(Minghui.org) Mi amiga me dio el libro principal de Falun Dafa, Zhuan Falun, en abril de 1999. Como estaba ocupada en otras cosas, me tomé un mes entero para leer este libro. Zhuan Falun tocó mi corazón. Es un libro muy bueno, ya que me dio respuestas a preguntas que me había planteado. Así se estableció mi relación con Dafa.
Decidí ir al sitio de práctica de Falun Dafa para hacer los ejercicios con otros practicantes por la mañana. Durante el segundo ejercicio, aparecieron en mi mente algunas escenas que no desaparecieron hasta que terminé el segundo ejercicio.
Era tal y como dijo el Maestro:
“Después de un tiempo de xiulian, descubre que su frente gradualmente empieza a brillar y posteriormente el brillo irradia un tono rojizo. En este momento se abren flores, como se ve en el cine o en la televisión; los capullos se abren en un abrir y cerrar de ojos, aparece tal escena” (Segunda Lección, Zhuan Falun).
Por la noche vi la videoconferencia del Maestro Li (fundador de Dafa). Me senté en primera fila y me di cuenta de que el Maestro tenía un papel en la mano. No vi nada escrito en él. En cambio, vi hermosas luces azules que brillaban en su mano y en el papel. Escuché atentamente la conferencia. El Maestro hablaba de cosas de alto nivel en el cosmos, que la gente común no puede ver. Sin embargo, todo esto me hizo creer lo que el Maestro decía.
Obteniendo las escrituras verdaderas
Después de que decidí practicar Falun Dafa, presté mucha atención a la comprensión del Fa. Traté de entender el significado interno del Fa. Al principio, leí Zhuan Falun muy rápido, pero no pude recordar nada de lo que leí. Luego, lo leí lentamente y pude entender algunos de los principios del Fa.
Los principios del Fa respondieron a algunas de mis preguntas. Aprendí que las enfermedades y las cosas desafortunadas que experimenté en el pasado fueron causadas por las cosas malas que cometí vida tras vida. Así creé el Yeli. También aprendí cómo tenía que pagar las deudas de yeli. Me di cuenta de lo precioso que es Dafa, pero solo porque puse mi corazón en esta práctica de cultivación.
Cultivación sólida
Sabía que debía estudiar bien el Fa porque es la guía fundamental de mi cultivación. Estudiar el Fa es diferente a leer cualquier otro libro. El estudio del Fa, iluminarme y creer en el Fa están relacionados entre sí. Creer en el Fa es la raíz. La profundidad de mi creencia en el Fa es el resultado de cómo lo estudio a largo plazo, y cómo me elevo a través de la cultivación sólida. Poco a poco, me di cuenta de que la cultivación es cultivar mi creencia recta en el Maestro y en Falun Dafa. Solo cuando creo en Dafa, y cumplo estrictamente con los requisitos de Dafa, los principios del Fa y los significados internos del Fa se me pueden mostrar, y los milagros divinos pueden manifestarse.
Cuando fui a hacer los ejercicios en el sitio de practica. Shifu me ayudó a purificar mi cuerpo. En dos semanas me purificó y quedé libre de enfermedades. Caminaba a paso ligero. Sentía como si alguien me empujara hacia delante cuando iba en bicicleta. Me recuperé de mis enfermedades, como el hombro congelado, el dolor lumbar y la opresión en el pecho. Cuando practicaba el quinto ejercicio por la mañana del día cuarenta, mi cuerpo se volvió transparente y permaneció así hasta que terminé el ejercicio. Dafa y los ejercicios me hicieron sentir con energía y ligero.
El Maestro dijo:
“El despertarse viene antes de poder ver. Cultiva tu corazón y elimina tu ye. Una vez que surja tu naturaleza verdadera, serás capaz de ver” (Por qué uno no puede ver, Escrituras esenciales para mayor avance).
Después de que empecé a practicar Falun Dafa, ya no leía libros de la gente común, ni veía la televisión, ni jugaba a las cartas, ni bebía alcohol. No rumoreaba ni tenía conflictos con otros practicantes. Sabía que los problemas que causaban la separación entre los practicantes eran trucos montados por las viejas fuerzas. Fui capaz de disolverlos con tolerancia y compasión.
