(Minghui.org) Mi madre me regaló el libro principal de Falun Dafa, Zhuan Falun, en 1998 y lo leí el día de Año Nuevo. Al pasar las páginas me di cuenta de que no era un libro ordinario. De inmediato me senté erguida y sostuve respetuosamente el libro con ambas manos.

Me sumergí en el libro. No presté atención cuando mi marido llegó a casa, cenó, vio la televisión, apagó las luces y se acostó. Cuando las luces estaban apagadas, cada página brillaba con una suave luz amarilla. Aunque estaba oscuro, podía ver claramente cada caracter. Cuando terminé de leer, ya era de día. Tomé el libro en mis manos y exclamé: "¡Estoy salvada! Ahora tengo un Shifu que me guía".

Con el libro en la mano corrí a casa de mi madre. Varias señoras estaban allí haciendo el segundo ejercicio. Las seguí. Una mujer me dijo: "¡Has hecho todo el segundo ejercicio al primer intento! Debes tener una cualidad innata muy buena. Deberías practicar Falun Dafa".

"¡Sí, practicaré Falun Dafa hasta el final!". Sentí que mi compromiso no era lo suficientemente firme, así que añadí: "¡Practicaré Dafa aunque alguien me ponga un cuchillo en el cuello!". En efecto, las viejas fuerzas me pusieron un cuchillo en el cuello muchas veces. Sin la protección de Shifu, ¡habría muerto muchas veces!

Ese día aprendí las cinco series de ejercicios, y mi madre me regaló varios libros más de Falun Dafa. Cuando volví a casa, pensé en dormir una siesta antes de leer, ya que no había dormido la noche anterior.

Cuando estaba medio dormida, noté que un caballero alto estaba de pie a mi lado. Me miró y dijo:

“Fo mostrando mil manos” (Capítulo Segundo: Explicación de los movimientos con fotos, DA YUANMAN FA, Vía de la Gran Perfección)

¡Era la voz de Shifu! De inmediato levanté los brazos por encima de la cabeza e hice el movimiento de "Fo mostrando mil manos" (el primer ejercicio). Mis manos golpearon la cabecera de la cama. Abrí los ojos. Vi que Shifu extendía sus manos y me quitaba los bultos que tenía bajo las dos axilas. Sentí que la carne de mis brazos se retorcía y me dolía ligeramente. Inmediatamente después, Shifu agitó sus manos y sentí que algo giraba en mi bajo vientre. ¡Shifu me coloco un Falun!

Nunca había sentido tanta alegría. Shifu limpió todos los elementos malos que causaban mis problemas de salud. Shifu me hizo avanzar y pude practicar a un alto nivel. No hay palabras para expresar mi gratitud a Shifu. Le juré a Shifu en mi corazón: Lo escucharé y seguiré sus instrucciones. ¡Le pagaré a Shifu asegurándome de alcanzar la Perfección de mi cultivación!

Empecé a cultivarme

Durante la cultivación, nos enfrentamos constantemente a pruebas y elecciones. La primera vez que fui a hacer los ejercicios de la mañana en un sitio de práctica local, todavía estaba oscuro. Cuando abrí la puerta, el pasillo estaba oscuro y frío, con un extraño sonido de viento. Miré y me pareció espeluznante. Me estremecí y volví a pensar que tal vez debería esperar hasta que fuera de día e ir a casa de mi madre para hacer los ejercicios.

Pensándolo bien, sabía que no tendría tiempo durante el día para visitar a mi madre. Debía hacer los ejercicios por la mañana. Me pregunté: ¿de qué tienes miedo? ¿A la oscuridad? ¿Al frío? ¿A la inquietud? ¿Cómo puedes tener miedo de esto cuando quieres practicar Dafa?

Bajé corriendo del tercer piso de mi edificio. Sentí que muchos rostros me observaban, algunos me apoyaban, otros intentaban detenerme. Los ignoré. Pensé: "Solo escucharé a mi Shifu". Cuando salí corriendo del edificio, las luces de la calle eran muy brillantes. No había nada de viento.

En el lugar de la práctica, el asistente era muy cálido y me ayudó a corregir algunos de mis movimientos. Todo era muy tranquilo. Alcancé un estado de tranquilidad durante la meditación. Sentí que mi cuerpo se hacía cada vez más grande. Había una pequeña bola de colores debajo de mí. La bola se hacía cada vez más pequeña hasta que era invisible. Un pensamiento me dijo que era la tierra. La escena era fascinante.

Cuando empecé a practicar, todos mis problemas de salud desaparecieron. Algunos me los quitó Shifu en un instante, y otros desaparecieron gradualmente. Antes era competitiva y egoísta. Después de practicar Dafa, mi carácter mejoró, mi mente está en paz, e incluso mis habilidades de trabajo mejoraron.

