(Minghui.org) Había un matrimonio, Han (esposo) y Bing (esposa), practicantes en nuestro grupo de estudio del Fa. Se produjo una discusión entre ellos, así que busqué en mi interior mis defectos y descubrí que tenía una mentalidad competitiva, al igual que Han.

Unos días después, leí Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda y me pareció útil. Entonces decidí que leería las preguntas y respuestas en el estudio grupal del Fa de esa noche, con la esperanza de que otros practicantes pudieran beneficiarse.

Mientras leía, Han empezó a gritar de repente. Yo estaba absorto en el texto y no entendí lo que dijo. Después lo miré y me di cuenta de que seguía gritando. Así que retomé la lectura y lo ignoré. Le oí decir con desdén: "¡Le tiene mucho cariño!".

En ese momento no me molestó. Sin embargo, su arrebato emocional y sus palabras siguieron apareciendo en mi mente; me sentí perturbado. Pensé: "¿Qué sentido tiene estudiar el Fa juntos de esta manera? No voy a ir más".

Inmediatamente negué este pensamiento porque entendí que el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) organizó la forma de estudio del Fa en grupo para los practicantes de Dafa, así que debía seguir yendo. Seguí negando mis pensamientos malos sobre Han pensando que él era un buen practicante. Sin embargo, todavía no podía calmarme. Sabía que tenía un apego, pero ¿qué era? Busqué en mi interior una razón y me di cuenta de que, subconscientemente, lo despreciaba.

Al día siguiente, un practicante me envió un mensaje con la frase: "En el mundo de la fe, debes estar agradecido con todos a quienes conoces; en el mundo de la cultivación, todos están aquí para ayudarte a cultivarte". Me sentí mucho mejor después de leer esto.

Más tarde compartí mis pensamientos sobre lo sucedido con otra practicante. Me dijo: "¿No es algo bueno?". Inmediatamente recordé la enseñanza del Maestro: " Así que ya ganas por cuatro" (Cuarta Lección, Zhuan Falun). Sentí una iluminación repentina, y mi xinxing mejoró. Agradecí sinceramente a los otros practicantes por haberme dado la oportunidad de mejorar. Compartí mi experiencia y la alegría de haber logrado mejorar con el grupo de estudio del Fa esa noche.

Pregunté a los otros practicantes: "¿Qué piensan de que Han venga a nuestro grupo de estudio del Fa?". Algunos dijeron que era una interferencia; otros trataron de averiguar quien estaba en lo correcto y quien no entre la pareja. Yo dije: "Creo que después de experimentar este conflicto, deberíamos buscar en nuestro interior nuestros apegos". A continuación, compartí cómo llegué a la conclusión.

Han vino al grupo de estudio del Fa unos días después del Año Nuevo Chino y nos dijo a otro practicante y a mí que teníamos un apego fundamental, que era un apego a nosotros mismos.

No dije nada, pero pensé: "¡Eres tú quien tiene este apego!". Ignoré sus palabras. Siguió hablando y quiso convencernos de que el conflicto entre él y su mujer se debía a la persecución. Le dije: "Muchos practicantes fueron perseguidos en campos de trabajo. Sin embargo, buscaban en su interior la razón, y su bondad acabó por conmover a la policía. Tu mujer practicaba Falun Dafa anteriormente y cree que Dafa es bueno. ¿Cómo puede ella acosarte? Debemos buscar en nuestro interior una razón y armonizar con lo que quiere el Maestro".

Sin embargo, dijo que si no podíamos llegar a un entendimiento común sobre esta cuestión, no sabía cómo podríamos armonizar con lo que quería el Maestro. Entonces se levantó y se fue y dejó de venir a nuestro grupo de estudio del Fa.

Durante mucho tiempo, me sentí físicamente cansado y angustiado. Intenté salir de ese estado, pero sin éxito. Sabía que no hay atajos en la cultivación y que debía mejorar de verdad. Pensé para mí: "Me he exigido estrictamente en seguir el Fa y he hecho todo lo posible para hacer lo que debía hacer en mi nivel actual; he tratado a los demás con amabilidad y he tomado a la ligera la fama, el sentimiento y los intereses personales. He hecho las tres cosas con mi mejor esfuerzo. ¿Por qué persiste mi estado incorrecto? Debo tener un apego profundamente oculto que aún desconozco".

Compartí mi situación con un practicante de otra área. Me dijo: "Si uno piensa que no tiene ningún apego, esto es un problema. Es porque no puede encontrar su apego. Una persona sin apegos no puede vivir en el mundo humano".

Le dije: "Los observadores externos a veces ven las cosas más claras. Por favor, aconséjame sobre lo que ves como mis problemas".

Dijo: "Déjame pensar antes de decírtelo". Sentí curiosidad: "¿Por qué tienes que pensarlo?".

Dijo: "Quiero decirlo con compasión y explicarlo claramente. No quiero que te disgustes y no podría hacerlo sin pensarlo bien".

Pensé en lo que había dicho. Sus palabras fueron breves pero me conmovieron. De repente me di cuenta de que me faltaba mucha compasión. Cuando veía el problema de alguien, tendía a expresarme con estrechez de miras, sobre todo con personas a las que creía conocer bien. No tenía en cuenta su capacidad para aceptar si mis palabras y mi tono eran amables. Aunque los comentarios eran en beneficio de la otra parte, a menudo no podían aceptarlos o incluso se sentían molestos. Me di cuenta de que la idea que había detrás de mis palabras no se ajustaba al Fa. ¿Era esa la manifestación de mi apego a mí mismo?

