La historia de Qinzi

(Minghui.org) Conocí a Qinzi cuando trasladamos nuestra granja de ganado. Ella vino del noreste de China y se casó después de mudarse a nuestra zona. Hacía muchos trabajos duros, y más tarde sufrió asma y dolores de espalda. No podía caminar mucho tiempo sin quedarse sin aliento. Le hablé de Falun Dafa cuando nos conocimos, pero no tuvimos una conversación profunda sobre la práctica.

Un día, cuando iba a cosechar verduras en el campo, me encontré con ella y vi que resollaba mucho. Dijo que tenía un fuerte dolor de espalda. Le pedí al Maestro Li, el fundador y Shifu de Falun Dafa, que la salvara, dándome cuenta de todo lo que había enfrentado en su vida. Le dije que se sentiría más cómoda con solo recitar las palabras "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". También le pedí que lo intentara. Se sintió mejor al cabo de un rato y me dijo entonces que podía seguir caminando.

Más tarde, me indicó que, efectivamente, recitaba en silencio "Falun Dafa es bueno, y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Ella sintió una oleada de energía que subía desde los pies y recorría su cuerpo. Después de tener un poco de hipo, sintió alivio. Mencionó que había guardado esas nueve palabras en su teléfono móvil para no olvidarlas. Me alegré mucho por ella.

Me contó una experiencia que tuvo recientemente. Dijo que una noche tuvo insomnio, que la mantuvo despierta hasta las tres de la mañana. Entonces le pidió a Shifu para que la ayudara a dormir. En poco tiempo, se quedó dormida. Me contó que, al principio, levantó una mano para pedirle ayuda al Maestro, pero le pareció que el gesto no era lo suficientemente respetuoso. Entonces juntó ambas manos y le rogó al Maestro Li que la ayudara a dormir.

Preguntó: "¿Molesto al Maestro Li cuando le pido ayuda?". "No". Dije: "nuestro Maestro vino aquí a salvar a la gente".

Hace unos días, ella quería volver a su ciudad natal en el noreste para la boda de su hermana y para ver a sus padres, que tienen más de 80 años. Lo más importante que tenía en mente era pedir a sus parientes que recitaran "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Recitando esas nueve palabras, podrían evitar la pandemia de COVID.

Le pidió al Maestro Li que la ayudara a pasar la prueba para el COVID-19. El día de la prueba, se olvidó de llevar su documento de identidad y tuvo que hacer un segundo viaje. Después de que le tomaran una muestra para la prueba y estuviera lista para viajar, recibió una llamada de su hijo y su esposa. Ninguno de los dos quería que viajara a su ciudad natal. Se enfadó mucho con ellos. En el pasado, lloraba para liberar su ira. Me dijo que esta vez quería llorar, pero escuchó la voz de un hombre que le decía que dejara de llorar y que todo estaría bien. Quería llorar, pero ya no se sentía agraviada, así que ya no podía llorar. Se reía cuando me contaba esta historia.

No viajó al noreste de China debido al aumento de los casos de COVID. Vino a verme y me dijo: "Creo que fue un arreglo de Shifu. Estoy aquí para echarte una mano ya que estás muy ocupada con tu granja".

También me preguntó si podía ayudar a sus parientes del noreste a escapar de la pandemia recitando esas nueve palabras por ellos. Le dije: "No, tienen que ser ellos los que lo hagan". Finalmente, dijo que no podía controlar la vida de otra persona y que creía en el Maestro Li. Terminó renunciando al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles.

Recientemente, le mencioné que me gustaría escribir un artículo para compartir experiencias de Falun Dafa y compartir sus historias, usando un seudónimo o apodo para ella. Ella me miró por un momento y dijo que su padre la llamaba Qinzi o Xiaoqin. Por lo tanto, la llamé Qinzi en este artículo.

Hace poco me dijo que yo le resultaba familiar cuando nos conocimos, y que tenía un espíritu joven y encantador. Estábamos tan cómodas en presencia de la otra que parecía que nos conocíamos desde hacía mucho tiempo.

Me dijo que podía llamarla hermana. Las dos nos preguntamos si fuimos hermanas en una vida pasada.

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