(Minghui.org) Mi suegro es un hombre muy honesto. Tuvo algunas experiencias milagrosas en su vida y sabe de artes marciales y el clásico “Clásico cambio de músculo/tendón” (una forma avanzada de qigong). Por esta razón, durante la Revolución Cultural un grupo rebelde quiso que fuera su líder. Cuando se negó, algunos rebeldes acosaron a su suegra con el objetivo de obligarle a ceder. Pero se echaron atrás cuando se dispuso a luchar.

Mi suegro trabajó como director de una fábrica y también como mecánico de coches. En esa época había poca gente que se dedicara a ese tipo de negocios y obtuvo muchas ganancias. Desafortunadamente, cayó en depresión cuando su mujer se divorció. Gradualmente, sus finanzas empeoraron y tuvo que recurrir a familiares y amigos para salir adelante. Vivía en una pequeña casa de madera junto al rio. Pero mantuve el contacto con él y a veces iba a su casa para cuidarlo.

Mi suegro raramente se enfermaba, sin embargo, una noche de 2004, me llamó de repente y me dijo que tenía un ataque al corazón y que la situación era urgente. Salí rápidamente y lo llevé a un gran hospital.

El médico organizó la estancia de mi suegro en el hospital y le hicieron una transfusión y un electrocardiograma. De las 2 a las 5 de la madrugada, el médico cursó tres avisos de enfermedad crítica, entonces me di cuenta de la gravedad de la situación.

Antes y después del primer aviso, le dije a mi suegro: “Padre, ¿puedes recitar ‘Falun Dafa es bueno’? Mucha gente lo recitó y sucedieron cosas increíbles. Muchos artículos de mis compañeros practicantes también hablan de resultados inesperados después de recitar estas palabras benditas”.

Sin pensarlo, él dijo: “Uh, Uh , superstición, superstición…”. Por lo que no dije nada y me limité a ocuparme de él.

Su estado empeoró después del segundo aviso. Sus labios estaban pálidos y el resultado del electrocardiograma fue anormal. La temperatura de su cuerpo era irregular, una vez frío y otra vez caliente, sudaba mucho. Se quejaba del dolor que sentía en su corazón, que era como si una montaña lo aplastara.

Le dije: “Padre, mucha gente dice que recitar ‘Falun Dafa es bueno’ ayuda. ¿Por qué no pruebas? Puede que te ayude. Hacerlo no afectará al tratamiento porqué sigues recibiendo la transfusión”.

Viendo mi sinceridad, finalmente accedió a hacerlo. Tenía dificultades para decir las benditas palabras y que se oyeran. Pero apretó los dientes e insistió en recitarlas palabra por palabra. Una hora más tarde, todo volvió a la normalidad. Se le veía relajado y sonriente, el color de su cara y de sus labios era normal.

Al día siguiente el médico dijo que mi suegro había tenido un infarto de miocardio la noche anterior y que era bastante peligroso. Dijo que podían operarlo o hacer un tratamiento conservador. Después de discutirlo a fondo, decidimos hacer un tratamiento conservador.

Tres días más tarde, básicamente volvió a la normalidad y le dieron el alta del hospital, desde entonces goza de buena salud. Al poco tiempo de salir del hospital el cobró su jubilación. A menudo también realizaba trabajos esporádicos. Estaba muy contento y volvió a estar alegre.

A menudo explico a la gente este milagro. Mi suegro también usó su experiencia personal para mostrar la bondad de Dafa.

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