(Minghui.org) Mi esposo empezó a practicar Falun Dafa en 2006. Su dolor crónico de espalda, su dolor de estómago y su vértigo se resolvieron pronto. Él y yo leíamos el Fa y hacíamos los ejercicios juntos.

Una mañana de noviembre de 2016, noté de repente que el brazo izquierdo de mi esposo estaba incapacitado. Cuando le pregunté qué pasaba, me dijo que no podía usar el brazo ni la pierna izquierdos. En cuanto me di cuenta de la gravedad de su situación, le dije rápidamente: "Por favor, pídele al Maestro que te ayude. Date prisa y recita "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia- Tolerancia es bueno!". Lo hizo inmediatamente, aunque tenía dificultades para hablar con claridad.

Este repentino incidente me tomó desprevenida. Llamé a mi hijo, que también era practicante, y le conté lo sucedido. Vinieron él y toda su familia.

En cuanto mi nuera vio a mi esposo, me dijo: "Date prisa y llévalo al hospital". Mi hijo le preguntó a mi esposo si realmente quería ir al hospital. Mi esposo dijo que sí. Viendo que su situación era bastante grave y por carecer de pensamientos rectos, no me opuse.

Mi esposo tenía dos grandes aficiones en su vida: Una era fumar, la otra era jugar al mahjong. Si llegaba demasiado tarde para unirse a la partida, se quedaba mirando a los demás hasta que el juego terminara, a veces hasta la mañana siguiente. Después de empezar a practicar Falun Dafa, dejó de jugar al mahjong, pero no dejó de fumar. Sabía que no debía fumar e intentó dejarlo muchas veces. Con el paso del tiempo, en lugar de dejarlo se volvió aún más adicto.

Shifu dijo:

"Ese material que es aspirado forma en tu cuerpo un ‘tú’ fino, ligero" (Fahui de Nueva York de 2019).

Sentí que esa sustancia, su apego a fumar, estaba controlando a mi esposo y no podía alejarse de ella.

Como no podía ver las cosas desde la perspectiva del Fa, fuimos al hospital para recibir tratamiento. Tras el examen, el médico dijo que tenía un grave infarto cerebral. Los conductos arteriales ya eran estrechos y necesitaba un tratamiento de bypass. También había desarrollado cálculos en los conductos biliares, que requerían cirugía. Además, su corazón tenía algunos problemas. El médico lo ingresó en el hospital. Después de escuchar lo que dijo el médico, comprendí de repente: ¿No fue todo causado por este pensamiento no recto de necesitar recibir tratamiento?

Después de ser hospitalizado, empeoró. Perdió por completo la capacidad de utilizar el lado izquierdo de su cuerpo; su cara se deformó; necesitaba la ayuda de alguien para sentarse; cuando intentaba comer o beber, la comida y el agua se le escapaban por la boca.

Le pregunté al médico: "Ayer, cuando llegamos, podía caminar. ¿Por qué está peor después de tomar la medicación?". El médico respondió: "Es normal. Ahora es el momento del inicio". Inmediatamente negué eso y pensé: "¡Solo el Maestro puede ayudarle!".

Le llevé un reproductor de MP3 que tenía grabaciones de las conferencias de Shifu y le pedí que las escuchara. También le dije que dijera sinceramente: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Después de escuchar unas cuantas veces, dijo que no quería seguir escuchando. Yo sabía que no era él quien no quería escuchar, sino la sustancia negativa que lo controlaba. Le sugerí que siguiera escuchando las conferencias del Maestro, para que le ayudara a superar esta prueba.

Durante el día, mi hijo y yo nos turnábamos para cuidarlo. Por la noche, tenía que cuidarlo yo sola. Tenía que ayudarle a girar el cuerpo y a ir al baño. Si íbamos demasiado despacio, ensuciaba la cama. Tampoco podía descansar. Al ver que se ponía así, llegué a sentir profundamente ¡lo inestable que era la vida! La fama, el interés personal, el estatus social y el dinero, ¡todo pasa rápidamente! Solo la propia vida es lo más valioso. Mi mente se agitaba y me resultaba difícil calmarme.

En ese momento recordé las palabras de Shifu:

“Esas tribulaciones demoníacas y el sufrimiento, sin importar cuán difíciles te hayan parecido, son cosas buenas, porque suceden únicamente porque te cultivas y refinas. Durante las tribulaciones demoníacas, el yeli puede ser eliminado y los corazones humanos pueden ser despojados estas hacen que te eleves” (Enseñando el Fa en la Conferencia de Nueva York 2008, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. VIII).