Pero cultivar mi xinxing no fue una tarea sencilla para mí. Era competitiva y arrogante. Esto estaba profundamente arraigado en mí. No importaban las sugerencias que se me dieran, rara vez las aceptaba, las rechazaba y argumentaba una serie de razones. Formé el mal hábito de no aceptar ninguna retroalimentación, lo que me impedía elevarme en la cultivación.
Cuando terminaba de hacer las tareas de la casa, pasaba todo mi tiempo libre estudiando el Fa. Mi hija menor no estaba contenta con esto. Ella me reclamaba y decía que yo no hacía esto o aquello bien. Yo me sentía agraviada y reaccionaba discutiendo con ella. Estos conflictos continuaban y yo seguía confrontándola. Esto hizo que ella se enfadadra más y se volvió más conflictiva. Me volví más agresiva que ella. Me olvidé por completo de que era una cultivadora.
El conflicto se repitió este año. Me di cuenta de que la razón por la que mi hija seguía discutiendo conmigo durante tanto tiempo era que el Maestro me estaba ayudando a cultivar mi resentimiento con esta situación, mi no aceptación de las críticas y mi no aceptar las retribuciones por lo que hacía. Miré en mi interior y me tranquilicé. Pedí disculpas al Maestro en mi corazón y le agradecí sus cuidados. Me rectifiqué inmediatamente y me puse en acción. Mi hija me llamó por la tarde y me pidió que la recogiera temprano. Hacía tiempo que no me hablaba con tanta calma.
Validando el Fa y salvando seres conscientes
Por celos, Jiang Zemin, el exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), utilizó su poder, se puso por encima de la Constitución y comenzó una persecución sangrienta sin precedentes contra Falun Dafa y sus practicantes. Usaron engaños y falsas acusaciones para envenenar a la gente del mundo. Dije en mi corazón: "Debo hacer algo para que la gente sepa la verdad".
Empezamos a distribuir materiales para aclarar la verdad y a colocar pancartas y carteles adhesivos. Utilizamos diversos medios para aclarar la verdad y validar el Fa. A veces pasábamos toda la noche haciendo esto, pero no nos sentíamos cansados en absoluto. Me di cuenta de que mientras se intensificaba la persecución si no estudiábamos bien el Fa, no entendíamos sus principios y no nos cultivábamos genuinamente, no podíamos validar el Fa ni lograbamos buenos resultados, porque es el Fa el que salva a los seres conscientes.
Nos elevamos a través del estudio del Fa, y gradualmente creeremos en el Fa firmemente. Cuando mejoremos nuestra comprensión del Fa, sabremos cómo cultivarnos y mejorarnos, y nuestra creencia recta en el Fa y en el Maestro aumentará. Debido a nuestra creencia, nos comportaremos en base a los principios del Fa. A medida que nos iluminemos gradualmente a los principios del Fa, nuestra creencia se hará más firme, y sabremos cuán precioso es el Fa. Solo cuando entendamos profundamente el Fa llegaremos a creer firmemente y no tendremos dudas.
Yo me elevo cuando estudio el Fa. Me parece que la "iluminación" es extremadamente importante. Solo cuando creamos al cien por ciento en el Maestro y en el Fa, caminando estrictamente por el camino que el Maestro dispuso para nosotros, no seremos perseguidos.
Los pensamientos rectos son nuestros pases
La razón por la que me convertí en un practicante de Dafa de la Rectificación del Fa fue para asistir al Maestro en la Rectificación del Fa y en la salvación de los seres conscientes. Firmé un contrato con el Maestro para descender a este mundo para salvar a los seres conscientes.
El Maestro dijo:
"Los Dafa dizi ahora son la única esperanza de salvación para los seres conscientes” (Pensamientos rectos, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).
Comprendí la urgencia de mi misión. Todos los días dedicaba tiempo a aclarar la verdad, aunque mi tiempo fuera escaso. Incluso mientras caminaba, pensaba en cómo podía aclarar mejor la verdad utilizando diversos medios, para que los seres conscientes pudieran aceptar mejor la verdad.
