Superando tres veces las tribulaciones de ye de enfermedad creyendo en Shifu y en el Fa

(Minghui.org) Soy una mujer de 61 años que empezó a practicar Falun Dafa en mayo de 2002. Me gustaría compartir tres de mis experiencias personales en las que los pensamientos rectos me ayudaron a superar graves tribulaciones de yeli de enfermedad. Espero que lo que comparto sirva para animar a otros practicantes que están pasando por tribulaciones de yeli de enfermedad.

La primera tribulación

Una mañana de junio de 2020, me desperté con un repentino y agudo dolor en el bajo vientre. Todo mi abdomen estaba hinchado y me dolía al tacto. Sentía como si algo estuviera bloqueando mi estómago. Le dije a mi marido: "Me duele el estómago, así que hoy no iré a trabajar a nuestra tienda de ropa".

Después de que mi marido se fue a abrir la tienda, intenté estudiar el Fa pero no pude debido al dolor insoportable. Solo podía recitar una frase de las enseñanzas del Maestro una y otra vez.

“Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

Me desmayé y recuperé el conocimiento a las 3 de la tarde. Como ya había pasado casi todo el día, pensé que debía beber agua y comer algo. Sin embargo, no tenía fuerzas para levantarme. Todavía tenía el estómago dolorido e hinchado y sudaba mucho.

Sabía que cualquier tribulación, o yeli de enfermedad, ocurría porque estoy cultivando Dafa. El Maestro ha cambiado nuestros caminos de vida para que podamos pagar el yeli que debemos de vidas anteriores y mejorar nuestro carácter al mismo tiempo.

Aquella noche, mi marido volvió y preguntó por mi estado. Le aseguré que estaba bien y le pedí que no contara mi condición a nuestros parientes y amigos, para que pudiera concentrarme en mejorar sin interrupciones. Mi marido apoya a Falun Dafa y aceptó sin problemas.

Entre los intolerables ataques de dolor, perseveré en el estudio del Fa y en la meditación sentada. Los fuertes dolores y la hinchazón me impedían beber o comer nada, y al cabo de tres días había perdido mucho peso. Mi cuerpo se encogió hasta quedar en piel y huesos. En ese momento, me di cuenta de la importancia de rechazar todas los arreglos e interferencias de las viejas fuerzas y factores malvados. Como practicante de Falun Dafa, debo atenerme a los principios del Fa para corregirme. Estoy bajo la protección del Maestro y solo Dafa puede controlar mi vida. Este pensamiento reforzó mi determinación de eliminar las fuerzas malvadas que estaban causando mi yeli de enfermedad. Tengo que seguir viviendo para poder validar el Fa y salvar a los seres conscientes. Poco a poco empecé a forzarme a comer y beber en pequeñas cantidades.

Ya sin miedo, superé el dolor de estómago para poder persistir en el estudio del Fa y en los ejercicios. Entonces mis piernas comenzaron a hincharse y engrosarse, y una voz susurró en mi mente: "Trombosis cerebral, trombosis cerebral, esto es un signo de trombosis cerebral". En respuesta a su desafío, dije: "Soy una practicante de Falun Dafa. Ustedes no son nada frente a mi Maestro. Sin importar cuántas deudas kármicas tenga de mis vidas pasadas, solo soportaré el sufrimiento dispuesto por mi Maestro, y seguiré el camino que Shifu ha dispuesto. Todos los demás arreglos hechos por las fuerzas del mal serán completamente negados".

Como estaba sufriendo mucho, un practicante me sugirió que recurriera a otros practicantes para que me ayudaran a enviar pensamientos rectos. Rechacé la oferta. "No es necesario. Todos están ocupados trabajando en diversas cosas para salvar a los seres conscientes. Ayudarme interrumpirá sus planes. Esta es una tribulación personal que debo superar yo misma. No te preocupes, mi firme creencia en el Maestro y en el Fa hará que supere esta prueba sin problemas". Diez días más tarde, la hinchazón de las piernas y el estómago disminuyó. Sin embargo, apareció un bulto del tamaño de un cuenco en la parte inferior derecha de mi abdomen. Dejé de preocuparme y me concentré en estudiar el Fa, hacer los ejercicios, enviar pensamientos rectos y reanudar algunas de mis tareas domésticas, incluida la preparación de la cena para mi familia.

Unos días más tarde, la hinchazón de las piernas volvió a aparecer. Esta vez, mis piernas se volvieron más gruesas e hinchadas que antes. Me mantuve firme en mi creencia en Dafa y me negué a dejarme llevar por esta ilusión de enfermedad. Al seguir interfiriendo y saboteando a Dafa y sus practicantes, estos factores malvados habían cometido el grave crimen de pecar contra Dafa. El respetado Maestro y los guardianes del Fa me ayudarían a eliminarlos. Bajo el cuidado compasivo de Shifu y con la creencia inquebrantable en Dafa, logré pasar esta primera prueba en 23 días.