De repente comprendí que debía haber una razón para que se produjera esta tribulación. Era una oportunidad para afianzar mi cultivación y convertir este mal en algo bueno. También me di cuenta de que el hospital era un lugar para aclarar los hechos y ayudar a la gente a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh). No importaban las dificultades que tuviera que sufrir, las soportaría para cuidar bien de mi esposo, para que se recuperara rápidamente. Durante este proceso, busqué mis apegos, los eliminé y me cultivé sólidamente.

Aclarar los hechos y mejorarme

Ajusté mi mentalidad y empecé a enviar pensamientos rectos. No importaba lo cansada u ocupada que estuviera, sacaba tiempo para escuchar las conferencias del Maestro y los artículos que compartían los practicantes. Cuando se apagaban las luces en la noche, enviaba pensamientos rectos y luego hacía los ejercicios.

Una vez, cuando estaba haciendo los ejercicios, una enfermera vino a hacer su ronda. Al ver que estaba sentada, me preguntó: "¿Qué pasa, por qué no se va a la cama? ¿Cómo va a cuidar a su familiar todo el día si no descansa?". Le dije: "Gracias, estoy bien. De hecho, estoy descansando".

Otro día, una enfermera me preguntó: "¿haces yoga por la noche?". Le dije: "No. Hago los ejercicios de Falun Dafa". Se sorprendió mucho y me dijo: "¿Cómo se atreve a practicar Falun Dafa?". Le dije que lo había practicado durante más de diez años. Luego le conté lo que es Falun Dafa y por qué el PCCh lo persigue. Le dije que el llamado "incidente de la autoinmolación de Tiananmen" era un engaño, y que fue orquestado por el exlíder del PCCh, Jiang Zemin, para engañar al pueblo chino y a la gente de todo el mundo. Quería justificar la persecución alegando que los practicantes eran irracionales. Tras conocer la verdad, decidió renunciar a su pertenencia al PCCh y a sus organizaciones juveniles. También me pidió un calendario de aclaración de la verdad.

La gente del barrio de mi esposo decía que yo era sana y amable. Todos me elogiaban por mi mentalidad positiva, ya que no me agitaba cuando me encontraba con dificultades. Les dije que antes no era así. Siempre me peleaba con los demás. La práctica de Falun Dafa me transformó. Les expliqué que solo oían la propaganda del PCCh contra Falun Dafa. Todos decidieron renunciar al PCCh y aceptaron los materiales informativos.

Un cuadro jubilado de una Estación de Policía del Condado también fue hospitalizado debido a un infarto cerebral. Después de que le aclaré los hechos, también renunció al PCCh.

Al ver la alegría de las personas que se habían salvado, me di cuenta de las grandes responsabilidades que recaían sobre mis hombros. Pensé que no debía seguir confinada en este pequeño hospital, sino que debía salir a salvar a más gente. En lugar de dejarme llevar por mis ideas y mi sentimentalismo, le dije a mi esposo: "Hemos permanecido en el hospital durante veinte días y hemos gastado mucho dinero, pero tu estado no ha mejorado. ¿No quieres seguir practicando Falun Dafa?". Él respondió: "¡Claro que sí!".

"Si realmente quieres cultivarte, tienes que tener fe en el Maestro y en Dafa, así como tener una comprensión correcta hacia tu situación, es decir, necesitas entender que esto es solo una ilusión del yeli de enfermedad, trátalo como una prueba en tu camino de cultivación y eleva tu xinxing. Shifu está cuidando de nosotros". Entonces le pregunté si quería volver a casa al día siguiente. Aceptó inmediatamente.

Después de regresar a casa, nos concentramos en estudiar el Fa, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos. Mientras realizaba la cultivación sólida, ayudé a mi esposo a estudiar más el Fa, a hacer los ejercicios más intensamente y a mejorar su comprensión basada en el Fa. Realmente negamos la persecución de las viejas fuerzas a través de nuestras acciones.

Poco después de que mi esposo llegó a casa, podía caminar con la ayuda de una andadera y era capaz de hablar claramente. Dijo emocionado: "¡El Maestro no se rindió conmigo!". Al ver estos cambios, hice Heshi frente al retrato del Maestro y le dije: "Shifu, recuerdo mi voto antes de bajar a este mundo humano. Debo salir para aclarar los hechos a la gente y salvarla. Shifu, por favor, fortalece mis pensamientos rectos y ayúdame a dejar de lado mi sentimentalismo hacia mi esposo".

A partir de ese día, estudié el Fa con mi esposo por la mañana, y luego salí a aclarar los hechos a la gente por la tarde. Esto se convirtió en mi rutina diaria.