Entonces pensé en el director y la directora de la escuela para la que trabajaba. Eran mis colegas de antes y eran más jóvenes que yo. Solía llamarlos por su nombre de pila. Después de que los ascendieron y se convirtieron en mis superiores, los seguía llamando por sus nombres de pila. (En China, la gente suele dirigirse a sus supervisores con sus apellidos y títulos, o solo por sus títulos). Sentía que llamarlos por sus nombres de pila expresaba nuestra intimidad. Una vez pregunté al director por la compra de material didáctico usando su nombre de pila. Me di cuenta de que me miró con extrañeza y comprendí que debía haberlo llamado "director".

El director y yo dimos la misma clase durante muchos años, y yo lo guié como nuevo profesor de aula. Con los años, había pasado de ser un joven tímido a un hombre de mediana edad que hablaba en tono formal; sin embargo, yo seguía llamándolo por su nombre de pila.

Además, aunque había enseñado inglés durante muchos años, todavía no estaba acostumbrado al "gracias" que suelen decir los occidentales, incluso a los miembros de mi familia. Me parecía un exceso de cortesía. Cuando ayudaba a los amigos, sentía que no me consideraban un amigo cuando decían "gracias". Al crecer en la cultura del PCCh, gran parte de mi pensamiento era degenerado, pero aún así consideraba que me había cultivado bien. Tras darme cuenta de ello, me sentí avergonzado.

Hablé con el mencionado practicante sobre mi comprensión. Se rió y dijo: "Sí, este es el apego que veo. El apego a uno mismo es un gran apego; la autojustificación, el sentirse bien y la arrogancia". Me dijo: "¡No te molestes por mis palabras!".

Me contó una historia sobre los antiguos poetas Su Dongpo y el monje Fayin: Su Dongpo escribió un poema: "La fama, la riqueza, los logros y la fortuna son polvo; el viento, la lluvia, los truenos y los relámpagos no pueden conmoverme". Le mostró el poema a Fayin. Fayin le echó un vistazo y comentó: "¡Un pedo!". Su Dongpo se enfadó mucho. Cruzó el río a remo hasta el templo de Fayin durante la noche, queriendo reñir con Fayin. Un niño abrió la puerta del templo y le pasó una nota: "El viento, la lluvia, los truenos y los relámpagos no pueden conmoverte, pero un pedo te hizo volar por el río". Su Dongpo se dio cuenta inmediatamente de su defecto. Dejó de querer discutir con Fayin y volvió a casa avergonzado.

El practicante utilizó la historia de forma ingeniosa. Señaló mis defectos sin que me molestara.

Entonces pensé en que hace una docena de años, cuando daba clases en una escuela secundaria, siempre que tenía un desacuerdo con un compañero, me mostraba confiado. Con ese tipo de autosuficiencia, a menudo abrumaba a la otra parte y le hacía perder la confianza, aunque a veces, al final, se demostraba que estaba equivocado. Después de cultivarme durante años, pensé que había mejorado mucho en este aspecto. Sin embargo, mi compañero de profesión seguía viendo mi apego después de habernos reunido solo cuatro veces. Me sentí avergonzado, sobre todo al pensar que no me había tomado en serio cuando Han me señaló inicialmente mi apego.

"Me pregunté cuáles son otras manifestaciones de mi apego al yo". Seguí buscando más profundamente. No tenía ninguna capacidad sobrenatural, pero cada vez que mejoraba mi xinxing, aunque fuera un poco, mi estado físico experimentaba un gran cambio. Comprendí que el Maestro me animaba a ser más diligente. Siempre que compartía mis experiencias con otros practicantes, tenía la intención de animarlos, sin embargo, lo hacía con la mentalidad oculta de presumir y el fanatismo. Me volvía complaciente después de hacer algunas mejoras.

Buscar mis propios defectos basados en el Fa es cultivarme, sin embargo, comprobar si las palabras y los actos de los demás se ajustan al Fa es tratar de cambiar a los demás. Mi fuerte mentalidad autodirigida a menudo comprometía el efecto de mi intercambio y hacía que los demás sintieran que les imponía mis pensamientos.

Me di cuenta de que Han me reflejaba. La única diferencia era que él actuaba mostrando a todo el mundo cómo se sentía, mientras que yo escondía mi autosuficiencia.

Cuando comprendí mi defecto, sentí que había salido de un caparazón. Lo que me sorprendió aún más fue que mi teléfono móvil me dijera cada mañana: "Su almacenamiento de datos está casi lleno, lo que ralentiza el funcionamiento del teléfono. Por favor, libere almacenamiento borrando archivos inútiles". Esto ocurrió durante dos meses y borrar archivos inútiles se había convertido en una rutina diaria para mí. Después de reconocer mi apego, mi móvil dejó de mostrar el mensaje.

Pensaba que me había cultivado bien y que había mejorado rápidamente. Esta experiencia me hizo comprender que solo eran ilusiones que me había dado mi apego al yo. Con un fuerte apego a la autoprotección, no era capaz de validar Dafa con una mente pura, y el efecto de muchas cosas que hacía se veía comprometido. Estoy agradecido de que el Maestro me haya dado pistas y me haya ayudado a encontrar mi apego. Trabajaré duro para desechar esto y ser digno de la salvación del Maestro.

Lo anterior es mi entendimiento personal en mi nivel actual. Por favor, señalenme cualquier cosa incorrecta.

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