(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa después de que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir esta práctica espiritual.

Era una viuda con mala salud y mi vida era miserable. Poco después de empezar la práctica, todas mis enfermedades desaparecieron y recuperé mi buena salud. Estoy muy agradecida con el Maestro Li Hongzhi por haberme salvado. Desde entonces, tuve un pensamiento firme: "Este Dafa es muy bueno. Esto es lo que quiero, y debo practicarlo hasta el final".

Durante estos años de cultivación, me esforcé en hacer las tres cosas que un practicante de Dafa debe hacer bien.

Por muy difícil que fuera la vida, creía firmemente en el Maestro y en Dafa. He sido acosada y perseguida muchas veces, incluso he sido encarcelada en prisión y torturada durante tres años, pero he salido adelante bajo la protección del Maestro. Estas experiencias me han templado y han fortalecido mi fe.

Fui liberada, pero mi nombre estaba en la lista negra, por lo que la policía venía a acosarme de vez en cuando. Recientemente, en medio de la llamada campaña de «reducción a cero» del PCCh, la comunidad de vecinos y la policía me buscaban por todas partes, ya que no vivía en casa.

Acosaron a mi familia, pusieron marcas en mi puerta, cortaron la electricidad, forzaron las cerraduras e instalaron cámaras fuera de mi casa. El PCCh agotó todas las tácticas para arruinar a una buena persona que practica Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Fui a buscar algo a casa. Pero en cuanto salí por la puerta, dos miembros del Comité Vecinal me detuvieron y me impidieron bajar. Poco después llegaron otras cinco personas. No me asusté y pregunté con calma: "¿Qué quieren?", pensé: Son unos seres de lo más lamentables. Puesto que están aquí ahora, deben tener una relación predestinada conmigo y han venido a escuchar la verdad. Así que intentaré salvarlos.

Les pregunté: "¿Qué hacen aquí? Y cuantos que son". Dijeron que eran del Comité Vecinal, de la comisaría y del departamento de policía, y que querían visitarme y ver a dónde iba.

Les dije: "¿Así es como suelen visitar a la gente? Son capaces de hacer cualquier maldad. Tengo casi 70 años. ¿Qué les hace pensar que pueden seguir acosándome así? Practico Falun Dafa para estar sana y ser una mejor persona. No he hecho nada malo, y mucho menos he cometido un crimen.

"Falun Dafa es el Fa del cosmos que enseña a la gente a ser buena y a cultivarse hasta la perfección. La persecución del PCCh contra Falun Dafa es pecaminosa y conocida en todo el mundo. Mi relación con ustedes no es de perseguido y perseguidor, es para que sean salvados".

Me dije: Hoy estoy desempeñando el papel principal, así que les aclararé la verdad profundamente. En mi corazón, pedí al Maestro que me dé sabiduría. Les dije que la autoinmolación de Tiananmen fue un montaje, que Falun Dafa se ha extendido por todo el mundo y que es un principio celestial que el bien es recompensado y el mal recibirá su castigo.

La mujer del Comité Vecinal dijo: "Todo lo que necesitamos de usted es una firma".

Le contesté: "Usted no tiene la palabra. El Maestro Li tiene la palabra. Yo practico Falun Dafa, y Dafa es mi vida y mi raíz. Nadie puede impedirme que lo practique. No firmaré nada para usted. La perjudicaría, y yo no hago cosas que perjudiquen a la gente. Usted tampoco debería hacerlo. No es bueno para usted". Se quedó sin palabras.

Continué: "No hagan cosas que vayan en contra de los principios del Cielo, de la moral y de su conciencia. Implicarían a su familia y habría represalias".

Dijeron que sus superiores les habían dicho que lo hicieran y que no tenían otra opción. Yo les contesté: "¿Van a hacer lo que les diga el PCCh? Los está perjudicando y arrastrando al infierno. Tienen que pensar en ello y distinguir entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, y no caer en ello. Todos ustedes son buenas personas y deberían pensar por ustedes mismos”.