La segunda tribulación

A principios de 2021, acudí a la capital de la provincia para sustituir tres de mis dientes cariados por implantes dentales. Antes de la intervención, me sometí a una prueba de azúcar en sangre en el dentista, y los resultados fueron de 284,4 mg/dL (15,8 mmol/L). Mi dentista me dijo que unos niveles de azúcar en sangre tan elevados podían ser indicativos de diabetes. Pensé: "Soy una cultivadora, no es posible que tenga diabetes". Las rondas consecutivas de pruebas mostraron niveles fluctuantes, con el más alto en 397,8 mg/dL (22,1 mmol/L). Más tarde hice algunas averiguaciones con un practicante. Este practicante me dijo que nuestra región tenía una alta tasa de prevalencia de diabetes. Muchas familias tenían parientes que padecían esta enfermedad. En nuestra región, unos 20 practicantes padecían esta enfermedad. Algunos practicantes se habían visto obligados a tomar medicamentos orales para la diabetes o insulina, mientras que otros habían fallecido a causa de esta enfermedad. Muy pocos practicantes habían logrado superar esta tribulación de enfermedad. Este practicante preguntó entonces: "He visto que has perdido peso recientemente. ¿También tienes el nivel de azúcar en sangre alto?". Asentí con la cabeza.

Sabía que esta tribulación de enfermedad era una prueba para elevar mi nivel, una batalla entre lo recto y lo malo. Ante mí había dos opciones. La primera era seguir las nociones humanas preconcebidas y aplicar el tratamiento convencional, como restringir mi consumo de alimentos y empezar a tomar medicación oral o insulina. Sin embargo, este camino se desviaba de las enseñanzas de Dafa y seguía las disposiciones de las viejas fuerzas. Otra posibilidad era aceptar esta tribulación como una prueba de cultivación para mejorar mi carácter y nivel. Para pasar esta prueba, tendría que eliminar mis apegos mientras mantenía los pensamientos y acciones rectos requeridos de un practicante de Dafa. Decidí seguir esta opción y recorrer el camino dispuesto por el Maestro.

Basándome en mis experiencias anteriores, la creencia inquebrantable en el Maestro y el Fa puede eliminar todas las tribulaciones, interferencias y apegos arreglados por las viejas fuerzas. Ante mi confianza en Dafa, los síntomas de la diabetes desaparecieron pronto.

Posteriormente aclaré la verdad sobre la persecución a mi dentista, y él renunció voluntariamente al PCCh, a la Liga de la Juventud Comunista y a los Jóvenes Pioneros. En cuanto al procedimiento de los implantes dentales, el dentista advirtió que la zona de tratamiento era grande. Los implantes se colocarían en el hueso alveolar antes de suturar la herida con puntos. Después de la intervención, tendría que tomar un tratamiento de 10 días de antibióticos y tomar antiinflamatorios orales durante medio mes. Al día siguiente de la intervención, las mejillas se me amorataron e hincharon. Cuando la inflamación y el dolor se hacían difíciles de soportar, reforzaba el pensamiento de que solo debía cargar con las deudas de yeli dispuestas por el Maestro en mi camino de cultivación. Todas las demás manifestaciones kármicas dispuestas por las fuerzas del mal debían ser negadas por completo.

No asistí a los frecuentes exámenes de seguimiento dispuestos por el dentista. Como practicante de Falun Dafa que ha asimilado las enseñanzas del Maestro, tenía toda la confianza en que mi proceso de curación iría bien. Medio año después, volví a la clínica dental. El dentista examinó los escaneos y anunció que mis implantes se habían estabilizado en mi hueso natural. Los tres dientes fueron implantados con éxito. La firme creencia en el Maestro y en el Fa me permitió superar este segundo obstáculo de enfermedad.

La tercera tribulación

Hacia finales de febrero de 2022, estaba estudiando con un grupo de estudio del Fa una noche, cuando sentí un repentino escalofrío en las plantas de los pies y el estómago. Un bulto del tamaño de un cuenco apareció en el lado derecho del abdomen cuando llegué a casa. Pasé la noche haciendo la meditación sentada, mientras mis familiares recitaban "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" en mi nombre.

A la mañana siguiente, me desperté con fiebre y dolor. Me dolían mucho el abdomen, las rodillas y la base de los muslos, sentía las pantorrillas doloridas y débiles, y sufría diarrea e incontinencia. Sin embargo, me negué a ceder y seguí asistiendo a mis sesiones regulares de estudio del Fa en grupo, que duraban de cuatro a cinco horas diarias. Unos días más tarde, empecé a sentir un fuerte dolor en la clavícula izquierda, que me impedía vestirme. Después, también me empezaron a doler el hombro izquierdo, un tendón en la zona del cuello y la parte posterior de la cabeza. La fiebre y los fuertes dolores en varias partes de mi cuerpo eran casi más de lo que podía soportar.

Al ver mi estado, mi familia me aconsejó que fuera a un hospital. Yo respondí: "No tienen que preocuparse. No estoy enferma en absoluto. Como practicante de Falun Dafa, mientras siga las enseñanzas del Maestro, no me pasará nada. Saben que he estado cultivando Dafa durante más de 20 años. Durante este tiempo, no he tomado ninguna medicación ni he recibido ninguna inyección. De todos modos, la medicina moderna es impotente ante las enfermedades graves". Mi familia aceptó mi decisión después de oírme decir esto.

Dieciocho días después, superé con éxito la tribulación de esta enfermedad bajo el cuidado misericordioso del Maestro.

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