Mi actitud hacia mi suegra solía ser: Puedo darte dinero, pero no me ocuparé de ti. Después de practicar Falun Dafa, comprendí que debía seguir las formas tradicionales y cuidar de los ancianos. La invité a vivir con nosotros. Después, ella sonreía a menudo y decía: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

Poner en práctica los principios de Falun Dafa

El hermano de mi marido quería pedirnos un préstamo. Mi marido pidió mi opinión. Enseguida estuve de acuerdo y le sugerí una cantidad que suponía casi todos nuestros ahorros. Me alegré de que mi marido escuchara mi opinión. Pero cuando volvió del banco, me dijo que había retirado todo el dinero de nuestra cuenta para prestárselo a su hermano. También se quejó de que yo no me ofreciera a prestarle todo el dinero. Me enfadé. Justo cuando estaba a punto de discutir con él, vi tres grandes caracteres, "Verdad-Benevolencia-Tolerancia", que flotaban en la distancia y luego se detenían justo delante de mí. El carácter "Tolerancia" se hizo de repente muy grande, y era transparente. Me sentí avergonzada. Casi olvidé que era una practicante de Dafa y casi me peleé con mi marido.

Shifu me recordaba a menudo que debía mirar hacia dentro cuando me enfrentara a los conflictos. Mi carácter mejoró. Shifu me quitó esa sustancia que me hacía sentir irritable y que mi vida era injusta. Me volví pacífica y gané sentido del humor.

También seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en el trabajo. Una empresa de la provincia de Hebei estaba desarrollando una nueva línea de producción. Siete empresas del país se presentaron a la licitación. Fui allí en representación de mi empresa. Pensé, practico Falun Dafa y debo ser considerada. Quería ver la fábrica, entender sus condiciones, como el suministro de agua, la electricidad, las materias primas, etc., para proponerles los parámetros técnicos más adecuados. Independientemente de que firmaran el contrato conmigo o no, como practicante de Falun Dafa debía darles sugerencias que los beneficiaran.

Visité su taller de alta temperatura. Hacía tanto calor dentro que mi ropa estaba empapada de sudor. Basándome en las condiciones, les di algunas sugerencias prácticas y razonables. Su jefe me invitó a su despacho y me expresó su admiración. "Todos los demás solo se preocupan de cómo conseguir el contrato. Tú eres la única que ha pensado en nosotros e incluso se metió en el taller de alta temperatura". El jefe quería firmar el contrato conmigo.

Cuando revisé su propuesta, encontré un error que les costaría 20.000 yuanes más. Se lo expliqué y les resté los 20.000 yuanes de más. Su jefe estaba conmovido. Dijo que, por mis acciones, sentían que mi empresa tenía la máxima integridad y que confiaban en mí. Me dieron un buen contrato.

Cuando estaba redactando el contrato, el hijo del jefe me puso delante de los ojos un fajo de dinero. Dijo que eran 20.000 yuanes (3.020 dolares) por mi comisión.

Me di cuenta de que debía tener un fuerte apego al interés propio, y que por eso me mostraba el dinero de una manera casi insultante. En cuanto tuve este pensamiento, el hijo del jefe cambió sus palabras. Dijo que era una recompensa para mí.

Le dije: "Practico Falun Dafa. Represento a mi empresa. No aceptaré una comisión personal ni ninguna recompensa. Si crees que soy sincera y amable, y quieres agradecerme, por favor agradece a mi Shifu. Es mi Shifu quien me enseñó a ser una buena persona".

Un señor mayor que estaba en la sala dijo a los demás: "¿Han oído? Tiene un Shifu".

El jefe dijo: "El Shifu de Falun Dafa le enseñó tan bien, ¡lo admiro!".

Al final, escribieron el descuento de 20.000 yuanes en el contrato.

Después de esto, firmé con la mayoría de los clientes de esa zona. Dijeron: "Confiamos en esa practicante de Falun Dafa. Ella realmente practica Verdad-Benevolencia-Tolerancia".

Debido a que practico Falun Dafa, las autoridades comunistas me retuvieron en un campo de trabajos forzados durante tres años. En cuanto me liberaron, algunas empresas me llamaron y querían firmar contratos conmigo. Algunas me dijeron directamente: "¡Ignora a las autoridades! Te pagaremos y pronto recuperarás lo que perdiste".

Una señora que no conocía me visitó cuando estaba de viaje de negocios en mi ciudad. "Escuché hablar de ti", me dijo. "Sé que se puede confiar en tí tanto a nivel personal como técnico. Puedo hablar de Falun Dafa contigo sin preocuparme por la seguridad". Resultó que su hermano era un funcionario del sistema de seguridad pública. Sus superiores le ordenaron perseguir a los practicantes de Dafa. Estaba confundida por la persecución y quería saber más sobre Falun Dafa. Después de hablar con ella, comprendió la verdad. No dejaba de decir que le diría a su hermano que definitivamente no debía participar en la persecución.

Siempre que me encuentro con un visitante en mi empresa, ya sea un comprador de equipos o un vendedor, le hablo de Dafa. Algunas personas se sorprendieron al escuchar los detalles de la persecución. Estoy muy agradecida de que Shifu haya dispuesto que estas personas vengan a conocer la verdad y se salven.

Llevo más de 20 años practicando Dafa. Shifu siempre me ha protegido y guiado. Seguí mejorando, a través de una tribulación tras otra. Realmente sentí lo misericordioso que es Shifu. Soy muy afortunada. ¡Es tan maravilloso tener a Shifu!

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