.

Lloré mientras leía los folletos durante dos horas y media. Pensé: "Esta epidemia es grave. El Partido Comunista Chino (PCCh) ha promovido el ateísmo y ha hecho que la gente no crea en los dioses.

"La moral de la gente ha degenerado y esto ha provocado la epidemia. Muchas personas están en peligro, así que debemos salir a salvar vidas".

‎Para aclarar la verdad sobre Falun Dafa y la pandemia, al principio hablaba sobre todo con la gente en persona porque no tenía folletos. Pero la gente tenía miedo del virus y no les gustaba que nadie se le acercaba.

Me decían: "Aléjate de mí, aléjate". Yo les decía: "Les hablo por su seguridad. Por favor, recordad que 'Falun Dafa es bueno', 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'.

"Por favor, recitadlo cuando se encuentran con dificultades". Todos afirmaron: "Sí, sí".

Les entregaba un folleto si tenía alguno conmigo, si no, sólo podía intentar hablar con ellos. Más tarde conseguimos más folletos, así que fui a la ciudad a repartirlos.

Solo podía repartirlos en la calle porque las comunidades residenciales seguían bajo estricto control. Recorrí todas las calles que pude de la ciudad, y luego fui a mi pueblo natal a repartir folletos. También recorrí todas las calles del municipio.

‎Un día, justo había acabado de llenar mi bolsa de folletos y estaba a punto de salir cuando alguien vino a visitarme.

Intenté salir al día siguiente, pero un compañero vino a visitarme. Eso ocurrió durante tres días seguidos y no pude salir en absoluto.

Pensé: "¿Por qué? ¿El Maestro me impidió salir?". Entonces me di cuenta: "¿A cuántas personas puedo llegar yo sola? Si todos los practicantes pudiéramos salir, si todos juntos pudiéramos tener fuertes pensamientos rectos, y si todos pudiéramos entender la urgencia de salvar vidas, podríamos salvar a más gente."

Comprendí que el Maestro me estaba dando una pista. Entonces compré algunas tarjetas de memoria e hice varias copias con historias de cultivación grabadas de los practicantes.

Me puse en contacto con mis compañeros, les di las tarjetas y les pedí que escucharan el audio; esperaba que esto les ayudaría a mejorar rápidamente su xinxing.

También grabé en vídeo a algunos practicantes hablando sobre Falun Dafa y la pandemia, y pedí a nuestros compañeros que los vieran, esperaba que los vídeos les ayudaran a aprender a hablar con la gente sobre la pandemia y Dafa.

Después de que nuestros compañeros escucharan el audio y vieran los vídeos, compartí con ellos mis pensamientos sobre la importancia de salir a salvar vidas. Su xinxing mejoró y todos querían unirse al esfuerzo, así que me pidieron folletos.

Hablé con los practicantes de otra zona y les pedí folletos. Después de conseguirlos, todos salimos a salvar vidas.

El esfuerzo por salvar vidas cobró mucha más fuerza. Luego compré muchas más tarjetas de memoria y les copié el audio y el vídeo que contaban la verdad sobre Falun Dafa. Entregué las tarjetas de memoria a personas que conocía.

Les dije: "Después de escuchar y verlo, por favor pásenlas a sus amigos y familiares. O pueden devolvérmelas. Por favor, no los destruyan".

También compré una docena de reproductores de vídeo y se los presté a mis conocidos. Cuando calculé el tiempo en que probablemente habrían terminado de verlos, recuperé los reproductores y los pasé a otras personas que conocía.

La gente es más exigente hoy en día y no le gusta prestar atención a la información que ya ha escuchado antes. Así pues, seguía encontrando información nueva y la copiaba en las tarjetas de memoria. Preveía los contenidos que encontraba y los agrupaba según los diferentes estatus sociales de las personas. Los resultados fueron muy buenos.

Por ejemplo, un hombre obstinado que ha sido muy resistente a aprender sobre Falun Dafa durante muchos años, cambió su actitud sobre Dafa después de ver un video de aclaración de la verdad.

Hoy en día, la mayoría de la gente ha venido de los niveles altos para aprender el Fa. Pero ahora esa gente se encuentra en una situación peligrosa debido a la pandemia.

Debemos seguir las enseñanzas del Maestro y hacer todo lo posible para salvarlos. Todo lo que hice era para tratar de hacer lo mejor posible para salvar vidas. Sentí que eso también es para ayudar al Maestro en la rectificación del Fa.