(Minghui.org) El Sr. Ma Yongtao, director de China Human Rights Watch que actualmente vive en los Países Bajos, relató recientemente la tortura a practicantes de Falun Gong que presenció mientras estaba detenido en China en abril de 2014.

Tortura y gestión rigurosa

El Sr. Ma estuvo recluido en el Centro de Detención de Haidian, en Beijing. Compartió la celda de 32,51 m² (350 pies cuadrados) con 28 personas. Se dio cuenta de que los practicantes de Falun Gong eran señalados con chalecos verdes, mientras que todos los demás detenidos recibían chalecos amarillos.

Dijo que los practicantes que conoció eran todos "muy amables y pacíficos". No se parecían a lo que el Partido Comunista Chino había retratado en la propaganda.

El Sr. Ma recordaba que, en cada celda, los guardias designaban a unos cuantos reclusos para que estuvieran a cargo. En la mayoría de los casos, los guardias no torturaban a los practicantes, sino que instigaban a los reclusos a hacerlo.

Una de las torturas más crueles consistía en sentarse sobre una tabla de madera dura, colocando las manos sobre las rodillas y manteniendo la espalda recta. A menudo se obligaba a las víctimas a permanecer sentadas durante horas. En el caso de los reclusos normales, como mucho recibían una advertencia si no podían mantener la posición. Pero en el caso de los practicantes de Falun Gong, se enfrentaban a un castigo severo, en el que se les obligaba a permanecer de pie sin moverse durante toda la noche en el pasillo, mientras colocaban los brazos a los lados del cuerpo. Tras una noche de insomnio, al día siguiente seguían siendo sometidos a la tortura de permanecer sentados.

Cuando los practicantes se resistían a la tortura, los guardias los esposaban a los grilletes, dejándolos sin poder levantarse. A continuación, los guardias los arrastraban a pasar por más de 20 celdas del centro de detención y los obligaban a decir a los reclusos de cada celda: "No aprendan de mí. Estoy castigado porque he causado problemas en mi celda". Algunos practicantes fueron esposados de esta manera durante dos semanas, incluso cuando comían o usaban el baño.

Ilustración de la tortura: esposado a los grilletes.

No hay duda sobre la práctica de sustracción de órganos

Numerosos informes e investigaciones han aportado pruebas fehacientes sobre la actual extracción de órganos en China. El Sr. Ma dijo que se puede llegar a una conclusión formulando unas simples preguntas. La primera es: "¿Cuántos presos condenados a muerte hay en China y cuántos trasplantes se realizan en los hospitales chinos cada año?". Si las dos cifras no coinciden, el vacío debe haber sido cubierto por otras fuentes de órganos.

En el caso de muchos presos del corredor de la muerte, sus familias solo reciben sus cenizas, lo que significa que el gobierno puede hacer cualquier cosa con sus cuerpos. Uno de los amigos del Sr. Ma lleva más de veinte años intentando apelar por la sentencia de muerte de su hijo, y al final lo único que consiguió fueron unas cenizas.

El Sr. Ma reveló que, cuando estaba detenido, también lo sometieron a un examen físico y le sacaron sangre, algo que los practicantes experimentaban con frecuencia mientras se enfrentaban a espantosas torturas al mismo tiempo. Muchos expertos en derechos humanos creen que las autoridades recopilaron esa información para crear una base de datos para comprobar la compatibilidad de órganos.

"Por todo lo que he oído, no tengo ninguna duda de que en China se practica la sustracción forzada de órganos", apuntó.

Agradecimiento a los practicantes de Falun Gong por desarrollar un software para romper la censura en Internet

Desde el inicio de la persecución, los practicantes de Falun Gong han utilizado todos los canales disponibles para dar a conocer las atrocidades cometidas en China. "Si no lo hicieran, la gente de fuera no se habría enterado (de lo ocurrido) y al PCCh le habría resultado más fácil engañar al mundo". dijo el Sr. Ma.

Comentó que está muy agradecido a los practicantes de Falun Gong por haber desarrollado un software para romper la censura de Internet y haberle dado a él y a muchos otros el acceso a la información sin censura y ver a través de las mentiras del PCCh. Dijo que le impresionó especialmente la lectura de Nueve comentarios sobre el Partido Comunista, que es un libro innovador que expone con gran profundidad las décadas de engaño del PCCh. Yang Chong, uno de los iniciadores del Movimiento de la Calle del Sur, dijo también que los esfuerzos de los practicantes de Falun Gong por difundir información a través de la radio, la televisión e Internet han tenido un gran impacto en la sociedad. Mucha gente ha empezado a despertar y ver claramente las mentiras del PCCh, gracias a la información gratuita.

Yang lleva mucho tiempo comprobando que el PCCh engaña al público chino con sus medios de propaganda. Así que empezó a escuchar emisoras de radio extranjeras y a utilizar programas informáticos para navegar por Internet. Después de leer Nueve comentarios sobre el Partido Comunista, decidió renunciar los Jóvenes Pioneros del PCCh.

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