Distribuyendo materiales para aclarar la verdad
Cuando me dirigía a un lugar para distribuir materiales de aclaración de la verdad, le dije al Maestro en mi corazón: "Maestro, por favor, fortaléceme y pon una cubierta protectora a mi alrededor. Por favor, deja que la gente entre a dormir o a ver la televisión. Si no han vuelto a casa, no dejes que vengan en este momento. Si quieren salir, no los dejes salir. Por favor, deja que la gente de aquí aprenda la verdad sobre Dafa, que no se deje engañar por las mentiras y que elija un buen futuro para sí misma". El Maestro me ayudó entonces a que este deseo se hiciera realidad. Distribuí una gran bolsa de materiales y no me encontré con ninguna persona. Volví a casa sana y salva.
A veces, cuando salía a distribuir los materiales, empezaba a llover. Le dije al Maestro en mi corazón: "Maestro, por favor, ayuda a detener la lluvia hasta que termine de distribuir los materiales". La lluvia se detuvo milagrosamente. Empezó a llover después de que volví a casa. Algunas personas se quedaban fuera para refrescarse por la noche en verano. Cuando estábamos a punto de llegar a su zona, el Maestro nos ayudó a instarles a entrar en sus casas para que pudiéramos distribuir los materiales sin problemas. El Maestro estaba a nuestro lado protegiéndonos.
Mis pensamientos rectos se hicieron más fuertes a medida que seguía aclarando la verdad a la gente. Un día un practicante y yo estábamos distribuyendo volantes en otra ciudad. Vi dos casas al final de la calle. Cuando dejé folletos en estas dos casas y estaba a punto de irme, vi a una persona que miraba a su alrededor con el folleto en las manos. Me vio y pensó que yo era la persona que había distribuido el folleto. Corrió a perseguirme. Reduje la velocidad y envié pensamientos rectos, suplicando al Maestro que me fortaleciera y le hiciera volver a su casa, que no dejara que el mal manipulara a esta persona para cometer crímenes contra Dafa y los practicantes, y que le permitiera conocer la verdad y salvarse. Cuando miré hacia atrás, esta persona había desaparecido. Distribuí el resto de los folletos y volví a casa sana y salva. El Maestro me protegió.
Cada día me encontraba con situaciones diferentes. En una ocasión, la policía descubrió que se estaban distribuyendo materiales de aclaración de la verdad en una zona. Iban en un coche de policía buscándonos. El coche se detuvo junto a nosotros. No le dimos importancia. Seguimos caminando y enviando pensamientos rectos. El coche dio vuelta con la sirena encendida. No sabían quién distribuía el material. No nos fuimos a casa hasta haber distribuido todos los folletos. El Maestro nos protege todo el tiempo. Mientras tengamos fuertes pensamientos rectos, siempre volveremos a nuestras casas sanas y salvas.
Durante estos años, me deshice de muchos apegos. El miedo era el mayor obstáculo. El miedo nos impedía completar nuestra misión y nuestro juramento. Me iluminé con el Fa de que salvar a los seres conscientes es la cosa más recta del universo. También dejé de lado la mentalidad de ostentar y la complacencia
Retenida en un centro de detención
Estuve retenida en un centro de detención debido a mi falta de pensamientos rectos. Le dije al Maestro en mi corazón: "Este no es el lugar donde los discípulos de Dafa deben permanecer. Si hay personas aquí que debo salvar, las salvaré y luego me iré". No me equivoqué al distribuir materiales de aclaración de la verdad y salvar a los seres conscientes. No me inclinaré ante el mal".
Miré en mi interior y encontré mis apegos, como la ostentación, la complacencia y la mentalidad de hacer las cosas. Me rectifiqué para cumplir con el Fa y envié pensamientos rectos, recité el Fa y aclaré la verdad constantemente. Aclaré la verdad a cada persona y las animé a renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles. No pisé el camino dispuesto por el mal. No recité el reglamento del centro de detención.
Le dije al guardia: "He ido más allá de lo que usted exige a los reclusos. Usted no exige que los reclusos 'no golpeen ni insulten a los demás'. Nosotros, los practicantes, lo hacemos, ya que, basándonos en los principios del Fa, el Maestro dijo:
"Ustedes que refinan gong ni siquiera devuelven el golpe al ser golpeados, no devuelven la injuria tras ser injuriados" (Novena Lección, Zhuan Falun).
El guardia se quedó sin palabras. Gracias a la compasión y el fortalecimiento del Maestro, volví a casa con dignidad. La gente puede ver el milagro y la belleza de Falun Dafa cuando hacemos las cosas con dignidad.