En la tarde del 24 de junio de 2021, tan pronto como llegué a casa, mi esposo me dijo con entusiasmo: "Tuve un entendimiento cuando leí el Fa hoy. El Maestro dijo que un practicante no tiene ninguna enfermedad, entonces ¿por qué sigo tomando los medicamentos? He decidido dejar de tomarlos". Yo dije: "¡Genial! Por fin te has iluminado a esto".

Durante el proceso, el Maestro eliminó las cosas malas del cuerpo de mi esposo varias veces. Sin la benévola protección del Maestro, él no habría vivido hasta hoy. Gracias Shifu por darle una nueva vida.

Han pasado seis años desde aquella tribulación. En el proceso muchos de mis apegos fueron expuestos y eliminados, como el resentimiento, la agitación, el desprecio a los demás, etc. Tan pronto como salieron a la luz, los eliminé.

Negando la persecución de las viejas fuerzas a través de pensamientos y acciones rectas

Estuve escribiendo un artículo para compartir hasta las 3 de la mañana del 2 de septiembre de 2021. De repente mis ojos estaban irritados y doloridos. Como resultado, no podía ver bien las cosas. Decidí tomar un descanso. Me di cuenta de que era el momento de hacer los ejercicios. Así que empecé a hacerlos. Sin embargo, me quedé aturdida mientras hacía el segundo ejercicio. Sentí que me balanceaba y traté de detenerme con una silla. Pero acabé en el suelo. Me dolían mucho las lumbares y estaba empapada de sudor. Tras varios intentos, por fin pude gritar: "¡Shifu, por favor, ayúdame!".

Estaba tirada en el suelo y no podía moverme. Entonces recordé esta frase:

“Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Recordé que soy una practicante, un ser creado por Dafa. No reconozco ninguna otra disposición, solo sigo el arreglo que dispuso Shifu para mí.

Quise levantarme, pero cuando me giré, sentí un dolor extremo. Aunque lo intenté varias veces, no pude levantarme.

Recordando que tenía previsto ir con otro practicante esa tarde para aclarar los hechos a la gente, estaba decidida a levantarme. Le rogué al Maestro que me ayudara. De repente pude ponerme de pie. En ese momento, un pensamiento pasó por mi mente: "Acuéstate y descansa". Pero sabía que no era mi verdadero pensamiento, así que lo negué inmediatamente. Me dolía la parte baja de la espalda y no podía ponerme de pie con firmeza. Quería apoyarme en la mesa. Me dije: ¡Basta! ¡Haré los ejercicios!

Cuando terminé de hacer los ejercicios de pie, tenía muchas ganas de acostarme y descansar. Pero me negué firmemente a ello e hice la meditación sentada. Solo pude sentarme en la posición de medio loto. Pero recordé lo que dijo el Maestro, que soportando las dificultades se podía eliminar el yeli. Pude levantar la otra pierna y sentarme en la posición de loto completa. Aunque no podía enderezar la parte baja de la espalda, seguí meditando. Poco a poco pude enderezar la espalda.

Cuando terminé los ejercicios, envié pensamientos rectos durante media hora. Todos mis síntomas desaparecieron. Me sentía bien. Con lágrimas en los ojos me puse delante del retrato del Maestro y encendí incienso. Dije: "¡Gracias, Shifu, por tu benévola protección! Sin tu poder y protección, no habría podido levantarme del suelo hoy. Estoy muy agradecida con nuestro benevolente y maravilloso Maestro".

Mi educación es muy limitada. También me han interferido mientras escribía esta experiencia de cultivación. Durante el proceso también llegué a comprender algunos principios del Fa. Esta tribulación me hizo comprender que se reducía al hecho de que no podía mantenerme concentrada al hacer los ejercicios o enviar pensamientos rectos, hasta el punto de que me sentía confusa. Siempre utilizaba la excusa de que tenía demasiadas tareas. Por ejemplo, tenía que cuidar de mi esposo, llevar a mis nietos al colegio y recogerlos después de la escuela, además de hacer las tres cosas. Por tanto, tenía poco tiempo libre. La verdad es que no miraba hacia dentro cuando me encontraba con tribulaciones, así que no me cultivaba sólidamente. Por lo tanto, el estado anormal apareció.

¡Gracias Maestro por su protección benevolente! ¡Gracias a la maravillosa práctica de Falun Dafa! No hay palabras que puedan expresar completamente mi gratitud. Solo cultivándome diligentemente para ayudar al Maestro en la rectificación del Fa y salvar a más seres conscientes, puedo cumplir mi misión.

Este es mi entendimiento basado en mi nivel de cultivación. Por favor, tengan la amabilidad de señalar cualquier cosa inapropiada.

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