"Todavía hay miles de practicantes de Falun Dafa encarcelados en prisiones y centros de detención, y son sometidos a diversas formas de tortura. Sus cuerpos y mentes están siendo dañados, y muchos han sufrido hasta el punto de perder la vida”.

"¿Por qué le aclaramos la verdad a la gente sobre Falun Dafa? Para salvarlos, para que la gente de buen corazón no sea engañada por el PCCh, y pueda sobrevivir a la gran catástrofe y tener un buen futuro. El PCCh los está utilizando para perseguir a la gente buena. ¡Qué malo es esto!”.

"El Cielo está observando lo que hace la gente. Los practicantes de Falun Dafa son cultivadores de buen corazón que recorren el camino de la Divinidad. Perseguir a los practicantes de Falun Dafa es el mayor pecado del universo. ¿Cómo puedes pagar eso? Deben entender esto”.

"De ahora en adelante, no acosen ni arresten a los practicantes de Falun Dafa y no se dejen utilizar por el Partido. Protéjanse a ustedes mismos y a vuestras familias. Les digo estas palabras por vuestro propio bien. Deben escucharme y renunciar a todas las organizaciones del PCCh a las que se han unido. Cuanto antes lo hagan, antes serán salvados. Recuerden lo que he dicho".

Todos asintieron con la cabeza y algunos lloraron. Yo también. El hombre del departamento de policía dijo: "Recordaremos lo que dijo. Soy miembro del Partido, por favor ayúdeme a renunciar". Otra persona del Comité Vecinal también aceptó renunciar.

Todos estaban sorprendidos por mis palabras. Los traté como mi familia y los abracé a todos y cada uno de ellos. Les dije: "Esto es lo más feliz para mí. Han comprendido la verdad, han protegido a un practicante de Falun Dafa y serán bendecidos".

Uno de ellos dijo: "Recordaremos todo lo que has dicho. Nos vamos. Gracias". El jefe de la comisaría no se marchó inmediatamente, y hablé con él durante un rato más. Luego anunció: "¡Gracias! Yo también me voy".

Cuando vi que sus coches se marchaban, me fijé en un coche aparcado en el lado norte de mi edificio con dos personas dentro mirando hacia mí. Mi instinto me decía que estaban aquí para vigilarme, así que bajé las escaleras y me acerqué a ellos.

Les dije: "Hola, ¿están esperando a alguien?". Dijeron que sí. Continué: "Vivo en este edificio y soy practicante de Falun Dafa". Les conté lo que acababa de ocurrir y les aclaré los hechos. Me escucharon atentamente y, cuando terminé, se marcharon.

Pasé casi dos horas aclarando la verdad, desde que esas personas llegaron por primera vez a mi pasillo, hasta que se dirigieron al coche aparcado en el lado norte de mi edificio. No pude evitar derramar lágrimas al pensar en ello. Eran lágrimas de gratitud. ¡Gracias, Maestro! Esta fue otra batalla entre el bien y el mal, y una vez más, el Maestro me protegió y salvó a los seres conscientes.

He comprendido profundamente el Fa del Maestro:

"La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera                   Los pensamientos rectos pueden salvar a la gente en el mundo"

(El Fa rectifica el cosmos, Hong Yin (II))

A partir de este incidente, me di cuenta de que la campaña de «reducción a cero» es, de hecho, otra prueba para los practicantes de Falun Dafa. También es una oportunidad para salvar a las personas que trabajan en los Comités Vecinales y en la seguridad pública.

Nadie puede hacernos daño porque tenemos una fe recta en el Maestro y en Dafa. La prueba es ver si todavía tenemos un corazón puro para salvar a la gente en los momentos críticos. Si lo tenemos, entonces esas personas pueden ser salvadas.

El Maestro nos ha dado oportunidades para salvar a la gente una y otra vez. Debemos aprovecharlas y ayudar a salvar a más personas. Cumplamos nuestros votos históricos y sigamos al Maestro a casa.

¡Gracias, nuestro Benévolo y Estimado Maestro!

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