(Minghui.org) La señora Ji Yunzhi, practicante de Falun Dafa en Bairin Left Banner, Mongolia Interior, murió en el Hospital de Bairin el 21 de marzo de 2022, siete semanas después de haber sido arrestada el día del Año Nuevo Chino (1 de febrero) por practicar Falun Dafa. En un comunicado de prensa del 29 de marzo, el senador estadounidense Rick Scott expresó sus condolencias a su hijo, el residente estadounidense Simon Zhang, y denunció la brutalidad del Partido Comunista Chino (PCCh) contra los practicantes de Falun Dafa como la señora Ji.
"Mi corazón se rompe por Simon y por su padre, que están lidiando con esta pérdida trágica y sin sentido. La burda campaña de Beijing contra los practicantes de Falun Dafa se prolonga desde hace demasiado tiempo, y su última víctima es una mujer inocente que simplemente vivía sus creencias frente al opresivo régimen autoritario de la China comunista", escribió. "Sabemos que los matones del Partido Comunista Chino mintieron a la familia de Simon y afirmaron que no estaban torturando a su madre. Y sabemos que las autoridades del Partido Comunista Chino se negaron a dejar que esta mujer inocente volviera a casa para estar con su marido en sus últimos días. Es repugnante e inhumano".
El senador estadounidense Rick Scott condenó la represión de Falun Gong por parte del PCCh.
"No es ningún secreto que abusos brutales de los derechos humanos como este ocurren regularmente en la China comunista, y que el régimen de Xi Jinping encarcela y tortura regularmente a personas inocentes", continuó. "Espero que esto sea una llamada de atención para todas las empresas estadounidenses que hacen negocios en la China comunista -empresas como Intel, Nike, Coca-Cola, Delta junto con los fondos de cobertura de Wall Street y muchos otros. Cualquier empresa que siga trabajando en la China comunista está canalizando dinero al régimen y financiando estas atrocidades".
Según los informes de Minghui, la señora Ji comenzó a practicar Falun Dafa en 1996. En tres meses, todas sus enfermedades desaparecieron. Siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, también se convirtió en una mejor ciudadana, elogiada por vecinos y compañeros de trabajo.
Sin embargo, debido a sus creencias, fue enviada a campos de trabajo en dos ocasiones tras el inicio de la persecución en 1999. Los guardias la golpearon repetidamente con bpicanas eléctricas, lo que le provocó una enfermedad cardíaca. Después de ser liberada, los funcionarios volvieron a acosarla y saquearon su casa el 9 de septiembre de 2021.
Tras ser detenida de nuevo en febrero de este año, la señora Ji estuvo varias veces en estado crítico debido a las torturas. Pero Xu Jianfeng, capitán de la Oficina de Seguridad Nacional (una unidad dentro del departamento de policía) se negó a liberarla. Al final, la señora Ji dejó este mundo tras 48 días de detención y abusos.
Varios días después de la detención de la señora Ji, el 1 de febrero, el senador Scott emitió una declaración el 7 de febrero en la que criticaba las violaciones de los derechos humanos por parte del PCCh. "Sabemos que la China comunista desata la policía y el ejército sobre aquellos a los que teme. Están encarcelando a más de un millón de uigures. Encarcelan a activistas prodemocráticos en Hong Kong. Llevan décadas persiguiendo a Falun Dafa y medio siglo persiguiendo a los tibetanos. Estas últimas detenciones son el último ejemplo de la voluntad de Beijing de silenciar y encarcelar a las minorías religiosas y a los disidentes políticos", escribió.
"Es burdo y merece el desprecio de toda nación amante de la libertad. El hecho de que el Comité Olímpico Internacional permanezca en silencio lo convierte en cómplice de los abusos contra los derechos humanos que el pueblo chino experimenta cada día a manos del Partido Comunista Chino", continuó, añadiendo que "toda nación amante de la libertad debe hablar claramente" y hacer que el PCCh rinda cuentas por sus crímenes contra los derechos humanos.
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