Retirando los carteles que engañan a los seres conscientes
En el año nuevo, el mal intentó todas las formas posibles para impedir que los seres conscientes se salvaran. Calumniaron al Maestro, difamaron a Falun Dafa y envenenaron la mente de la gente. Pegaron información perjudicial en las vallas publicitarias. Cada vez que los veía, los retiraba inmediatamente.
Por ejemplo, un día vi un gran cartel que calumniaba al Maestro y a Falun Dafa en un largo pasillo. Había muchas cámaras allí. También había un policía vigilando junto al cartel. Analicé con mi hija cómo quitarlo. Sabía que debía retirarlo hoy. Estudié el Fa y luego envié pensamientos rectos hasta la medianoche. A las tres de la mañana una voz me despertó: "Es hora de levantarse". Envié pensamientos rectos. Estaba tranquila. Le dije al Maestro en mi corazón: "Debo quitar ese cartel lleno de calumnias. Maestro, por favor, fortaléceme y pon una cubierta a mi alrededor". También pedí a los dioses rectos, a los dioses que protegen el Fa y a los soldados celestiales que ayudaran a limpiar los campos dimensionales. Me comuniqué con todas las cámaras. Les dije: "Están aquí para controlar a los ladrones. No deben hacer nada a los practicantes de Dafa que están salvando a los seres conscientes". Les pedí que recitaran conmigo "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Les deseé un buen futuro.
Corté el cartel con un cuchillo y descubrí que el reverso era de espuma. No pude cortarlo de arriba a abajo. Lo corté en pedazos y los metí en una bolsa. El viento se hizo fuerte en ese momento, así que el guardia no oyó lo que estaba haciendo. Gracias a la protección del Maestro, terminé el trabajo en veinte minutos.
Después de llegar a casa, hice el ejercicio de meditación y envié pensamientos rectos. Envié un pensamiento para comunicarme con las personas que pusieron el cartel. Les dije: "En adelante, por favor, no hagan cosas tan dañinas. Se están perjudicando perjudicando y a los demás". Dije al mal en la otra dimensión: "Soy un discípulo de Dafa que salvaguarda el Fa. A partir de hoy, los practicantes de Dafa nos haremos cargo de este lugar y de sus dimensiones relacionadas. No permitimos que ningún malvado envenene a la gente o manipule a la gente para cometer crímenes contra Dafa". Fui allí seis meses más tarde y no vi ningún cartel con palabras incorrectas.
Siendo responsable con las personas en los departamentos jurídicos
Nos dirigimos a una zona remota para distribuir los materiales el 15 de abril de 2021. Alguien nos denunció. Nos llevaron a la estación de policía y luego nos trasladaron al departamento de policía. Tres guardias nos vigilaban. Me di cuenta de que estaba arreglado para que aprendieran la verdad sobre Dafa, y debía ayudarles a conocer la verdad y no dejar que cometieran crímenes contra Dafa y los practicantes de Dafa.
Les pregunté si conocían Falun Dafa. Dijeron que no sabían mucho y que no habían leído ningún material de aclaración de la verdad. Los practicantes aún no habían visitado esta zona. Empecé a contarles lo básico sobre Falun Dafa, el engaño de la autoinmolación, las mentiras sobre Falun Dafa, la petición pacífica de 10.000 practicantes en Beijing el 25 de Abril, y más. También les dije que es importante renunciar al PCCh. Dos de ellos aceptaron renunciar a las organizaciones del PCCh. Hicieron algunas preguntas que les habían desconcertado, a las que respondí una por una. Me escucharon atentamente y aceptaron lo que les dije.
Los líderes del departamento de policía vinieron a trabajar al día siguiente. Pedí que nos fuéramos a casa. En lugar de eso, iban a enviarnos al centro de detención por catorce días.
Le dije al Maestro en mi corazón: "Tenemos omisiones. Pero no permitimos que el mal manipule a los policías y a otras personas para cometer crímenes contra Dafa y los discípulos de Dafa. No caminaré por el camino dispuesto por el mal. Lo negaré completamente. No dejaré que el mal se aproveche de nuestras brechas para perseguir a los practicantes y destruir a los seres conscientes. Solo caminamos por el camino que el Maestro dispuso para nosotros".
