​Nada es trivial en la cultivación

(Minghui.org) Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica de cultivación de mente y cuerpo de la Escuela Buda. Basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, sus enseñanzas guían a quienes la practican a deshacerse de sus apegos y a ser siempre considerados con los demás.

Al cultivar Falun Dafa, he aprendido que, por muy triviales que parezcan las cosas, son pasos importantes para mejorar.

Deshacerme de mi apego al dinero

La hija de mi hermana menor estaba a menudo enferma y no conseguía que le reembolsaran los gastos médicos. Antes de practicar Falun Dafa, me ofrecí a escribir el nombre de mi hija en las recetas para que mi esposo pudiera llevarlo a su empleador y luego darle el reembolso a mi hermana.

En China, el reembolso se gestiona de forma poco rigurosa, ya que muchas empresas son propiedad del gobierno y la gente no está interesada en supervisar al gobierno. Por lo tanto, mucha gente se aprovecha de esta laguna jurídica.

Después de que empecé a practicar Falun Dafa en agosto de 1996, comprendí la verdadera relación entre la pérdida y la ganancia.

Shifu dijo:

"En este universo hay un principio: el que no pierde, no gana; si se gana, hay que perder, y si no pierdes, se te forzará a perder. ¿Quién desempeña esta función? Es precisamente esta característica del universo quien la desempeña, por eso no va si solo piensas en obtener" (Primera Lección, Zhuan Falun).

Como practicante, sabía que debía exigirme un nivel más alto. Lo que hacíamos era deshonesto y sabía que debíamos dejar de hacerlo.

En aquel momento acababa de empezar a cultivarme y no sabía cómo explicárselo a mi hermana para que lo entendiera. Lo bueno fue que, cuando se lo expliqué a mi marido, sí lo entendió.

"¿Qué hacemos si tu hermana vuelve a darnos sus facturas médicas?", me preguntó.

"Vamos a pagarle de nuestro bolsillo", le dije. "Pero no se lo cuentes, ya que aún no sé cómo explicárselo".

Estuvo de acuerdo.

Usamos nuestro propio dinero para compensar a mi hermana unas cuantas veces. Luego ella misma empezó a sentir que no era correcto y dejó de pedirnos que lo hiciéramos.

Mi marido es muy amable. Trabajaba mucho y nunca se quejaba. Más tarde lo ascendieron a director de producción.

Es una práctica común que la gente dé regalos o dinero a los que están en el poder para obtener favores especiales. Le dije a mi marido: "No aceptes regalos de tus empleados. No tienen mucho y necesitan mantener a sus familias. Sé amable con ellos y serás bendecido". Estuvo de acuerdo.

Mi familia y yo fuimos una vez a visitar a mi hermana y le llevamos muchos regalos y fruta. Nos encontramos con una de sus empleados en el autobús.

"Vaya, jefe, ¿por qué no ha llamado a un taxi?" preguntó la mujer.

"El autobús es muy cómodo. No hace falta llamar un taxi", respondió mi marido.

"Pero la empresa puede reembolsarte el importe del taxi".

"Prefiero ahorrarle dinero a la compañía si puedo".

Mi marido me dijo después que, en su empresa, el director de producción puede presentar los gastos de viaje para su reembolso. Su predecesor lo hizo, una vez por varios miles de yuanes. Pero no queríamos aprovecharnos de su empresa.

En otra ocasión, nuestra hija llevó el recibo del taxi a mi marido y le pidió que se lo reembolsara. Le dije: "Tu padre tiene ese privilegio, pero tú y yo no. Tú has leído el libro de Dafa y entiendes este principio. Si hacemos algo malo, acumularemos yeli y tendremos retribución por esto. Tampoco podemos ser permisivos cuando se trata de cosas triviales". Entonces ella se llevó el recibo.

Shifu también nos dijo que cuando una persona practica Dafa, toda la familia se beneficia. Esto fue exactamente lo que le ocurrió a mi marido. Cada vez que va a una revisión, los resultados son siempre buenos. A menudo me decía: "Tú te cultivas bien en Falun Dafa y yo me beneficio de la práctica".

Le dije que el Maestro dijo: "quien refina gong es quien obtiene el gong" (Octava Lección, Zhuan Falun) y por lo tanto es mejor que se cultive. Ahora él ha estado leyendo libros de Dafa.

Cultivándome para ayudar a mi padre

Me di cuenta de que a veces no sonaba respetuosa cuando hablaba con mi padre. Primero traté de probar algunos métodos de control del temperamento, pero no funcionaron. Entonces me di cuenta de que el sentimentalismo hacia mis familiares me cegaba y que tenía que cultivar para eliminar ese apego y prestar atención a mis palabras y hablar de manera que él pudiera entender y aceptar.

Mi padre solía hablar mal del marido de mi hermana mayor. Una vez, cuando empezó de nuevo, le dije: "Papá, sueles hablar mal de los demás. Hablar mal es malo para ti. ¿Podrías dejar de hacerlo?".

Dejó de hacerlo, pero volvió a hacerlo un poco más tarde. "Papá, no podemos hablar mal de la gente", le dije, deteniéndolo. "Las personas amables nunca hablan mal de los demás. Quien habla mal o maldice no es una buena persona".

Se rió.

"Si escucho tus maledicencias, te estoy consintiendo y me convierto en tu cómplice".

Después de unas cuantas veces, lo entendió. Dejó de hablar mal y le dijo a mi hermana menor: "Tu hermana me dijo que no hablara mal ni maldijera a la gente".

Cuando mi padre fue hospitalizado, me quedé con él para cuidarlo. Le expliqué la verdad sobre Falun Dafa a un paciente en la misma habitación y le ayudé a entender la importancia de renunciar al Partido Comunista.

Mi padre me sonrió y me dijo: "Hablas de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Pero no eres ni veraz ni compasiva".

Me quedé tranquila y pensé que debía de haber hecho algo mal. Le pregunté sinceramente: "Papá, ¿he hecho algo que no sea veraz o compasivo? Por favor, dame un ejemplo y lo haré mejor".

Se quedó pensando un rato, sonriendo, pero no dijo nada.

Entonces me di cuenta de que el Maestro me estaba haciendo una prueba: para ver cómo respondería si me humillaran delante de alguien a quien acabara de explicarle los principios de Zhen-Shan-Ren (Verdad-Benevolencia-Tolerancia).

¡Siento que soy la persona más afortunada del mundo porque practico Falun Dafa!

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