(Minghui.org) Mi hijo solía practicar Falun Dafa cuando era joven, antes de que comenzara la persecución en julio de 1999. Pero a medida que crecía, lo dejó poco a poco y se alejó. Pero en su corazón él sabía que Dafa es bueno y apoyaba mi práctica. Después de graduarse en la universidad, trabajó fuera de la ciudad, formó su propia familia y volvía sólo durante las vacaciones.

A finales del año pasado, le aparecieron dos bultos del tamaño de un huevo, uno a cada lado del cuello. Como no le dolían ni le picaban, no les prestó mucha atención. Cuando volvió a visitarme durante las vacaciones de Año Nuevo, le dio fiebre. En el hospital lo examinaron y lo trasladaron inmediatamente a un hospital especializado, donde lo ingresaron.

Los resultados del laboratorio llegaron dos semanas después: tenía un tipo de linfoma poco común y el pronóstico no era bueno.

Fui a verle y le dije que sólo Dafa podía salvarle. Aceptó estudiar las enseñanzas del Fa y volver a hacer los ejercicios. Pero la interferencia era intensa. El nudo le oprimía la garganta y le costaba respirar. Le costaba dormir por la noche, y estudiar el Fa y hacer los ejercicios le resultaba difícil.

Tras dos sesiones de quimioterapia, estaba agotado. Había perdido mucho peso. Estaba tan débil que no podía caminar sin apoyo. Se sentía miserable y el médico dijo que mi hijo podía irse a casa durante una semana. Todos nos sentimos aliviados: habíamos estado en el hospital con él durante casi dos meses y también sería una buena oportunidad para él retomar la práctica de Falun Dafa.

Mi esposo y yo nos turnamos para estudiar el Fa y hacer los ejercicios con él. Un día había un artículo en Minghui sobre cómo un practicante ayudó a otros a superar el karma de enfermedad. Un practicante fue capaz de levantarse y caminar de nuevo después de estar postrado en la cama durante medio año. Animamos a nuestro hijo: "¡Tal vez tú también tengas esa fuerza de voluntad!". Se conmovió mucho.

Cuando estaba recibiendo el tercer tratamiento de quimioterapia, mi hijo tuvo de repente un temblor generalizado que no podía controlar. El médico le reanimó y, mientras tanto, emitió un aviso de enfermedad crítica. Seguimos pidiéndole al Maestro que lo salvara y también le pedimos que recitara las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" siempre que estuviera despierto.

Después de la medianoche, su estado mejoró y al día siguiente estaba aún mejor. Cuando el médico lo revisó, se sorprendió: "¡Estás fuerte!".

Mi hijo me dijo que, mientras estaba medio dormido, vio al Maestro de Falun Dafa limpiando su cuerpo. Sabía que el Maestro le había salvado la vida y estaba profundamente agradecido al Maestro.

Después de eso, él empezó a leer las enseñanzas del Fa a diario. Varios días después, empezó a hacer la meditación. Su mejoría era evidente día a día. Los bultos de su cuello se fueron reduciendo hasta desaparecer por completo.

Al volver a casa, empezó a estudiar el Fa y a hacer los ejercicios todos los días. Meditaba por la noche y hacía los ejercicios de pie por la mañana. Le animamos todo el tiempo e hicimos los ejercicios juntos.

A los 15 días ya era capaz de caminar por sí solo, y a los 30 días ya era capaz de caminar por nuestro barrio. Ahora, él pasea a diario después de cenar y ha recuperado su energía.

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