Cuando llegamos al centro de aislamiento, miré en mi interior. Supe que había estudiado menos el Fa. También desarrollé complacencia y una mentalidad de presumir, ya que había estado haciendo las cosas sin problemas.
Cuando llegué al centro de detención, envié pensamientos rectos y recité el Fa. Tenía claro lo que debía hacer. He venido a salvar a los seres conscientes dondequiera que estén. Las personas que estaban aquí venían de muy lejos y querían ser salvadas. Aclaré la verdad a todos los recién llegados y les animé a renunciar a las organizaciones del PCCh.
El día catorce me trasladaron a otro centro de detención. Se desarrolló una lucha entre el bien y el mal. El guardia nos dijo que cumpliéramos el reglamento. Le dije que los practicantes somos atendidos por nuestro Maestro. Me dijo que la gente de aquí sería sentenciada. Le contesté en mi corazón: "Usted no tiene la última palabra. Nuestro Maestro tiene la última palabra".
Luego nos hicieron un chequeo médico. El médico dijo que tenía la presión arterial alta y que debía tomar medicamentos. Me negué a tomar la nedicina. No estaban contentos con eso, pero no me obligaron a tomar ningún medicamento.
Entonces un guardia me dijo: "Todavía no has comido. Le pediré a la chica que te traiga un bol de fideos instantáneos". En ese momento me puse alerta y decidí que no comería los fideos. Cuando me sirvieron el bol de fideos, le dije a la chica: "Lo siento, nunca como fideos instantáneos. Ustedes coman. Las chicas se terminaron los fideos. Me pidieron que tomara la sopa. Me negué. La guardia vino y se enfadó al ver que no comía. Me dijo cosas desagradables. Comprendí que debían haber puesto algo en la comida. Hice bien en no comerla.
Me trajeron a este centro de detención el 30 de abril. Los guardias tenían un día festivo la semana siguiente. Sabía que debía salvar a la gente de aquí, incluidos los guardias. Así que pensé que debía llevarme bien con ellos. Tomé un bolígrafo y un papel de la oficina y escribí una carta a los guardias. Les pedí disculpas por no haber comido los fideos. Muchos presos leyeron la carta. Empezaron a hablarme.
Les conté la verdad sobre Falun Dafa. Al principio no se atrevieron a escuchar. Así que envié muchos pensamientos rectos. Pasé todo el tiempo recitando el Fa, enviando pensamientos rectos y aclarando la verdad. Le dije al Maestro en mi corazón: "Maestro, este no es un lugar para que me quede. Debo volver a casa antes de tu cumpleaños. Debo salir a salvar a los seres conscientes. Definitivamente no tomaré el camino que el mal dispuso. El mal lo habrá dispuesto en vano. Seré responsable ante los seres conscientes y no dejaré que la gente cometa crímenes contra Dafa y los practicantes".
También le dije al mal: "Debes liberarme incondicionalmente. Si me detienes un día más, estás cometiendo crímenes un día más y retrasando que yo salve a los seres conscientes. Nunca podrás devolver eso".
Los guardias no regresaron al trabajo hasta el lunes 10 de mayo. El 11 de mayo, por la tarde, me liberaron gracias a la protección del Maestro. El director de la comisaría y otros dos empleados me llevaron a casa. El director me pidió que le hablara más de Falun Dafa. Solo me había escuchado un poco cuando me detuvieron por primera vez. En este largo viaje, les aclaré la verdad en detalle y respondí a sus preguntas. Parecían disfrutar escuchándome.
Mi familia me culpó de traerles problemas. Descubrieron que no había traído mi coche a casa. Le dije al Maestro en mi corazón: "Mi coche es la herramienta del Fa que utilizo para salvar a los seres conscientes. También lo uso para llevar a mis hijos a la escuela. Mi coche me debe ser devuelto. No permitiré que el mal cause la separación entre ellos y yo. El Maestro tiene la última palabra".
Mi coche me fue devuelto el 24 de mayo. Mi experiencia fue que todo se resolvería mientras tuviera fuertes pensamientos rectos.
Obtuve el Fa y me cultivé mientras salvaba a los seres conscientes. El Maestro me ayudó a superarlo. Sé que sería difícil devolver lo que el Maestro me ha dado. Solo puedo tener un corazón firme e inquebrantable en la cultivación, para no defraudar al Maestro.
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Categoría: Caminos de cultivación